jueves, 26 de junio de 2014

Descifrar el cerebro

NEUROLOGÍA | Especial 25 años
     ·        Los avances científicos han permitido que el cerebro deje de ser un órgano insondable
    ·        Ya se piensa en la posibilidad de regenerar ciertas áreas cerebrales

AINHOA IRIBERRI | Madrid |El Mundo | 23/06/2014

«El cerebro ha dejado de ser una caja negra que dejábamos aparte por creer que éramos incapaces de entenderlo». Con esta frase resume la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid Carmen Cavada, directora de la Cátedra de Neurociencia de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, lo que ha avanzado esta especialidad en el último cuarto de siglo, en un momento en que parece que todo está por hacer.

Así lo demuestran los dos grandes proyectos impulsados respectivamente por el Gobierno de Barack Obama en Estados Unidos y la Comisión Europea, la iniciativa BRAIN y el Human Brain Project que, con una financiación millonaria, se han puesto en marcha en el último año casi de forma simultánea.

Con ambos se pretende avanzar aún más en el conocimiento del cerebro, hasta el punto de que los neurocientíficos no se ponen barreras. «Aspiramos a lograr regenerar el cerebro; ya hay fármacos prometedores en fase de investigación, aunque aún nos suene a ciencia ficción», afirma el presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Alfredo Rodríguez-Antigüedad.

Los retos pendientes afectan sobre todo a distintas enfermedades relacionadas con el cerebro, sobre las que aún son más las lagunas que las certezas. Cavada las resume en estos tres grupos: las enfermedades mentales, las neurodegenerativas y las que afectan al sistema nervioso central, sobre todo las más prevalentes en niños, como el autismo. «Son patologías que afectan al núcleo mismo de la persona», resume.

Pero, para ni siquiera plantearse llegar a este punto, ha sido necesario un impulso en la investigación del que los últimos 25 años han sido testigo de excepción. Los avances tecnológicos han sido el pilar de este cambio de paradigma, que ha hecho que el cerebro deje de ser un órgano insondable y sea ahora el protagonista de los proyectos de investigación más ambiciosos. Como subraya Cavada, ha entrado en esta liga por detrás de otros grupos de enfermedades, como las cardiovasculares o el cáncer. Pero la irrupción de las pruebas de diagnóstico por imagen, con especial mención a la resonancia magnética,  han logrado que estudiar el cerebro vivo fuera posible, algo que parecía ciencia ficción hace 40 años.

En este tiempo, se ha logrado mejorar el diagnóstico y tratamiento de distintas enfermedades neurológicas. Aunque el Alzheimer siga siendo incurable, ese estatus lo han abandonado otras dolencias al menos igual de comunes. Rodríguez-Antigüedad menciona dos: la esclerosis múltiple, para la que hasta hace 15 años no existía tratamiento y era la primera causa de discapacidad en adultos jóvenes; y el ictus, que comparte especialidad con la Cardiología y ha logrado ser tratado en su fase aguda, consiguiéndose deshacer los trombos sanguíneos que lo provocan y que muchos pacientes sobrevivan sin secuelas.

Detrás de estos espectaculares avances no sólo está la tecnología de diagnóstico por imagen. Como explica Cavada, la I+D, sobre todo en animales, ha permitido que los neurocientíficos comprendan qué circuitos cerebrales están activos en distintos procesos, algo que también ha tenido impacto en el diseño de tratamientos personalizados. El presidente de la SEN habla también de la importancia del avance del diagnóstico genético y molecular, algo que ha afectado a todos los aspectos de la Medicina pero que ha tenido aún más impacto en esta especialidad, quizás porque hacía más falta.
«Conocemos mejor la base de muchas enfermedades, como la epilepsia e incluso el Parkinson, estamos en un momento esplendoroso», afirma Rodríguez-Antigüedad. Sin embargo, el lado oculto de este momento de gloria lo da la cada vez más elevada prevalencia de enfermedades neurodegenerativas que se asocian a un mayor envejecimiento de la población. La principal es el Alzheimer, para la que aún no existe cura. «Es una auténtica epidemia», enfatiza Cavada. Aún así, muchas son las esperanzas puestas en la investigación actual, que hacen ver a estas inescrutables dolencias como un enemigo próximo a vencer, aunque aún no se haya dicho la última palabra.

