Lostubos – Con Información de MILENIO | 04/11/2024
Para el psicólogo Rafael Santandreu, la vía hacia la felicidad es sacarse
necesidades de encima y trabajar en la salud emocional. Dice que la plenitud en la
vida radica en un simple principio: todo es mental;
señala MILENIO.
El escritor ha vendido más de 1.5 millones de libros y hoy
presenta No hagas montañas de granos de arena (y todo son granos de arena) publicado
por Grijalbo.
En entrevista con MILENIO, el autor da consejos, se
ríe, cita a Charles Darwin y a Epicteto, parece tener una historia
feliz para cada respuesta y nada parece ponerlo de mal humor.
¿La búsqueda de la felicidad siempre será complicada?
Perseguir la felicidad es normal en el ser humano.
Charles Darwin escribió lo siguiente: “Después de todos los viajes que he hecho
y todas las especies que he investigado, he llegado a la conclusión de
que el destino normal del ser humano es ser inmensamente feliz”,
y se preguntaba “¿Por qué no lo somos? ¿Por qué no vivimos de manera natural?”
¿Qué es lo que pasa? Creamos necesidades artificiales y eso es lo que nos
separa de la felicidad. Necesito ser delgado, necesito tener muchos amigos,
necesito tener éxito, tener novia y 10 mil cosas más. Cuantas menos
necesidades tengas, más fácil es ser feliz.
¿Y qué es lo que propones en tu libro?
Básicamente, que la vía regia hacia la fortaleza mental y
que la felicidad es sacarse necesidades de encima. Tienes que comprender en
profundidad que lo único que necesitas para ser muy feliz es el agua y la comida
del día. Repito, no necesitas un trabajo, no necesitas tener
éxito, no necesitas tener novia.
«San Francisco de Asís, al final de su vida, dijo la
siguiente frase. “Cada vez necesito menos cosas y las pocas que necesito, las
necesito muy poco”. Estoy seguro de que era un tipo muy fuerte y muy feliz».
¿Crees que es complicado lograrlo?
Este trabajo hay que hacerlo cada día, es un entrenamiento y
yo lo hago cada día también. Hace unos días, cuando venía de Madrid a México,
me quitaron en la aerolínea mi boleto de primera clase y me mandaron a
turista, y lo que hice fue convencerme muy
intensamente, me costó un poco, de que yo no necesitaba estar libre de
injusticias en la vida ni viajar en business.
«No lo necesitaba para ser muy feliz. Es en esos
momentos calientes donde se construye el desarrollo personal y hay que ser
intenso y estar comprometido a cambiar tu mentalidad. Ya en el
vuelo conocí un azafato que se acababa de jubilar, era una persona
extraordinaria y por ser ex trabajador le llevaron de todo, comida especial, y
nos lo pasamos muy bien».
¿Entonces cuál es tu mensaje?
Que hay que trabajar sobre cada adversidad, las
pequeñas y las grandes, que te suceden cada día para minimizar el impacto que
tienen sobre ti. Es un entrenamiento porque a lo mejor nuestra sociedad nos
empuja a dramatizar, terribilizar, como digo yo, a cargarte de
necesidades, exigencias, hiperexigencias hacia la
sociedad, hacia la gente que te rodea, hacia ti mismo, y eso realmente es el
cáncer de la salud mental.
«Entonces tienes que revertir eso que tú estás
copiando de lo que ves a tu alrededor. Tienes esa dificultad, pero el premio es
enorme porque lo que haces es que el impacto de cualquier adversidad en tu vida
disminuye y solo eso ya te da un espacio increíble para gozar de lo que sí
tienes, que siempre es inmenso«.
¿Cómo cambiar ese chip que ya traemos?
Empecemos por la lógica, como dijo Epicteto, el
filósofo del siglo I: “No nos afecta lo que nos sucede,
sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede”, y es muy evidente que
realmente nuestro cerebro interpreta la realidad, que no tiene una valoración
de lo que es bueno o es malo, es tu cerebro, es tu mente quien la hace, por tanto,
por lógica, ¿por qué no cambiarlo? El juego está en las evaluaciones,
no en el exterior. Todos tenemos esa evidencia cada día, todos los días.
