ALBA LLANO | elespanol.com | 10/02/2025
El 13% de los españoles
sufre fobia social y el experto en psiquiatría ha dado las claves para superar
uno de los trastornos de ansiedad más comunes.
La fobia social es uno de los trastornos de ansiedad más comunes en España. Este es un trastorno de ansiedad social que suele comenzar en la infancia o durante la adolescencia y que puede llegar a provocar un sufrimiento importante, desde enfrentarse a logros académicos, como a oportunidades de empleo, independencia económica, así como también puede llegar a afectar a las relaciones sociales, laborales e íntimas. Un trastorno que es importante identificar y tratar a edades tempranas.
Aunque el miedo o la ansiedad que genera la fobia
social suele ser irracional en comparación con el riesgo real de ser juzgado
negativamente, la angustia es tan intensa que muchas personas terminan evitando
estas situaciones. La preocupación de ser percibido como ansioso, débil, desagradable o incluso inestable puede convertirse en una barrera difícil de superar.
Sin embargo, según expertos como Enrique Rojas, con la estrategia adecuada y ejercicios específicos,
es posible enfrentarse a este trastorno.
Ejercicios para superar la fobia social
"Hay muchas personas con una personalidad que
evita el contacto con los demás: lo que llamamos 'avoiding personality'",
explica el psiquiatra Enrique Rojas. En estos casos, se trata de individuos que
experimentan un miedo
intenso al contacto social, especialmente cuando se trata de
interactuar con personas nuevas. Para abordar este problema, el experto propone
cuatro ejercicios clave.
El primero consiste en aprender a restar importancia al "qué dirán".
Según Rojas, este pensamiento limita la libertad personal, ya que la opinión de
los demás interfiere constantemente en el bienestar de la persona. "Las
personas que nos rodean son muchas y muy diversas. Aunque quisiéramos, nunca lograríamos contentarlas a
todas", afirma.
Otro aspecto esencial es aprender a ser uno mismo de
la forma más espontánea posible. La naturalidad es una de las cualidades más
valoradas en las relaciones sociales, por lo que "en lugar de esforzarte
por aparentar lo que no eres, muéstrate de manera transparente",
recomienda el psiquiatra.
El tercer ejercicio se centra en dejar de buscar la aprobación ajena.
"Eres tú quien debe validarse a sí mismo. La autoestima se fortalece
cuando dejamos de medirnos en función del feedback de los demás y comenzamos a
juzgar por nosotros mismos lo bueno y lo malo de nuestras acciones",
explica Rojas.
Por último, el experto sugiere desdramatizar los errores propios.
"Debemos permitirnos ser imperfectos. A lo largo del día tomamos
decisiones acertadas y cometemos errores, pero ambos nos brindan valiosas
lecciones para mejorar y seguir adelante", concluye.
Síntomas comunes de la fobia social
Las personas con ansiedad social suelen evitar esas
actividades o interacciones por miedo a sentirse expuestas, lo que puede
llevarles a dejar de hablar con algunas personas o a evitar situaciones en las
que podrían ser el centro de atención. La anticipación de estos eventos
normalmente les genera una gran ansiedad, que se intensifica en los momentos previos y
durante la situación temida. Además, es común que, después
de una interacción social, la persona analice su desempeño en busca de errores
y piense en las peores consecuencias posibles, lo que refuerza aún más el miedo
y la inseguridad.
Existe una variante específica de este trastorno
conocida como ansiedad social de desempeño, que se caracteriza por un miedo
intenso a hablar o actuar en público. A diferencia de la ansiedad social generalizada,
quienes la padecen pueden sentirse cómodos
en otros tipos de interacciones sociales, pero experimentan una
ansiedad extrema cuando deben exponerse ante una audiencia.
Además de los síntomas emocionales y conductuales, la
ansiedad social suele ir acompañada de manifestaciones físicas que pueden hacer
que la persona se sienta aún más vulnerable. Entre los síntomas más comunes se
encuentran el enrojecimiento facial, la aceleración del ritmo cardíaco, los temblores, la sudoración
excesiva y el malestar estomacal. También pueden presentarse
dificultades para respirar, mareos, aturdimiento y una sensación de mente en
blanco que dificulta la concentración. La tensión muscular es otra respuesta
habitual, lo que contribuye a aumentar el malestar general.
Esta combinación de síntomas convierte a la ansiedad
social en un trastorno que puede afectar significativamente la vida personal,
académica y profesional. Sin embargo, con un diagnóstico adecuado y estrategias eficaces
como estas para afrontamiento, es posible aprender a manejarla y reducir su
impacto en el día a día.