miércoles, 3 de julio de 2013

Nuevo mapa cerebral del psicópata

NEUROCIENCIA | Investigación

Laura Tardón | Madrid | El Mundo | 29/04/2013

Es uno de los retos de la ciencia y la psiquiatría: conocer más sobre el mecanismo neuronal que subyace en las personas con psicopatía. Un nuevo estudio encuentra diferencias en determinadas zonas cerebrales que explicarían por qué estas personas son incapaces de sentir el dolor ajeno.

Esta enfermedad mental, explican los autores de la investigación, publicada en la revista 'JAMA Psychiatry' , "está caracterizada por la falta de afectividad interpersonal, así como por problemas de socialización y de comportamiento".

Como explica un especialista español al comentar este trabajo, Jerónimo Saiz, jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, los sociópatas, así es como los psiquiatras se refieren a los afectados por este trastorno, "no aprenden de la experiencia, no reconocen ninguna autoridad, no respetan las normas, de hecho, suelen trasgredirlas, y, sobre todo, se caracterizan por su falta de empatía con el dolor de los demás. Es precisamente esta frialdad, añade, la que hace que puedan hacer daño a otros sin ninguna repercusión emocional". De hecho, indica el principal autor de este trabajo, Jean Decety, "en comparación con los delincuentes no psicópatas, los psicópatas son responsables de una cantidad desproporcionada de delitos repetitivos y actos violentos en la sociedad".

Con el objetivo de entender mejor la base neuronal de esta empatía, un grupo de neurocientíficos de la Universidad de Chicago (EEUU) y de la Universidad de Nuevo México puso en marcha un estudio con presidiarios, con una donación de 1,2 millones de euros del Instituto Nacional de Salud Mental. Según reza el artículo, entre el 20% y el 30% de ellos presenta esta alteración psiquiátrica. Sin embargo, en la población general, sólo el 1% está afectada.
Participaron de forma voluntaria 80 reclusos cuyas edades oscilaban entre los 18 y los 50 años. Tenían diferentes grados de psicopatía: alto, medio y bajo. A todos se les mostraron dos series de imágenes en vídeo. En la primera tanda, eran testigos de situaciones violentas en las que varios individuos sufrían daños físicos derivados de golpes, cortes, etc. causados por otra gente de forma intencionada (por ejemplo, el aplastamiento de los dedos de una mano otro sujeto cierra la puerta del coche a conciencia). En la segunda tanda, las imágenes mostraban, no el acto, sino diferentes expresiones faciales de dolor.
A través de la resonancia magnética funcional, los investigadores observaron que en los participantes con mayor grado de psicopatía, determinadas zonas cerebrales (corteza prefrontal ventromedial, corteza orbitofrontal, la amígdala y sustancia gris periacueductal ) mostraban menor actividad que los voluntarios controles (aquellos con bajo grado de este trastorno de la personalidad). Y lo más novedoso, un resultado que no se esperaban, es que aumentaba la actividad en la corteza insular. "Esta región está implicada en el comportamiento, la valoración de las consecuencias y en la incorporación del aprendizaje emocional en la toma de decisiones morales".

Esta aportación, señala el psiquiatra español, también presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, "ayuda a conocer mejor el sustrato neurológico sobre el que se sustenta la empatíapara, en un futuro, quizás poder diseñar medicación que corrija" la falta de sensibilidad ante el dolor ajeno. El tratamiento de este trastorno de la personalidad disocial es bastante difícil y consiste en el tratamiento psicológico y la rehabilitación (intentar reestructurar el mecanismo perdido del respeto a los demás y a las normas), pero no hay medicación.


Los malos recuerdos se pueden suprimir

Un área del cerebro frena esa memoria.

 Investigadores localizan la zona del cerebro que evita la memoria emocional.
 La persona puede entrenarse en suprimir ciertos episodios de su pasado

ÁNGELES LÓPEZ | El Mundo | 12/07/2007.-

Madrid - Nuestra mente puede controlar la memoria relacionada con las emociones. Un estudio, publicado en 'Science', ha localizado las áreas del cerebro relacionadas con la supresión de los malos recuerdos. Los investigadores señalan que este hallazgo podría ser útil para desarrollar terapias dirigidas para paliar trastornos en los que la persona se siente incapaz de eliminar ciertos pensamientos emocionalmente estresantes, como ocurre en la depresión o en las fobias.

"Creemos que ahora tenemos un mayor conocimiento de cómo funciona el mecanismo neuronal, y esperamos que estos resultados y futuras investigaciones conduzcan a nuevas vías terapéuticas y farmacológicas para tratar una gran variedad de trastornos emocionales", señala Brendan Depue, principal autor del estudio e investigador de la Universidad de Colorado (EEUU).

