SALUD | Día mundial de la
salud mental
JOSÉ
MARÍA SÁNCHEZ MONGE (*)Madrid | El Mundo | 10/10/2014
"Me
despidieron en cuanto mi jefe supo que tomaba medicación". Así resumía un
miembro del Comité de Personas con Enfermedad Mental de la Confederación
Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental
(Feafes) el final de su anterior experiencia laboral. Situaciones como esta
ocurren en España en pleno siglo XXI, con mayor frecuencia de lo que muchos
imaginan, y dejando varios artículos de nuestra Constitución en poco más que
papel mojado.
El
75% de las personas con trastorno mental en España asegura haberse sentido
discriminada en alguna faceta de su vida. El laboral es el ámbito donde esta
estigmatización es más frecuente, pero también se da en las relaciones
personales, con el vecindario, e incluso por parte de familiares y
profesionales sanitarios. Por este motivo, hemos elegido el lema "Abriendo
mentes. Cerrando estigmas" para celebrar este Día Mundial de la Salud
Mental.
Desde Feafes pensamos que la base de la discriminación a nuestro colectivo
radica en un profundo desconocimiento general sobre los trastornos mentales, lo
cual provoca que campen a sus anchas todo tipo de prejuicios e ideas erróneas
sobre los mismos. Impredecibles, anti-sociales, vagos, o incluso
agresivos, son algunos de los tópicos que suelen aparecer en cuanto se
habla de enfermedad mental. Cuando la realidad es que un trastorno mental
es una circunstancia más de la persona, pero en ningún caso determina su
personalidad ni tiene por qué condicionar todas las facetas de la vida.
De este modo, en el ámbito de la salud mental nos encontramos en un momento
comparable a cuando se pensaba que el sida se podía contagiar con un abrazo,
las infecciones se curaban con sangrías, o la epilepsia era señal de una
posesión demoniaca. Así, todavía hoy muchos piensan que la
esquizofrenia es similar a una doble personalidad (entre otras muchas
cosas, la mayoría negativas), que una persona con trastorno bipolar cambia de
humor varias veces al día, o que una depresión aparece por una debilidad de
carácter y depende exclusivamente de la falta de voluntad de la persona por
superarla.
Es difícil encontrar una realidad tan incomprendida, y que al mismo tiempo afecte a una
parte tan importante de la población. En España, según datos oficiales, más de
un millón de personas presentan un trastorno mental grave y el 15% de nosotros
tendrá algún problema de salud mental a lo largo de su vida. Sin embargo, la
mayoría de la sociedad desconoce los aspectos básicos de los problemas de salud
mental más frecuentes.
Pero en algo estamos mejorando: cada vez más personas con trastorno mental
se atreven a hablar abiertamente de su diagnóstico, de su convivencia con la
enfermedad. No solo en su entorno cercano sino también en los medios de
comunicación. Esto a pesar de las previsibles consecuencias negativas que puede
conllevar esta decisión en forma de discriminación y rechazo. Para ellos, es
más fuerte la voluntad de visibilizar este tipo de enfermedades, tantas
veces ocultadas, y la conciencia de que nadie debería avergonzarse por tener un
trastorno que nadie ha elegido.
Desde luego, su ejemplo evidencia que un trastorno mental no impide llevar
una vida plena, rompe los moldes de los prejuicios y está empezando a agrietar
el estigma como un barco que navega entre placas de hielo. Ellos encuentran
muchas resistencias a su paso, pero está claro que los que vengan detrás no
encontrarán tantas dificultades.
Desde
Feafes trabajamos día a día para informar a la población sobre la realidad de
los trastornos mentales. Pero sabemos que no es suficiente. Hace falta un
esfuerzo extra de administraciones públicas, entidades y de la sociedad en su
conjunto para ver los problemas de salud mental como cualquier otro aspecto de
la salud. Sólo así llegará el día en que los trastornos mentales dejen de estar
cubiertos por ese manto de desconocimiento y prejuicios, que conduce
inevitablemente a la discriminación.
*
José María Sánchez Monge es presidente de Feafes (Confederación Española de
Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental).