MARIO ARRIMADA
| Psicología y Mente |
09/08/2022
Veamos qué es el autodesprecio, de qué manera daña la
salud mental, y qué hacer ante él.
Muchas personas rechazan su propia manera de ser y de
comportarse sin ser conscientes de ello en algunas ocasiones, de forma tienen
unos altos niveles de autocrítica, se valoren bastante poco e incluso puede
darse el caso de que no soporten escuchar su propia voz en grabaciones. Estos
síntomas y algunos más podrían estar detrás de una problemática condición
psicológica.
El autodesprecio
o el odio a uno mismo, consiste en una forma de crítica extrema que una persona
podría llevar a cabo hacia sí misma de manera que podría parecer que nada de lo
que hace o dice es lo sucintamente bueno o lo adecuado. Por todo ello, esa
persona pensaría que no es digna o que no es merecedora de las cosas buenas que
la vida podría llegar a brindarle.
En este artículo
veremos en qué consiste el
autodesprecio y cómo podría llegar a afectar a nuestra
salud mental.
¿Qué es el autodesprecio?
El autodesprecio está relacionado
con una dinámica psicológica en la que una persona ha integrado y reforzado una serie de sentimientos
relacionados a una visión negativa hacia sí misma, de manera
que esto impedirá que sea capaz de ver y valorar todos los rasgos positivos que
posee y acerca de todo su potencial.
Además, el autodesprecio abarca una
serie de sentimientos continuos relacionados con la culpa y la insuficiencia en relación con
todo lo que uno hace, por lo que puede causar que las personas
lleguen a compararse de forma constante con los demás, percibiendo solamente lo
negativo e ignorando lo positivo. Por ello, creerán que nunca llegarán a ser
suficientemente buenos, mientras que la realidad dista mucho de esto puesto que
cada persona tiene un valor que la hace única y potencialmente posee la
capacidad para cultivar el amor propio y lo que necesita es desarrollar las
herramientas necesarias para ello.
Se podría decir incluso que el
autodesprecio podría llegar a surgir a partir de una baja autoestima, lo que
puede provenir de varios factores y situaciones. Podría partir desde hechos
acaecidos durante la infancia o la adolescencia (p. ej., haber sufrido algún
trauma o haber sido víctima de bullying en el colegio), que han hecho que esa
persona piense que vale menos que los demás o que considere que hay algo malo
en ella y que no es merecedora de cariño.
Por otro lado, el autodesprecio
también se encuentra ligado a diversos problemas de salud mental como podrían
ser la depresión u otros
trastornos del estado de ánimo, algunas adicciones, el trastorno
de estrés postraumático, los trastornos del espectro de la esquizofrenia, el
trastorno límite de la personalidad, el trastorno de la personalidad por
evitación o algunos trastornos de la conducta alimentaria (TCA), entre otros.
En la mayoría de los casos, el autodesprecio suele estar asociado con unos
bajos niveles de autoestima.
Ejemplos
Algunos de los pensamientos más
comunes que suelen tener las personas cuando se desprecian a sí mismas pueden
ser los siguientes: “sabía que iba a fracasar”, “no sé por qué lo intento, si
no lo voy a hacer bien”, “soy un perdedor”, “lo he hecho todo mal”, etc.
Estos ejemplos de pensamientos y
otros semejantes son bastante comunes cuando una persona sufre
autodesprecio, siendo
bastante invalidantes en diversas facetas de su vida por
lo que si no encuentra la forma de desafiar y replantearse esos pensamientos
negativos, a la par de ponerse en práctica un tipo de conversación interna más
positiva y optimista, es probable que los problemas asociados y la salud mental
empeoren. Si fuera necesario, lo más aconsejable sería buscar ayuda
profesional.
Principales señales del
autodesprecio
Cuando una persona se desprecia a sí
misma hay una serie de señales y comportamientos que nos podrían ayudar a
detectar una problemática que afecta tan considerablemente a la salud mental y
diferentes ámbitos de la vida de quienes lo sufren. Algunas de esas señales son
las que vamos a exponer brevemente a continuación.
1. Crítica excesiva hacia uno mismo
Una de las señales más claras que
pueden observarse en los casos de autodesprecio es la autocrítica de manera
excesiva. Cuando estas personas cometen algún error, por pequeño que sea, lo lamentan enormemente y suelen tener
dificultades para perdonarse por ello. Por ello, es común que
maldigan en alto cuando ha ocurrido o que les venga a la mente una serie de
pensamientos negativos dirigidos hacia sí mismos. También es probable que
comenten en diversas ocasiones su arrepentimiento por errores del pasado ante
cosas que hicieron mal o por oportunidades que dejaron escapar.
2. Ver solamente el lado negativo
En este tipo de casos es frecuente
que siempre se centren en lo negativo de las cosas, incluso cuando hayan tenido
un día bueno o hayan hecho las cosas bien. A pesar de ello, encontrarán algo
negativo o que no ha salido a la perfección para poder lamentarse por ello. De
esta forma, no lograrán
dejar de despreciarse a sí mismos ni en los días o épocas en las que les estén
saliendo las cosas bien o mejor de lo habitual.
3. Tener un pensamiento dicotómico
El pensamiento dicotómico, también
conocido como pensamiento de “todo o nada”, se trata de un modo de pensar a
través de cual lo ven todo a su alrededor desde los extremos, de manera que
nunca se fijan en que puede haber un término medio y de esta forma, si cometen
algún error, tienden a pensar que todo ha salido mal y han fracasado.
