- En el 90% de los casos, la causa es una enfermedad mental.
- El método y el lugar elegido para quitarse la vida habla de cada individuo.
MARÍA VALERIO | Madrid | El Mundo | 12/01/2013
- Algún trastorno depresivo, un
problema laboral, un resultado médico inesperado... Las especulaciones sobre la
muerte del diseñador Manuel Mota no han dejado de sucederse desde que su cuerpo
apareció con lesiones de arma blanca en el interior de un baño en un centro de
salud, y tres cartas de despedida en la mochila.
- Mientras los Mossos de Esquadra
trabajan con la hipótesis del suicidio y los forenses le practican la autopsia
al cuerpo de Manuel Mota, los especialistas consultados por este periódico
coinciden en que existen algunas circunstancias atípicas en el caso.
- "He visto 700 suicidios a lo
largo de mi carrera, y ninguno con una puñalada en el pecho",
confiesa el forense José Cabrera, que reconoce las dificultades para tener
éxito mediante este medio. "Hay que tener mucho valor, fuerza suficiente
para atravesar la zona, haberla estudiado bien previamente...". Una idea
en la que coincide Dolors Costa psicóloga clínica y miembro de la Asociación
Nacional de Criminalistas (Ancref); "es un método muy infrecuente. Hay que
tener mucha fuerza física, pero también moral, porque va contra el propio
instinto de supervivencia del ser humano".
- "Es una forma muy llamativa,
que oculta una gran autoagresividad", señala por su parte el doctor Jesús
de la Gándara, responsable de Psiquiatría en el Complejo Hospitalario de
Burgos. Detrás del 90% de los suicidios que se cometen, se esconde una enfermedad mental; sobre todo, depresión y esquizofrenia.
- Como señala el doctor Eduard Vieta,
director del Programa de Trastornos Bipolares del Hospital Clínic de Barcelona,
los suicidios de tipo violento (como precipitarse desde cierta altura, usar
armas blancas o de fuego, el ahorcamiento...) son más habituales entre varones;
mientras que las mujeres recurren con más frecuencia al consumo de fármacos
o sustancias. "Cuanto más violento es el método elegido, más incidencia de
patologías psiquiátricas subyacentes suele haber", añade.
Premeditación
- A su juicio, los suicidios son
difíciles de predecir, aunque sí se puede ayudar a la población de manera
indirecta, "perdiendo el miedo a ir al psiquiatra, por ejemplo, porque
está demostrado que hay mayor tasa en personas que no han pedido ayuda".
De hecho, Vieta también desmonta el miedo y el mito a hablar del suicidio en
los medios de comunicación. "Ésta es la primera causa de muerte en jóvenes
de 15 a 35 años, por delante de los accidentes de tráfico. La solución no es no
hablar", señala. "Una persona no se va a suicidar por leer una
noticia sobre suicidios, aunque sí es posible que si está pensando en hacerlo
le dé por imitar los detalles de algo que ha leído", añade.
- Los especialistas también coinciden
en que los suicidios planificados (como los que suelen dejar tras de sí alguna
nota de despedida) suelen llevarse a cabo en la intimidad; "generalmente
en casa o en una habitación de hotel", añade Vieta. Por su parte, los que
se llevan a cabo en lugares públicos suelen responder a un patrón más
impulsivo, menos planificado.
- Coincide con esta distinción el
psiquiatra Luis de Rivera, autor del libro 'Crisis emocionales', que distingue
entre los suicidios muy elaborados y los más impulsivos. En los primeros,
señala, no es extraño que el sujeto termine todas sus tareas pendientes, cierre
las cuentas incluso elabore testamento. "Estas personas suelen elegir
lugares recónditos y solitarios, y su acción responde a una decisión más
elaborada después de analizar su vida. Aunque no es una decisión razonable, el
sujeto está emocionalmente convencido de que es algo lógico", apunta,
"es lo que se conoce como catatimia".
- En cambio, añade, existen otro tipo
de suicidios más impulsivos que responden a un "intento de escapar de una
vivencia. No es exactamente que el sujeto desee morir, pero sí escapar del
sufrimiento, de una experiencia que cree que no puede soportar". Esa
necesidad de escapar se plasma en muertes más impulsivas, en lugares públicos,
más concurridos.
Personas
creativas
- En España, 3.145 personas se quitaron la vida en 2010 (el 78%, varones), según
las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE). El método más
utilizado es el ahorcamiento, seguido del envenenamiento. Precisamente, una
tesis del doctor Luis Mínguez, sobre el suicidio entre poetas de los últimos
250 años, observó que estos creadores utilizaban con más frecuencia para
quitarse la vida las armas de fuego (seguidas de las intoxicaciones), frente al
ahorcamiento que se observa en la población general.
- En este sentido, el doctor Luis de
Rivera, director del Instituto de Psicoterapia de Madrid, señala que la
relación entre trastornos depresivos y creatividad está ampliamente demostrada;
y aunque no se sabe a ciencia cierta la causa, se sospecha que ciertos genes
implicados en la inteligencia y la creatividad también están presentes en
los trastornos depresivos. "Aunque ésta es una hipótesis reciente y poco
desarrollada", admite.
- La depresión, prosigue, tiene que
ver con una experiencia de pérdida, y no es extraño que la creatividad surja
como una manera de escapar a esa tristeza, a esa sensación de pérdida. En el
caso de pacientes con depresión, añade, uno de los momentos de más riesgo de
suicidio es paradójicamente cuando el tratamiento empieza a funcionar y el
paciente empieza a sentirse mejor.
- "Lo primero que mejora con la
terapia es el aspecto físico de la depresión; el paciente recupera fuerzas poco
a poco, empieza a tener apetito... Después viene la mejoría emocional, se
reduce un poco la tristeza y comienza a sonreír. Pero lo último que tarda en
mejorar es el aspecto cognitivo, las ideas negras. Es ahí cuando hay que
extremar la vigilancia y la supervisión del paciente".