La atención a las enfermedades mentales, en la UCI

ESPAÑA | Efectos de los recortes
·        Los recortes y las políticas en la sanidad pública han deteriorado la atención en este campo
·        Psiquiatras y psicólogos se movilizan en protesta con las nuevas directrices sanitarias
·        Los pacientes se quejan de la falta de tiempo y del cambio frecuente de médicos

ÁNGELES LÓPEZ | Madrid | El Mundo | 11/06/2014

La crisis, el paro, los recortes... El ambiente social que nos rodea ha variado drásticamente en los últimos años, un cambio que está dejando huella en la salud mental. ¿Cómo está afrontando el Gobierno español estos problemas? ¿Está destinando más recursos a las consultas de psiquiatría?.

Carlos Mañas (1966, Vigo) conoce muy bien los puntos negros de la atención mental en el sistema público. Hace ocho años le diagnosticaron trastorno bipolar en grado 1, el más grave en esta enfermedad. "El tiempo entre consulta y consulta está, en mi caso, entre los cuatro y cinco meses. Si tengo un problema entre tanto, o un brote psicótico, mi única opción es acudir a las urgencias hospitalarias. Allí, me puede atender el psiquiatra, si mi brote coincide con su horario, o un médico cualquiera", asegura.

Otro aspecto en el que insiste es en el desfile de caras. "A lo largo de estos ocho años, me han tratado cuatro psiquiatras diferentes y seis médicos de familia. El problema es que cuando cambia el médico tienes que volver a contar todo de nuevo y, en función de cómo lo diga o su criterio, el diagnóstico o el tratamiento pueden cambiar. La incertidumbre que te da esto es muy difícil de aguantar".

Esta dificultad para ser atendido por un especialista cuando el estado de ánimo se hunde es también denunciada por José Manuel Arévalo, presidente de la Federación En Primera Persona, que reúne a unas 10 asociaciones de pacientes en Andalucía. "La primera consulta no funciona mal, pero cuando entras en las revisiones tardan más, unos tres meses o seis, si el proceso es más estable. Además, el tiempo que estás con el médico también es menor, entre cinco y 10 minutos, a veces cuando llegas ya casi están con la receta en la mano", afirma.

Tanto Mañas como Arévalo son conscientes de los recortes y las dificultades que  tienen los profesionales para realizar su trabajo. "No tienen la culpa. Pero los profesionales están descontentos. Hay desmotivación porque se les está apretando mucho", explica este último.

Por estos y otros motivos, 80 psiquiatras y psicólogos han publicado la Declaración de Atocha: En defensa de la atención pública a la Salud Mental. Manifiesto al que se han unido las principales sociedades médicas y asociaciones de pacientes del sector.

"En los últimos años, la situación sanitaria en salud mental ha empeorado, los recursos han disminuido considerablemente, y no es tanto debido a la crisis sino a la línea política que se está instaurando, neoliberal, de libre mercado y competencia, que no es un modelo apropiado para el sistema sanitario público en general y mucho menos para la atención mental", explica Consuelo Escudero, psicóloga clínica en Madrid y una de las firmantes de la Declaración de Atocha.

Quizás por este deterioro de la atención pública el número de pacientes que recurren a un servicio privado esté aumentando. De hecho, hasta el 30-40% de las personas con algún trastorno mental acude a la psiquiatría privada. Pero es un dinero importante, en un colectivo donde hay mucha gente que tiene una pensión contributiva o que no trabajan.

Como señala Teresa Suárez, psiquiatra, "cuando hay menos recursos, fundamentalmente recursos humanos, la calidad se tiene que deteriorar. Este tipo de prestación se ha ido debilitando y algunas cosas prácticamente están de facto abolidas".
La situación, aunque con algunas variaciones, parece ser muy similar entre las diferentes comunidades autónomas. "La realidad no es la misma pero hay preocupaciones comunes. Bajo conceptos que en principio pueden parecer neutrales o incluso positivos, como calidad o excelencia, en realidad lo que esconden es una priorización de los aspectos económicos sobre los asistenciales

No es sólo un asunto económico, también organizativo, asegura José García, psiquiatra en Oviedo: "Cuando se desarrolló la reforma psiquiátrica, se constituyeron equipos multidisciplinares que en este momento están fragmentados porque se ha detenido el proceso de atención comunitaria. No se fomenta el trabajo en equipo y se pierde un elemento fundamental que es el análisis conjunto, la elaboración de tratamientos y estrategias conjuntas.

No menos importante es otro aspecto que critican tanto pacientes como profesionales: la reforma del Código Penal que actualmente está tramitando el Congreso. Un cambio jurídico que cada vez puede afectar a más personas.


 Nota.- El artículo es más extenso. Si se quiere leer completo puede encontrarse en el periódico y fecha arriba mencionados.