4. Esforzarse por encajar con las
demás personas y tomarse muy mal las críticas
Es bastante común que estén tratando
continuamente de encajar con otras personas o con grupos y ven como un gran
fracaso cuando no lo logran o las cosas no salen como esperaban. Además, se suelen
tomar como algo personal las críticas ya que no tienen la capacidad para encajarlas de
manera adecuada.
Por otro lado, tampoco suelen
aceptar los cumplidos y suelen tener una perspectiva bastante negativa de la
vida. Todo ello dificulta aún más que sus relaciones con otras personas
resulten tan exitosas como quisieran.
Consejos para combatir el
autodesprecio
Para combatir el autodesprecio
existen algunos ejercicios que una persona puede poner en práctica sin la ayuda
de nadie para empezar a cambiar esos pensamientos y sentimientos negativos
asociados. A continuación, vamos a explicar de manera breve algunos de ellos
que resultan bastante sencillos de poner en práctica. Cabe destacar que, si
fuera necesario, hay que buscar
ayuda por parte de un profesional de la salud mental.
1. Prestar atención a los
desencadenantes del autodesprecio
A la hora de tratar de combatir el
autodesprecio sería aconsejable empezar por buscar su raíz con el fin de saber
cual es el origen y así saber qué es lo que podría haber provocado todos esos
sentimientos negativos que han estado yendo dirigidos hacia uno mismo. Un
ejercicio que podría servir de ayuda para ello es escribir un diario donde
se trate de anotar cada día lo que se ha hecho y los sentimientos y
pensamientos asociados a cada actividad. Así podríamos empezar a detectar los
posibles desencadenantes de esos sentimientos y pensamientos negativos.
Una vez que se haya logrado
identificar los desencadenantes de esos pensamientos negativos se puede
comenzar a trabajar para encontrar las formas de evitarlos o al menos
minimizarlos tanto como sea posible. En aquellos casos en los que no se pueda
evitar estos desencadenantes, por el motivo que sea, se pueden buscar
herramientas que puedan ayudar a minimizar el malestar y así tolerar ese tipo
de situaciones.
2. Poner en práctica una
conversación interna positiva
A causa del autodesprecio es común
que el diálogo interno sea bastante negativo a lo largo del día de manera que
llegará a haber momentos en los que no haya compasión hacia uno mismo. Ante
ello, podría ser útil anotar una lista de las cosas positivas que uno mismo
posee, aprovechando
aquellos momentos del día o épocas en las que uno se siente mejor.
En caso de que cueste al principio,
no hay que preocuparse, esto requiere su tiempo. Se puede empezar por cosas que
no se odien acerca de uno mismo (p. ej., lo bien que cocinas tu plato favorito,
la bien que cuidas de tu mascota, etc.). Vale cualquier cosa que se venga a la
mente que sea positiva o al menos no se considere que sea negativa.
Una vez elaborada esta lista, se
debe colocar en un lugar donde se encuentre visible para poder leerse todos los
días y se puede recurrir a ella cuando aparezcan los pensamientos relacionados
con ese autodesprecio. En esos momentos hay que detenerse, tratar de calmarse
realizando una serie de respiraciones profundas y, a continuación, es el
momento de recitar en voz alta esa lista de cosas positivas acerca de uno
mismo. También podría ser útil tener esa lista anotada en el móvil para poder
recurrir a ella en todo momento.
3. Desafiar y replantearse los
propios pensamientos negativos relacionados con ese autodesprecio
En aquellos momentos en los que
resulta complicado evitar los pensamientos de autodesprecio, se puede tratar de
tener una conversación con uno mismo, y en ese caso habría que desafiar a ese tipo de pensamientos.
Por poner un breve ejemplo, cuando
se vengan a la mente pensamientos como “me odio a mí mismo”, podría ayudar
preguntarse el “por qué” de ese pensamiento. Si la respuesta es alguna de este
tipo “porque me queda mal esa ropa” o “porque fui el culpable de estropear esa
cita”, o cualquiera de este estilo, habría que recurrir a pensamientos que
desafíen esas conclusiones que se han sacado precipitadamente y sin fundamento.
Entonces hay que decirse a uno mismo “todas esas razones que he dado realmente
no son ciertas” y, a continuación, hay
que razonar los motivos por lo que esos pensamientos no son reales.
Este es solamente un simple ejemplo
y lo que se pretende es explicar que la idea de este tipo de ejercicios está en
que se busque qué es lo que hay de verdad detrás de todos esos pensamientos de
autodesprecio y razonar cuáles son los motivos por los que es real lo que uno
piensa de mentar negativamente hacia sí mismo. Esto puede ayudar a cambiar los
pensamientos negativos hacia una perspectiva diferente que sea más realista y
positiva.
4. Buscar ayuda profesional
Por último, cabe mencionar que no
estamos solos y, por ello, no hay que tener nunca temor o vergüenza para pedir
ayuda. Podemos empezar buscando apoyo por parte de alguien cercano y de
confianza, para después buscar ayuda de un profesional de la salud mental u
optar directamente por el apoyo profesional. En cualquiera de los casos, es importante que se busque ayuda cuando
se esté pasando por un mal momento y no se encuentre la forma de salir adelante
ya que un profesional podrá ayudar a manejar ese autodesprecio y todos esos
pensamientos y sentimientos negativos asociados que causan tanto malestar.