Agencias – Servimedia | Madrid | La Vanguardia | 09/01/2023
Un 25% de la
población afirma haber consumido por primera vez un ansiolítico o conocer a
alguien que lo ha hecho durante 2022, y los colectivos con una salud mental más
vulnerable son los jóvenes entre 18 y 29 años, además de las familias con hijos
menores de edad.
Así se desprende del ‘XII Barómetro de las Familias en
España' presentado este lunes y realizado por la empresa de investigación GAD3
mediante una encuesta ‘online’ a 1.002 hogares de todo el país, incluidas las
ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Las familias españolas comienzan a sentir en su salud
mental el impacto de la pandemia y de la crisis económica, según destaca el
informe promovido por la Fundación The Family Watch.
Los indicadores de deterioro de la salud mental en los
hogares encuestados cobran especial relevancia el ámbito personal y familiar.
Así, resulta preocupante que más de la mitad de los entrevistados reconozca
que, ellos mismos o alguien de su entorno, ha sufrido preocupación (77%),
irritabilidad (61%), alteración del sueño (57%) o angustia (54%), durante el
último año, porcentajes que han aumentado con respecto al año anterior.
Las causas de este deterioro de la salud mental, en
los adultos se encuentran sobre todo en las dificultades económicas (70%), el
sentimiento de soledad (46%), y la incertidumbre en general (43%).
Y junto a esto, la sensación de soledad que es,
también, un aspecto que va en aumento, casi el 39% de los encuestados reconoce
haberla experimentado en el último año.
Familias con menores
Con respecto a los jóvenes, el impacto en la salud
mental apunta al ámbito de Internet. Así, las familias españolas consideran que
los principales motivos para el deterioro de la salud mental de los jóvenes son
la influencia de las redes sociales (53%), el aumento del ‘bulling’ en los
colegios (43%) y la baja autoestima (39%).
Según la directora general de GAD3, Sara Morais
Vargas, es destacable que "el deterioro de la salud mental ha sido más
intenso en las familias con hijos menores y también en los adolescentes y
jóvenes". Por ello, añadió que "hace falta un acompañamiento muy
cercano a las familias y los sectores más vulnerables de la población”.
En ambos colectivos, el barómetro destacó un mayor consumo
de alcohol y de ansiolíticos. En la población de 18 a 29 años, se incrementó en
16 puntos el consumo de ansiolíticos que se realiza por primera vez, y en 10
puntos el consumo de alcohol; por su parte, las familias con hijos menores
constataron 8 puntos más en cuanto a consumo de ansiolíticos y 11 puntos más en
cuanto a haber consumido más alcohol de la cuenta.
Crisis e hijos
La incertidumbre también es una consecuencia de la
crisis económica en la que nos encontramos. Más de la mitad de las familias españolas
(52%) considera que la situación económica actual en España es mala. Y todo
ello tiene un impacto especial sobre las perspectivas de futuro de ellas.
Así, un 24% de los encuestados (7 puntos más que en el
barómetro anterior) considera que dentro de un año la situación económica de su
familia será peor que en la actualidad, registrando niveles de pesimismo
similares a los de la crisis sanitaria (30% en 2021) o a los de la crisis
financiera (27% en 2012-2013).
Esta incertidumbre e inestabilidad también afectan a
la hora de formar una familia, y lo demuestra el hecho de que, más del 80% de
los encuestados considere que actualmente existen más dificultades para formar
una familia que en generaciones anteriores.
La prioridad para los jóvenes españoles sigue siendo
viajar y conocer diferentes culturas (73%), seguida de prosperar
profesionalmente (65%) y ampliar los estudios (50%). Por tanto, queda en último
lugar la decisión de formar una familia.
Sin embargo, existe la percepción de que la familia
está bien valorada social y laboralmente, aumentando, incluso, en 6 puntos con
respecto al año anterior (del 51 al 57%).
Internet, series y tv
Otro de los aspectos que se analiza, un año más en el
Barómetro, es el uso de internet y las redes sociales y su incidencia en la
educación y la vida de las Familias. En este sentido, casi un 60% de los
entrevistados considera que son las propias Familias las que deben participar,
como principal actor social, para reducir el impacto de las redes sociales en
los jóvenes.
Son ellas las que deben tener el papel principal en su
gestión y en la educación de los menores. Y junto a esto, más de la mitad de
los encuestados (54%) ha reconocido no estar de acuerdo en considerar que las
series y programas dirigidos a jóvenes (como pueden ser la serie ‘Élite’ o ‘La
Isla de las tentaciones’), fomentan las relaciones “sanas”.
Para María José Olesti, directora general de la
Fundación The Family Watch, “un año más el Barómetro de la Familia TFW, aporta
cuales son las preocupaciones y los problemas a los que se enfrentan las
Familias en España. Necesitamos mayor valentía a la hora de implementar medidas
reales y de calado que realmente les ayuden, y que se les dé una valoración no
solo en el aspecto económico, sino también en el ámbito político y
social".
Por ello, destacó que el anteproyecto de la Ley de
Familias "debe tener en cuenta la generalidad de todos los casos, no
solamente unas minorías, pero todavía se está a tiempo, ya que con los datos de
este Barómetro se puede tener una situación en tiempo real de la familia en
España”.
“El significativo deterioro de la salud mental y el
incremento de las cifras de los problemas psicológicos, demuestran que las
familias necesitan estabilidad, que se les ayude y fortalezca y, por tanto,
alejarlas de la incertidumbre y los vaivenes ideológicos o políticos. Hasta que
esto no suceda, no podremos revertir las pésimas cifras de demográficas que
tenemos en nuestro país”, concluyó.