PAZ PINEDA | elespanol.com | 09/03/2025
Es un padecimiento que, en algunas
ocasiones, llega a necesitar terapia en función del estado que alcance el
afecto.
Los sentimientos son tan
complicados de "educar" que la mayoría de las ocasiones resulta una
misión imposible. Lo preocupante es cuando ese estado se convierte en
obsesivo-compulsivo y de ello depende tu bienestar mental.
La limerencia es
un trastorno psicológico poco conocido, pero sorprendentemente común, que
afecta a muchas personas sin que se den cuenta. Se trata de una forma de
obsesión amorosa, un estado involuntario que no solo altera la forma en que
vemos a una persona, sino que también puede perturbar nuestras vidas diarias, causando
ansiedad, obsesión y un profundo miedo al rechazo.
Es un trastorno psicológico como otro cualquiera, con
sus síntomas, fases y una cura. Sin embargo, contiene una clara diferencia con el
enamoramiento "clásico",
propiamente entendido. Pero, aunque de diferente manera, este fenómeno que
puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental y emocional.
Qué
es la limerencia
El concepto de limerencia fue introducido por la
psicóloga estadounidense Dorothy Tennov en 1979, quien lo definió como un estado de enamoramiento tan
intenso que
se convierte en una obsesión, afectando negativamente el bienestar emocional de
quien lo experimenta.
Según la psicóloga española Marta Garrido González, la
limerencia se caracteriza por pensamientos obsesivos sobre la persona deseada,
lo que puede llegar a interferir con las tareas cotidianas. "Es la obsesión por ser amado",
señala Garrido, destacando que esta obsesión puede evolucionar rápidamente de
un enamoramiento saludable a una relación desequilibrada y destructiva.
La persona que sufre de limerencia busca constantemente señales de reciprocidad en la relación, ya sea de manera física, emocional o a través de pequeñas muestras de cariño. Sin embargo, el amor en la limerencia rara vez es correspondido, lo que genera un sentimiento constante de ansiedad y sufrimiento.
Los
síntomas de la limerencia
Los síntomas de la limerencia varían de una persona a
otra, pero algunos de los más comunes son:
· Pensamientos obsesivos. Las personas que padecen limerencia tienden a pensar
en la persona amada de manera constante, a menudo con pensamientos intrusivos
que interrumpen su vida diaria.
·
Miedo al rechazo. El temor de no ser correspondido o ser rechazado es
una constante en quienes sufren este trastorno.
·
Idealización del objeto de amor. La persona con limerencia tiende a ver a su objeto
de deseo de manera idealizada, ignorando o minimizando sus defectos.
·
Ansiedad y depresión. Las emociones intensas y la falta de reciprocidad
pueden provocar síntomas físicos como sudoración, temblores, dificultad para
dormir, y una ansiedad generalizada.
·
Comportamientos compulsivos. La necesidad de comprobar constantemente si la otra
persona siente lo mismo, o de buscar señales de afecto, es un comportamiento
típico de la limerencia.
Fases
de la limerencia
La limerencia no ocurre de manera repentina; más bien,
se desarrolla en fases, que se intensifican conforme avanza el trastorno:
· Enamoramiento. En esta fase inicial, el individuo comienza a sentir
una fuerte atracción por otra persona, y rápidamente empieza a imaginar una
relación idealizada. Incluso si está en una relación estable, podría cuestionar
si cambiar de pareja por alguien que percibe como “más perfecto” sería la
decisión correcta.
·
Cristalización. A medida que los sentimientos se intensifican, el
enamoramiento se convierte en una obsesión. La persona idealiza aún más a su
objeto de deseo, fantaseando con un futuro idílico juntos, mientras justifica
la ruptura de su relación actual o la búsqueda constante de atención y cariño por
parte del otro.
·
Deterioro. En esta fase final, la persona comienza a ver los
defectos en el objeto de su obsesión, y la relación idealizada comienza a
desmoronarse. Sin embargo, lejos de mejorar la situación, muchos no logran
superar la frustración y deciden abandonar la relación sin buscar una solución
real a los problemas.
Diferencias
entre la limerencia y el enamoramiento
El enamoramiento es un sentimiento natural y saludable que todos experimentamos en algún
momento de nuestras vidas. Es una fase llena de excitación, alegría y pasión,
donde existe una reciprocidad emocional entre ambos individuos.
En cambio, la limerencia se distingue por su falta de
reciprocidad, lo que crea una dinámica emocionalmente desequilibrada. En el
enamoramiento, las emociones son compartidas, mientras que en la limerencia, la
persona obsesionada vive en un constante estado de ansiedad por lograr que sus
sentimientos sean correspondidos.
Si bien la limerencia puede parecer inofensiva en sus primeras etapas, sus consecuencias pueden ser devastadoras para la
salud emocional. La ansiedad constante, la obsesión y el miedo al rechazo
pueden desencadenar trastornos más graves, como la depresión, los trastornos de
ansiedad y, en casos extremos, pensamientos suicidas.
Las personas que lo padecen, a menudo se aíslan
socialmente, descuidan sus responsabilidades y relaciones, y se vuelven
incapaces de disfrutar de actividades cotidianas que no estén relacionadas con
su obsesión amorosa.
Cómo
tratar la limerencia
Si experimentas pensamientos obsesivos, miedo al
rechazo o una fuerte dependencia emocional hacia alguien, es posible que estés
lidiando con este trastorno. Reconocer los síntomas y buscar ayuda profesional
es crucial para evitarla.
El tratamiento para la limerencia generalmente
involucra terapia psicológica, especialmente cuando el trastorno afecta la vida
cotidiana de la persona. El objetivo es ayudar al individuo a reconocer y
controlar sus pensamientos obsesivos, y trabajar en la reestructuración de su
percepción del amor y las relaciones.
La psicóloga Jennifer Vencill sugiere que es
fundamental que la persona afectada aprenda a distraerse de los pensamientos
intrusivos y empiece a racionalizar sus emociones. Además, la intervención
terapéutica puede incluir estrategias para reducir la ansiedad y mejorar la
autoestima, ayudando a que la persona recupere el control de su vida emocional.