sábado, 24 de mayo de 2014

Jean Oury, renovador de la psicoterapia

OBITUARIO

Quiso devolver la humanidad a los enfermos mentales y abogó por darles autonomía en los hospitales

JUAN PECES | EL PAÍS | 25/05/2014

Francia celebra estos días la vida fecunda de un hombre que, en su bendita locura, quiso devolver la humanidad a los enfermos mentales y hacerlos corresponsables —en la medida de sus facultades— de su esquivo bienestar. Se llamaba Jean Oury y nació el 5 de marzo de 1924 en La Garenne-Colombes, en la periferia de París. Pero España debería también honrar su memoria, porque su principal maestro fue el psiquiatra catalán Francesc Tosquelles, discípulo a su vez de Emilio Mira y López, titular de la primera cátedra de Psiquiatría española.

El gran proyecto vital de Oury, el que representó su forma de entender la psiquiatría y el psicoanálisis, fue la clínica de Cour-Cheverny, más conocida como La Borde y situada a 180 kilómetros de París. El psicoanalista, miembro de la Escuela Freudiana de París fundada por su maestro Jacques Lacan (les unieron 20 años de terapia), creó el establecimiento en 1953 y reclutó como director adjunto al también psicoanalista y filósofo Félix Guattari (1930-1992).

Oswaldo Muñoz —pluma exquisita— visitó el centro en calidad de escritor en 1992 y lo describió para este diario como “un auténtico falansterio, armonioso e irreal (…), cuyos enfermos se benefician de una experiencia única y de una autonomía inconcebible dentro del marco hospitalario convencional”.

Oury buscaba acoger a los pacientes en un entorno abierto, acabar con el aislamiento concentracionista, evitar el recurso a las terapias agresivas e introducir la autogestión en la práctica psiquiátrica. Así lo hizo durante 60 años hasta que el pasado 15 de mayo, enfermo de un cáncer de páncreas, falleció en la misma localidad donde levantó su clínica-utopía, y donde en 1992 murió también su discípulo, Guattari. Quien, por cierto, le dijo a Muñoz que La Borde no fue heredera de la antipsiquiatría de los años setenta, sino de la “psicoterapia institucional” desarrollada por Tosquelles: “Nuestro objetivo consiste en crear un ambiente de relación y de responsabilidad entre los enfermos y el personal sanitario que provoque una apertura al mundo exterior”.

En la mesa de trabajo de Oury figuraba una escultura de Don Quijote, símbolo de su lucha contra las ideas recibidas acerca de la psiquiatría institucional. “Tuvimos problemas desde el inicio”, dijo Oury en cierta ocasión. Y tanto. Sacó literalmente a sus pacientes del hospital de Saumery, descontento con la Administración, y acabó estableciéndose en el castillo en ruinas de La Borde. Más tarde, una inspectora visitó el lugar y concluyó: “Sí, no está mal. Es un entorno para vivir, pero no es un entorno para sanar”.

Lo que esa inspectora no entendió entonces es que Oury pretendía sanear el entorno para mejorar la calidad de vida y la salud de sus pacientes. Fue una idea aprendida de su mentor durante su estancia en un hospital psiquiátrico, como explicaba en una entrevista publicada en 2012 por el diario La Croix: “En 1947, después de mi etapa de internista, llegué al hospital de Saint-Alban, que había conocido una profunda transformación bajo la influencia del psiquiatra François Tosquelles, refugiado catalán [exiliado del franquismo en Francia]. Éste creía que, para curar a los enfermos, lo primero que había que hacer era sanar el hospital. Si no, el entorno hospitalario se convierte en algo nocivo”.

Para llevar a cabo esa tarea, Oury puso en marcha en La Borde una serie de propuestas renovadoras que incluían la participación de los internos en la toma de decisiones, la celebración de asambleas, la promoción del arte y el teatro, la ausencia de camisas de fuerza y espacios cerrados y lo que él llamaba el “respeto al enigma” o la opacidad del individuo en un contexto terapéutico.

Oury fue también un intelectual que frecuentó, además de a Lacan y a Guattari, a Antonin Artaud, Gilles Deleuze y Jean Renoir. Fue autor de una veintena de ensayos, entre ellos Psiquiatría y psicoterapia institucional, La alineación, La psicosis, la muerte, la institución, El colectivo y A qué hora pasa el tren. Conversaciones sobre la locura. Su práctica clínica quedó reflejada notablemente en el documental La moindre des choses (1997) de Nicolas Philibert.

Cero stress


Mariana Alvez – Psicología Positiva | 04/09/2010

El stress se muestra como el gran enemigo de nuestra rutina, nos cansa, nos agobia, nos quita productividad y peor aún, incluso puede tener graves consecuencias para nuestra salud.  Sin embargo, no nos olvidemos que poseemos una capacidad asombrosa para adaptarnos, para buscarle  el sentido a las experiencias negativas, para aprender a crecer gracias a las adversidades. Esta cualidad innata en nosotros está más desarrollada en algunos sujetos, pero tú puedes escoger ser uno de los privilegiados.

Desde la Psicología Positiva podemos lidiar con el stress haciendo uso de herramientas sencillas que ya tenemos pero que solemos olvidar de que existen en nosotros o sencillamente no le brindamos la importancia que tienen.

El humor se nos presenta como un aliado para vivir una vida más tranquila y placentera, busquemos cultivarlo ya sea en salidas con amigos o dedicándonos al menos una vez por semana a mirar una buena película cómica. ¿Sabían que al reír se mueve el diafragma y el abdomen se contrae? Esto produce un efecto muy relajante en nuestros músculos del cuerpo así como los del rostro. La risa también es la responsable de bajar los niveles de cortisol, hormona vinculada con el estrés fisiológico producido por enfermedades o cirugías.

