martes, 17 de septiembre de 2024

El mejor hábito para mejorar tu salud mental, según los expertos, es muy sencillo (pero muy difícil de cumplir)

 CRISTINA VILA        |       GQ      |      30/07/2024

Es algo que jamás te esperarías.30 de julio de 2024

Mejorar tu salud mental debe ser una tarea que siempre debes poner la primera en tu lista de prioridades, por mucho que creas que estás perfectamente. Debemos encontrarnos en un estado de bienestar y, además, se capaces de lidiar con situaciones complicadas por mucho que nos cueste.

Según los expertos hay una cosa muy sencilla e infravalorada que podemos hacer: leer. Sí, así es. Leer puede reducir el estrés de forma significativa. Y no hace falta que leamos novelas largas y pesadas. Puede ser todo lo que queramos. Hay estudios de la Universidad de Sussex que demuestran que nuestros niveles de estrés pueden disminuir en un 68% y que solo son necesarios 6 minutos al día.

Al leer, entramos en un estado de concentración profundo que nos permite olvidarnos de lo que existe a nuestro alrededor, encontrar nuevas perspectivas y enfocar nuestra atención a cosas que no tienen nada que ver con nuestra preocupaciones y problemas. Además, todos sabemos cómo puede aumentar nuestra sabiduría, pero también cómo optimiza el funcionamiento de nuestra mente y cómo nos ayuda a encontrar nuevas formas de pensar.

Otro gran beneficio es el cómo nos ayuda a dormir si lo hacemos justo antes de acostarnos, y y ello tendrá un gran impacto a la hora de mejorar tu salud mental, ya que la falta de sueño y de descanso puede agravar problemas como la depresión o la ansiedad. Y, por si fuera poco, ayuda a retrasar el declive cognitivo a medida que envejecemos.

Cómo podemos empezar a leer

Muchos creen que leer no es para ellos: les parece aburrido, pesado y un sin sentido. Pero lo cierto es que leer es para todo el mundo y simplemente depende de encontrar una temática que nos guste y de crear un hábito de lectura. Para hacerlo podemos seguir los pasos que nos indica James Clear en Hábitos Atómicos.

  • Hacerlo evidente. Primero, debemos tomar conciencia de cuáles son nuestros hábitos actuales para después programar cuándo queremos implementar uno nuevo. Podemos unirlo a otros hábitos que ya tengamos. Por ejemplo, leer cuando nos estemos tomando el café de por la mañana. Otro truco será dejarnos recordatorios que nos recuerden que lo hagamos (dejar el libro preparado en la mesa donde tomamos el desayuno).
  • Hacer que sea algo atractivo. Para que leer nos atraiga, podemos hacerlo en una actividad que hagamos pero que no nos apasione (si andamos en la cinta en el gimnasio, podemos hacerlo leyendo). Otra opción es unirnos a un club de lectura o crear un ritual que disfrutemos al que lo podamos añadir (el momento del café).
  • Hacer que sea fácil. Tendremos que eliminar todas aquellas cosas que nos impidan llevarlo a cabo, como dejar el móvil en otra habitación. Será útil llevar siempre nuestro libro o e-book con nosotros.
  • Convertirlo en satisfactorio. Esto puede consistir en distintas cosas: establecer una recompensa cada vez que nos leamos un libro, ir registrando qué es lo que leemos…

Lo más importante será en todo momento ir adoptando estos pequeños hábitos que hagan que, al final, nos guste leer. Para ello, tendremos que encontrar la temática que más nos motive. Pueden ser novelas de suspense, románticas, históricas, enciclopedias o manuales si lo que queremos es aprender sobre un tema determinado, biografías si hay algún personaje que nos interese en especial o, simplemente, las noticias o una revista por la mañana para estar al día de todo.

El decir que leer no nos gusta o que no es para nosotros es simplemente un mito y desmentirlo está en nuestras manos. Al hacerlo, pronto notaremos la diferencia en nuestra capacidad de concentración pero, por supuesto, en nuestra salud mental.