INVESTIGACIÓN | Funcionamiento cerebral
Efe | Granada | El Mundo | 03/09/2013
Investigadores de la Universidad de
Granada han determinado que las personas adictas al juego presentan anomalías
en su funcionamiento cerebral que afectan a su capacidad de tomar decisiones.
A esa conclusión han llegado tras la elaboración de un trabajo en el que
han analizado las similitudes y diferencias psicológicas y de funcionamiento
cerebral que existen entre las personas adictas a la cocaína y las que lo son a
los juegos de azar, según informa la Universidad de Granada.
En dos artículos publicados recientemente en la revista 'Frontiers in
Neuroscience', los científicos han corroborado que la cocaína tiene
efectos perjudiciales acumulativos sobre el funcionamiento de áreas
del cerebro (cíngulo anterior y parte de la corteza prefrontal) necesarias para
el correcto control de impulsos.
Esto se ha comprobado mediante tareas de laboratorio y técnicas de
identificación de anomalías de funcionamiento cerebral a través de la
electroencefalografía.
Estos efectos
negativos sobre el correcto control de impulsos no están presentes en los
jugadores, puesto que su adicción no implica el uso de sustancias tóxicas.
Sin embargo, la
investigación ha revelado que las personas adictas al juego sí que
manifiestan otras anomalías en su funcionamiento cerebral, localizadas
también en áreas de la corteza prefrontal.
Estas anomalías están
relacionadas con la gravedad del trastorno y afectan a su capacidad de
tomar decisiones.
Según los autores
principales del trabajo, José César Perales y Ana Torres, del departamento de
Psicología Experimental de Granada, "esas malas decisiones afectan
al reconocimiento y valoración de las pérdidas que tienen esas
personas, aún cuando dichas pérdidas no se refieren a asuntos monetarios".
Además, en los
voluntarios que participaron en la investigación se observó también que la
tendencia a tomar malas decisiones se incrementa significativamente cuando
experimentan emociones negativas como ansiedad o tristeza.
A tenor de los datos,
los investigadores consideran necesario tener en cuenta que las alteraciones
provocadas por el consumo crónico de la cocaína pueden convertirse a su vez en
un obstáculo para el tratamiento, por lo que deben tenerse en cuenta a la hora
de establecer un pronóstico.
Además, los investigadores han
identificado algunos aspectos claves que debe incorporar el tratamiento dirigido
a la rehabilitación del juego patológico, especialmente en los casos más
graves: tratar directamente los problemas emocionales que disparan la necesidad
de jugar, y realizar un entrenamiento específico que permita al individuo
aprender a valorar de forma adecuada las pérdidas y sus consecuencias.