ALEJANDRO VERA | grullapsicologiaynutricion.com | 15/03/2021
Aunque en
psicología no exista un diagnóstico como tal, en muchos casos acabamos hablando
del famoso síndrome de Peter Pan.
En este artículo vamos a ver qué es,
cuál es su tratamiento y porque sucede.
¡A por ello!
¿Qué es el síndrome de Peter Pan?
Cuando hablamos
de síndrome, hablamos de una serie de expresiones y experiencias comunes que se
repiten de manera conjunta.
Como te decía
antes, en psicología clínica no existe como un diagnóstico el Síndrome de
Peter Pan, aunque de manera efectiva, nos sirve para describir una realidad
psicológica.
¿Miedo a crecer o falta de madurez?
El síntoma más
característico de las personas con síndrome de Peter Pan es el miedo a
crecer.
Mejor dicho,
eso es lo que solemos pensar. Es cierto que afrontar ciertas cuestiones de la
vida adulta nos puede dar vértigo, sin embargo, tiene más sentido hablar de
inmadurez que de miedo a crecer.
Por lo general,
aunque no siempre es así, hablar de inmadurez es hablar de dependencia
en algún grado.
Las personas
inmaduras o con síndrome de Peter Pan, va a tener tendencia a estar con otras
personas «más fuertes», que habitualmente van a ser las que tomen las
decisiones, afronten los momentos difíciles de la vida, etc.
¿Por qué se produce
el síndrome de Peter Pan?
Sobre
dependencia se ha escrito y dicho de todo, en este artículo te explico la diferencia entre la personalidad dependiente y la
dependencia emocional.
En el caso de
hoy hablamos de dependencia instrumental. Aunque la dependencia instrumental
también se expresa a través de la dependencia a la pareja, en el foco del
problema está como te decía antes, la inmadurez.
Cuando una
persona es miedosa y no ha aprendido a resolver por sí misma, es posible que se
vaya construyendo una personalidad dependiente.
La falta de
responsabilidad
La
responsabilidad de la propia vida queda delegada en otra persona, lo que depara
en una falta de autonomía personal.
Este tipo de personalidad
se construye debido a una educación sobreprotectora o invalidante, que no ha
educado en valores ni entrenado a la persona para la vida.
Como en casi
todos los problemas psicológicos, existe un beneficio secundario, y es que sin
responsabilidad tampoco hay fracaso, ya que ese riesgo, lo asumen otros.
Cómo he
comentado en varias ocasiones, la dependencia como tal no es mala. Los adultos
también somos seres dependientes, lo que ocurre, es que establecemos
dependencias horizontales.
Es decir, de mutuo
cuidado.
El síndrome de Wendy
El problema de
las personas con síndrome de Peter Pan o personalidad dependiente, es que
establecen dependencias verticales. Existe la figura del cuidado (Peter Pan) y
el cuidador (Wendy).
El síndrome de
Wendy explica la codependencia emocional, donde una
persona ejerce de cuidador y guía de la otra. Las personas codependientes, son
personas que aman con abnegación, entregando su vida a la causa de su pareja.
Suele ser frecuente en relaciones con personas adictas.
Síntomas del Síndrome
de Peter Pan
Entre los síntomas
más frecuentes del síndrome de Peter Pan se encuentran:
§ Bajo sentido de
la responsabilidad.
§ Evitación de
problemas.
§ Dificultad para
tomar decisiones.
§ Baja
autoestima.
§ Miedo al
abandono.
§ Poca autonomía
personal.
§ Rasgos de
inmadurez.
§ Poca conciencia
de los problemas.
§ Otros.
¿Tiene tratamiento el
síndrome de Peter Pan?
Cómo ya he
comentado antes, el síndrome de Peter Pan no es un trastorno psicológico como
tal, sin embargo sí que tiene tratamiento el trastorno de personalidad
dependiente.
Uno de los
objetivos terapéuticos es enseñarle a la persona los «beneficios de crecer» y
conectar con la propia sensación de capacidad y resolución.
En muchas
ocasiones, el trabajo previo es enseñar habilidades de afrontamiento,
regulación emocional, toma de decisiones, asertividad u otros.
También suele
suceder que el entorno ejerce una presión invalidante que no deja crecer. Es
bastante frecuente que la familia se comporte como un tope o límite que no
permite a la persona coger autonomía porque de algún modo, le interese que no
lo haga.
En estos casos,
también hay que reencuadrar con la persona como esto puede cambiar sus
relaciones. Por ejemplo, si se encuentra dentro de una relación codependiente,
al dejar de ocupar el rol de cuidado, la dinámica de pareja cambiará
completamente.