La
Vanguardia|Barcelona | (Redacción de Vivirmejor.com) | 03/12/2013
“El
inicio en el consumo de drogas suele ser una conducta de imitación de modelos
próximos al joven”
El
Dr.José Manuel Benítez Moreno, Médico de Familia de Semergen y Médico adjunto
del Instituto Neuropsiquiátrico y de Adicciones, nos explica las causas,
consecuencias y tratamiento de la drogodependencia en la adolescencia.
¿Qué
alcance tiene el consumo de drogas entre nuestros adolescentes?
Salvo
en el grupo de los hipnosedantes, el consumo de drogas es mayor por parte de
los hombres. Las drogas de mayor consumo entre los jóvenes de 15 a 34 años, en
ambos sexos, son el alcohol, el tabaco y el cannabis, por este orden. Por lo
que respecta al alcohol, el 62.2% de los jóvenes de 15 a17 años lo han
consumido en los últimos doce meses. Resulta preocupante la creciente
prevalencia del consumo global de drogas y especialmente de las intoxicaciones
etílicas agudas entre los jóvenes de ambos sexos a lo largo de los últimos 15
años, con la irrupción de la moda del binge drinking o atracón
de alcohol, muy extendida entre amplios sectores de adolescentes y de adultos
jóvenes.
¿Cuándo
una persona sufre una drogodependencia?
Hablamos
de adicción a una droga o drogodependencia cuando la vida del sujeto se centra
en el consumo persistente de una sustancia tóxica, desatendiendo a necesidades
biológicas y a obligaciones sociales, dedicando gran parte del tiempo a la
obtención de la droga y a su consumo, lo que le conduce a un proceso de
autodestrucción caracterizado por un progresivo deterioro en sus relaciones
familiares, sociales, académicas o laborales, con graves repercusiones sobre su
salud y un alto grado de sufrimiento en la familia.
¿Qué
es lo que empuja a un adolescente al consumo de drogas?
La
adolescencia es una etapa de curiosidad por experimentar sensaciones
desconocidas hasta el momento, en la que predomina una falsa convicción de
invulnerabilidad y prisa por sentirse mayor, lo que hace que los muchachos
puedan caer en conductas de riesgo especialmente en una sociedad donde el
consumo y el culto al éxito presiden la cotidianidad. En lo que se refiere al
consumo de drogas existe, sin embargo, una predisposición individual que hace
que el sujeto sea más vulnerable, y que está determinada por la confluencia de
diversos factores, entre los que destacan la carga genética, involucrada en el
funcionamiento de los receptores cerebrales para la dopamina, los patrones
culturales vigentes en cada momento y ciertas características de personalidad
del adolescente, como pueden ser una pobre autoestima, la baja tolerancia a la
frustración y el estar sometido a situaciones de estrés crónico.
¿Qué
debe hacernos sospechar que un adolescente consume drogas de abuso?
Los
cambios en los hábitos del sueño, de la alimentación, el aislamiento social,
las variaciones bruscas de humor, la irritabilidad, el descenso del rendimiento
académico o laboral, la pérdida de interés por actividades que antes le
atraían, el alejamiento del ejercicio físico, las ausencias injustificadas a
clase o al trabajo, la irrupción de conflictos serios con otros compañeros o la
necesidad de manejar más dinero, pueden ser indicios de que algo no está
funcionando bien, y habrá que prestar atención y ofrecer ayuda al joven.
¿Cómo
prevenir, desde la familia, la drogadicción de nuestros hijos?
La
droga puede ocupar un vacío que la familia no ha llenado, puede cubrir una
insatisfacción no resuelta por las relaciones previas. En la
adolescencia, ante un problema, un conflicto no solventado, pueden adoptarse
conductas autodestructivas entre las que están el consumo de drogas.
La
educación en un ambiente de confianza que sepa transmitir seguridad a los
hijos, en el que reine una relación de respeto mutuo y de empatía
favorece la resolución de los conflictos por vías no traumáticas. Si es
saludable que los progenitores recuerden que ellos también fueron adolescentes
y sufrieron las crisis propias de ese periodo, aún lo es más que prediquen con
el ejemplo.
La
coordinación entre familia, escuela y servicios sociales y sanitarios que
fomenten hábitos saludables de vida y sepan identificar los signos de alarma,
constituye un elemento fundamental en la prevención del consumo de drogas.
¿Qué
pueden hacer los padres de un adolescente cuando éste consume drogas?
Se
hace necesaria una corresponsabilidad de la pareja y mostrar madurez para
afrontar la situación. Hablar con el muchacho o la muchacha sin criminalizar su
conducta (y sobre todo, escuchar), procurando entender su situación y
elaborando conjuntamente la estrategia para superar la situación.
La
mediación de profesionales de la salud y del trabajo social (inicialmente el
equipo de atención primaria) puede resultar de gran utilidad.
Desde
la atención primaria de salud, la entrevista clínica y una exploración física
básica ante cualquier visita del adolescente al centro de salud, sea cual
sea el motivo de consulta, deberá ser la estrategia para detectar las
alteraciones y poner sobre la pista del consumo/abuso de sustancias, trastornos
de la conducta alimentaria y de la imagen corporal y otras conductas de
riesgo.
Nota.- El artículo completo es más
extenso. He dejado de poner párrafos que me han parecido se podía prescindir de
ellos, pero si a alguna persona le interesa leerlo entero puede buscar en La
Vanguardia del día 3 de diciembre de 2.013.