ISA ESPÍN | larazon.es | 22/08/2024
Se
acabaron los traumas y las depresiones postvacacionales
Se acaban las vacaciones
de verano y toca volver al trabajo. Y por mucho que nos guste nuestro trabajo, vamos a
ser sinceros: nos gusta más estar de vacaciones. Las frases motivacionales del
estilo "trabaja en lo que te gusta y nunca notarás que estás
trabajando", suena muy bien estampado en una taza, pero en la realidad,
existen los madrugones, los parones en el tren, los atascos en la carretera
y un sinfín de factores que no sufrimos cuando estamos en una tumbona en
la playa, con vistas al mar y un mojito en la mano
Y es que parece un poco
utópico eso de que podemos diseñar nuestra vida a nuestro gusto y cambiar
aquello que no nos hace felices, pero tiene su parte de verdad. Nunca es tarde
para ser feliz. La psiquiatra Marián Rojas nos da seis consejos para
recuperar esa motivación que nos hace capaces de todo, desde una
perspectiva científica: aumentando nuestra dopamina.
Si volver a trabajar te da pereza, es totalmente normal,
pero si eso te supone un verdadero trauma, lo mismo hay algo que debes
cambiar: tu mentalidad. Lo cierto es que hay cosas que se pueden
modificar (trabajo, ciudad...), pero hay otras que forman parte de la rutina y
que no siempre se pueden evitar. Ahí entra en juego tu capacidad para
tomártelas y enfrentarte a ellas.
Por este motivo, vamos a
hacer un cambio de chip y volver a la oficina con las energías recargadas y con
otra perspectiva de las cosas. Para ello vamos a potenciar nuestras
'ganas de vivir' de la forma más científica y biológica que hay: generando dopamina.
Seis consejos para estimular la dopamina de forma positiva
Desconectar del mundo digital
Sabemos que en el trabajo es complicado, pero al acabar tu
jornada, puedes dejar el móvil de lado y realizar tu propia dosis
de desconexión digital. Dedicarte a vivir la vida real, en vez de
esa vida virtual que nos ofrecen las redes sociales. La dopamina es un
neurotransmisor clave en el sistema de recompensa del cerebro, y su liberación
está asociada con el placer, la motivación y la sensación de bienestar.
La constante exposición a estímulos digitales (notificaciones,
redes sociales, correos) puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad, lo cual,
a su vez, puede afectar negativamente los niveles de dopamina.
Duchas de agua fría
Tomar duchas de agua fría puede incrementar la liberación de dopamina, lo que contribuye a un mejor estado de ánimo, mayor
energía y resiliencia al estrés. Sin embargo, es importante tener en cuenta que
la tolerancia y los efectos pueden variar entre individuos. Cada cuerpo es un
mundo y tiene sus propias afecciones y necesidades.
Además, en lo que a salud
de la piel se refiere, los dermatólogos recomiendan ducharse con agua
templada, a una temperatura similar a la del cuerpo, es decir, entre 36 y
37 grados, para proteger la piel. Sin embargo, una ducha fría de vez en cuando,
si te viene bien, no está mal. Apuesta por una buena crema hidratante corporal
después de la ducha. Y listo.
Aprender algo nuevo que motive
La rutina del día a día,
el trabajo y el ritmo de vida, puede resultar monótono, pero hay pequeñas cosas
que se pueden cambiar. Apúntate a ese curso de cocina que nunca tienes tiempo
de hacer, conoce gente nueva o cambia de barrio al dar esos
paseos por la tarde.
El ayuno
Los niveles de insulina
disminuyen durante el ayuno, lo que puede mejorar la sensibilidad de los
receptores de dopamina. Esto significa que el cerebro puede responder
de manera más efectiva a la dopamina disponible, lo que puede mejorar el
estado de ánimo, la motivación y el enfoque. El ayuno intermitente hay que hacerlo con cabeza y siempre bajo la supervisión de un especialista.
Iniciar un proyecto
Lo tienes en la cabeza,
pero nunca te atreves. Hazlo. Nunca va a ser un buen momento, hasta que
no empieces.
Hacer deporte
Sabías que iba a estar en
esta lista, ¿verdad? El ejercicio es fundamental y puedes practicar deporte en
casa, si no tienes tiempo de ir al gimnasio. Busca una actividad que te guste,
para hacerlo con ganas y no por obligación. Di adiós a la pereza, tu
cuerpo y tu mente te lo agradecerán.