Te veo muy feliz, ¿nunca te enojas?
Mira, otro principio de la psicología cognitiva es huir
del perfeccionismo, el perfeccionismo es sinónimo de neurosis porque el
universo no es perfecto, es hermoso, increíble, mágico, pero no perfecto.
Entonces, tampoco hay que buscar la perfección en tus estados
emocionales, hay que buscar la optimización, no la perfección.
«Jamás dejaré de enfadarme, de ser un poco celoso, pero aspiro a
tener cada día menos neurosis y acercarme más a ese perro que disfruta en la
playa como un loco. La etapa más feliz del ser humano
es cuando empieza a pensar correctamente».
Entonces, ¿la felicidad es una decisión personal?
Claro, no es un hecho que viene del exterior, pero la
sociedad nos transmite esa hiperexigencia, esa insatisfacción constante, y por
qué lo hace, porque es un motor del consumo y lo activa.
Por eso las generaciones más jóvenes están peor. Nuestros abuelos, decíamos
antes, tenían más fortaleza emocional porque había menos consumo, se activaba
menos la insatisfacción en el alma humana.
«Pero el dueño de tu mente eres tú y te puedes proteger de
todo eso perfectamente, incluso aprovechar las ventajas de la vida moderna, que
algunas tiene, y esquivar las desventajas. Piensa que si la gente tuviese
muy pocas necesidades y estuviese inmensamente
satisfecha, consumiría muy poco. Estaría jugando y haciendo el amor en la playa
todo el tiempo».
¿Qué te gustaría que el lector aprenda o sienta?
Para cada situación de la vida, por dramática
que te parezca, hay una manera de pensar que gira la tortilla completamente y
que la hace neutra o incluso positiva. Y todo el mundo puede aprender a hacerlo.
Incluso la peor de las adversidades, que es la muerte.
Existe una manera de pensar en ella que minimiza mucho el impacto que puedas
tener.
En los últimos capítulos del libro hablas de la existencia del más allá.
Es una cosa bastante controvertida, hablo de otra vida. ¿Por qué? Porque
esa cognición, esa manera de entender la vida y la muerte es
la manera estrella de deshacer el impacto negativo emocional que
tiene la muerte de tus seres queridos o la tuya propia.
Dices que es necesario recuperar la fortaleza mental que tenían nuestros
abuelos. ¿Por qué?
Porque las adversidades no van a dejar de
venir, eso es absurdo. No creo que el covid fuese una adversidad demasiado
grande, de hecho, yo la calificó de bastante pequeña. La
gente estaba en sus casas con las neveras llenas jugando PlayStation y yo no
considero que eso sea una gran adversidad. Si la comparo con la Segunda Guerra
Mundial, me parece que era muy diferente, o sea, ya les hubiese
gustado a la generación que vivió la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Civil
Española estar en sus casas así.
¿Todo es cuestión de cómo lo asimiles?
Es que puedes pensar de esta manera, de que no fue la gran
cosa, o puedes convencerte a ti mismo de que el covid fue el fin del mundo, de
que la guerra nuclear te impedía ser feliz, pero el único perjudicado vas a ser
tú si piensas de esta manera. La filosofía estoica nos propone la idea
de que prácticamente nada puede impedirte ser feliz.
¿Eres gran admirador de Epicteto?
Sin duda, fue uno de los grandes padres del estoicismo y de la psicología
cognitiva, nació esclavo, su dueño lo vendió al nacer y se lo
llevaron a los pocos meses de Grecia a Roma, donde le educó un nuevo amo y él
decidió ser feliz y no quejarse de esa situación. Eso precisamente le hizo alcanzar
la libertad en su primera juventud y establecer las bases
de filosofía más importantes de todos los tiempos. Si yo intento
ser como Epicteto, creo que me va a ir muy bien la vida y si
intento ser como Paris Hilton, pues igual no tan bien.