El optimismo puede ser utilizado también para disminuir nuestros niveles de stress, ya que nos permite ver la vida de una manera más despreocupada y nos conduce a confiar en nosotros y en nuestras capacidades. Es confiar en que si nos esforzamos y le impregnamos valor a las cosas que hacemos el futuro será como lo planeamos. El optimismo nos permite enfrentarnos a las adversidades con perseverancia y nos ayuda a entender que dentro de todo lo malo siempre hay un aprendizaje. Debemos enfocarnos en encontrar soluciones, no regodearnos en la miseria de nuestros problemas.

Cultiva el buen humor, aprecia el momento presente y disfruta cada detalle del mismo, no te sobre exijas ni tampoco caigas en la apatía, intenta vivir una vida equilibrada, no le des a las situaciones más importancia de la que tienen, intenta agregar en tu rutina actividades que te generen placer. Cambia tu perspectiva si la que tienes ahora no te está dando resultados, a veces todo se reduce a una simple elección y si sientes que no puedes solo, sabes que siempre puedes contar con la ayuda de un profesional. El primer paso radica en utilizar lo que ya posees y sacar provecho de tus propias fortalezas. Vive la vida…ama la vida…cero stress.


Una ayuda para la memoria de los mayores: la risa

Un estudio sugiere que el humor ayuda a mejorar la capacidad de recuerdo y reduce la hormona del estrés
HealthDay News | Robert Preidt, traducido del inglés | 28/04/2014

        Estrés
        Memoria

El humor y la risa podrían ayudar a combatir la pérdida de la memoria en los adultos mayores, sugiere un estudio reciente.
Investigaciones previas han hallado que la hormona del estrés, el cortisol, podría dañar la memoria y la capacidad de aprendizaje en los adultos mayores. Este nuevo estudio examinó si la risa podría reducir el daño provocado por el cortisol.
Los investigadores mostraron un video humorístico de 20 minutos a un grupo de personas mayores sanas y a un grupo de personas mayores con diabetes. Se comparó a esos grupos con un grupo de adultos mayores que no vieron el video.
Los dos grupos que vieron el video gracioso mostraron unas reducciones significativas en los niveles de cortisol, y unas mayores mejoras en las pruebas de memoria, en comparación con el grupo que no vio el video. Los del grupo de diabetes mostraron la mayor reducción en los niveles de cortisol, mientras que los del grupo sano obtuvieron la mayor mejora en las pruebas de memoria.
El estudio fue presentado el domingo en la reunión de Biología Experimental en San Diego. Las investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar como preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
"Es sencillo: mientras menos estrés tenga, mejor será su memoria", señaló en un comunicado de prensa de la Federación de Sociedades Americanas de Biología Experimental (Federation of American Societies for Experimental Biology) uno de los autores del estudio, Lee Berk. "El humor reduce las hormonas nocivas del estrés, como la cortisona, que reducen el número de [neuronas] de la memoria, reduce la presión arterial, aumenta el flujo sanguíneo y mejora el estado de ánimo. El acto de reír (o simplemente de disfrutar del humor) aumenta la liberación de endorfinas y dopamina en el cerebro, lo que provee una sensación de placer y recompensa".
"Esos cambios neuroquímicos positivos y beneficiosos, a su vez, hacen que el sistema inmunitario funcione mejor", añadió Berk. "Incluso hay cambios en la actividad de las ondas del cerebro hacia lo que se conoce como 'banda de frecuencia de las ondas gamma', que también mejoran la memoria y la capacidad de recordar. Así que resulta que la risa no solo es buena medicina, sino que también mejora la memoria y la calidad de vida".
Los hallazgos podrían usarse para diseñar programas de bienestar para las personas mayores, según el autor del estudio, el Dr. Gurinder Singh Bains. Tanto Berk como Bains trabajan en la Universidad de Loma Linda, en California.
El estudio no probó que el humor compense por la pérdida de memoria, solo halló una asociación entre ambas cosas.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTE: Federation of American Societies for Experimental Biology, news release, April 27, 2014


Fumar ocasionalmente porros también daña el cerebro de los jóvenes


Investigadores descubren que el consumo de marihuana entre una y siete veces a la semana daña regiones cerebrales claves para las emociones y la motivación

La Vanguardia Vida | 16/04/2014

Barcelona -Reuters.

Los jóvenes que fuman marihuana ocasionalmente  también sufren cambios potencialmente dañinos en sus cerebros, al alterar la droga regiones de la mente relacionadas con la motivación y las emociones, según ha descubierto un grupo de investigadores. La diferencia de este estudio, que se publica este miércoles en Journal of Neuroscience, es que la mayoría de investigaciones sobre este tema se centran en personas muy fumadoras y de tipo crónico.

Este estudio es una colaboración entre el centro de educación médica de la Northwestern University, el Masachusetts General Hospital y la Harvard Medical School y sus conclusiones muestran una relación directa entre el número de veces que una persona fuma cannabis y los daños cerebrales.

"Hemos visto que personas de entre 18 y 25 años sufren cambios en regiones cerebrales clave en las que no hay que jugar", explica el doctor Hans Beiter, uno de los autores del estudio y profesor de psiquiatría y ciencia del comportamiento en la Northwstern University.

En concreto, el estudio ha identificado cambios en el accumbens y la amígdala cerebrales (regiones que son clave para regular las emociones y la motivación) entre fumadores de marihuana que fuman entre uno y siete porros a la semana. Los cambios afectaban al volumen, la forma y la densidad de estas áreas cerebrales. Sin embargo, hacen falta más cambios para determinar si estos cambios tienen consecuencias a largo plazo o se solucionan con la abstinencia.