PILAR HERNÁN | Hola.com | 24/03/2022
Los trastornos obsesivos más comunes son el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y el Trastorno Obsesivo Compulsivo de la Personalidad (TOCP) y las obsesiones más comunes dentro del TOC son:
- Obsesión por los gérmenes, la
suciedad y la contaminación.
- Obsesión por el orden, la simetría
y la organización.
- Obsesión por la seguridad y
verificación de la misma.
- Obsesión por acumular objetos o cosas.
- Obsesiones morales o religiosas.
- Obsesión por la posibilidad de
perder el control y causar daños a otras personas y a uno/a misma.
- Obsesiones sexuales.
- Obsesión por la posibilidad de que
pueda ocurrirle algo malo a un/o mismo y a sus familiares.
- Obsesiones de contenido supersticioso (números o prendas de vestir de la buena o mala suerte).
¿Cuáles son las claves para gestionar bien estas situaciones?
La experta nos da algunos consejos útiles que nos pueden ayudar a afrontar mejor estas situaciones:
·
Tomar
consciencia de estos pensamientos y/o comportamientos puede aportar fuerza para
solucionarlo. Informarse y leer acerca de
este tema, puede ayudar a la persona a darse cuenta de que otras, también han
pasado por la misma situación y es posible solucionarlo.
·
Comprender
que esos pensamientos son irracionales,
ya que la mayor parte de las veces, no se cumple lo que pensamos que puede
ocurrir. Y en este punto, a veces, es necesario pedir ayuda profesional para
que alguien nos guie y nos enseñe técnicas específicas y adecuadas a nuestro
caso.
·
Practicar
algún deporte que nos guste,
la meditación y/o las técnicas de relajación para reducir los niveles de
ansiedad puede ayudar a desviar la atención de esos pensamientos y como
consecuencia, a bajar un poco el nivel de malestar.
·
Si
estos pensamientos interfieren en nuestra vida diaria de forma significativa y en nuestras
relaciones interpersonales, lo mejor es pedir ayuda a un profesional para que
pueda realizar una evaluación, un diagnóstico y un tratamiento terapéutico
adecuado a nuestro caso.
¿Es
complicado convivir con una persona con rasgos obsesivos?
En opinión de la psicóloga, convivir
con una persona con rasgos obsesivos puede llegar a ser complicado,
especialmente en casos con un alto grado de perfeccionismo, orden, control y
rigidez, debido a que siempre suelen ser los demás quiénes deben adaptarse a la
forma de hacer las cosas de la persona con estos rasgos, bajo unas normas,
pautas, horarios o un orden establecido, lo que puede acabar generando
discusiones y conflictos. “El trabajo en equipo puede llegar a ser
realmente complicado y los demás pueden sentirse juzgados y desvalorizados por
no alcanzar esa 'perfección' que se exigen a ellos mismos y a los demás.
Además, puede llegar a ser frustrante para los convivientes el hecho de no
poder compartir más tiempo juntos, dejarse llevar más en algunas situaciones
sin tantas normas, procedimientos o reglas y hacer planes espontáneos e
improvisados”, concluye.