Depue y sus colaboradores han demostrado lo que quizás muchas personas ya sabían en la práctica: que si se insiste en olvidar algún momento molesto de la vida, se consigue. Además, han identificado el área del cerebro involucrada en ese proceso, una zona del córtex prefrontal.
Entrenamiento y mapa del cerebro.

Para ello, entrenaron a 16 participantes en intentar recordar u olvidar una serie de imágenes. Estos individuos o bien pensaban repetidamente en la imagen, o no la dejaban entrar en su pensamiento de forma consciente. Después, tuvieron que memorizar 40 parejas de fotografías cada una de las cuales consistía en rostros humanos 'neutros' y fotografías desagradables como accidentes de coche, soldados heridos, escenas de crímenes violentos, etc.
Posteriormente, les pusieron unas gafas especiales y les colocaron en una máquina de resonancia magnética. Una vez allí, les mostraron los rostros (asociados a las fotografías desagradables) y se les pidió que las recordaran o que evitaran pensar en ellos.

Las imágenes del cerebro obtenidas con la resonancia magnética mostraron que un área del córtex prefrontal (la circunvolución frontal media derecha y la inferior derecha) suprime las regiones del cerebro involucradas en el proceso de memoria (hipocampo y amígdala) al igual que aquellas áreas que respaldan las asociaciones de la emoción y la memoria.

"Nuestros resultados sugieren que la supresión de la memoria emocional involucra al menos dos vías con fases escalonadas [...] por un lado influye en el control cognitivo, sobre los componentes sensoriales de la representación de la memoria [...] y la segunda vía implica a los componentes emocionales relacionados con la memoria", señalan los autores.

Dudas sobre los recuerdos traumáticos
Estos investigadores señalan que la actividad observada en la zona del córtex prefrontal, junto con la inhibición generada sobre el hipocampo y la amígdala, "sugiere que la memoria emocional puede utilizar mecanismos similares a aquellos empleados en la regulación de las emociones".

Aunque los resultados demuestran que las personas somos capaces de eliminar aquellos recuerdos molestos, no está tan claro que podamos lograr lo mismo con episodios extremadamente traumáticos como los que se dan en las guerras o en los accidentes de tráfico. "En casos como estos, una persona requeriría miles de repeticiones de entrenamiento para evitar y suprimir esos recuerdos. No lo sabemos todavía", reconoce Depue.

Por lo que sí apuestan estos investigadores es por que con estos datos se abre la puerta a la búsqueda de nuevas vías terapéuticas, que pasen por la intervención de esas áreas del cerebro. Estarían dirigidas al tratamiento de aquellas personas que no tienen la capacidad para evitar ciertos pensamientos, como las afectadas por depresión, síndrome de estrés postraumático o trastorno obsesivo compulsivo.

¿Eres de los que no...?

ALCOHOL | Campaña para adolescentes.

      El actor Miguel Ángel Silvestre protagonista para el Plan Nacional sobre Drogas.

      La nueva campaña invita a los más jóvenes a no jugar con el alcohol

ELMUNDO.es | Madrid | 06/06/2013

El actor Miguel Ángel Silvestre ha sido el elegido por la Asociación Dual y el Plan Nacional sobre Drogas para protagonizar la última campaña contra el consumo de alcohol en jóvenes. El spot recuerda a los más jóvenes que 'si juegas con el alcohol, el alcohol jugará contigo'.

El actor insta a los jóvenes a elegir de qué son: de los que sí o de los que no juegan con el alcohol. La campaña cuenta también con un espacio web interactivo (losqueno.es/) para menores, padres y profesores, donde "con un lenguaje claro y directo, sin excesiva retórica, se busca superar las barreras habituales de las campañas de prevención y llegar a los grupos más vulnerables, en este caso los adolescentes", según señala la nota de prensa.

En España, la media de edad de inicio en el consumo de alcohol está en los 13,7 años, una edad en la que órganos como el cerebro, el páncreas o el hígado son más vulnerables porque no están aún plenamente formados. Además, los especialistas advierten de que cuanto antes se empiece a beber mayor es el riesgo de generar dependencia en la edad adulta.

La campaña, en la que se puede ver al joven actor Izan Corchero jugando con un metafórico futbolín, pretende tratar de demorar todo lo posible la edad de inicio para reducir otros 'daños colaterales' asociados al alcohol, como los conflictos familiares, el fracaso escolar y otros daños psicológicos.

Raúl Izquierdo, psicólogo y director técnico de Asociación Dual, también admite la preocupación de los especialistas por la asociación que establecen los más jóvenes entre el alcohol y otros hábitos perniciosos, como el tabaco o las drogas ilegales.

La situación preocupa también al Gobierno, que anunció recientemente un nuevo proyecto de Ley para prevenir el consumo de alcohol en menores, unificando la dispar legislación que hasta ahora tienen las autonomías en este terreno.