lunes, 21 de octubre de 2019

La Clínica Universidad de Navarra pone en marcha "Mentalizados, por el uso responsable del lenguaje.

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, especialistas de la Clínica Universidad de Navarra inician la campaña de concienciación #Mentalizados para promover el uso correcto del lenguaje en relación a las enfermedades mentales, con el objetivo de que se dejen de utilizar de manera ofensiva.


07/10 2019

La Clínica Universidad de Navarra promueve la campaña #Mentalizados para concienciar sobre el daño que produce utilizar las enfermedades mentales de manera ofensiva. El objetivo de esta iniciativa reside en eliminar el estigma y la discriminación que sufren las personas que padecen estas enfermedades.

“A día de hoy no es normal escuchar frases como “corres como una chica” o “trabajas como un negro”. Sin embargo, este avance no se ha producido en relación a las enfermedades mentales, ya que las seguimos utilizando de manera que puede resultar ofensiva para las personas que las sufren y su entorno más cercano.

De hecho, es normal escuchar diariamente frases tipo “tu novia es bipolar” cuando simplemente queremos decir que cambia de opinión; “tu jefe está siempre deprimido” cuando simplemente queremos decir que está de malhumor, o “tu amiga está anoréxica” porque está muy delgada, explica el Dr. Enrique Aubá, codirector de Departamento de Psiquiatría y Psicología Clínica de la Clínica Universidad de Navarra.

Este uso incorrecto del lenguaje provoca daño e influye negativamente, no solo a la persona que sufre la enfermedad, sino en todo su entorno, tanto familiar como sociolaboral. Por eso, los pacientes la padecen en silencio porque tienen miedo a contarlo y ser señalados, por lo que además de tener que enfrentarse a la enfermedad diariamente, tienen que luchar contra el estigma que supone.

“Por estos motivos, estas enfermedades limitan mucho el día a día de los pacientes. Tenemos que seguir trabajando para que, en un futuro cercano, estas personas se sientan comprendidas y totalmente integradas en la sociedad. Para conseguirlo, uno de los pasos fundamentales es dejar de asociarlas a expresiones ofensivas, de ahí que hayamos promovido esta campaña de concienciación”, declara.


Qué debes hacer para superar tu adicción a la cocaína

dR. josep maria fàbregas pedrell Topdoctors   |   03/07/2019


Para superar la adicción a la cocaína lo primero que hay que hacer es desintoxicarse de esta droga. Es imprescindible para dejar el hábito. Esto no es una tarea sencilla ni mucho menos, ya que en muchos casos se requiere el internamiento del paciente en un centro especialista de desintoxicación de cocaína, como por ejemplo CITA.

Para lograr dejar para siempre la cocaína es muy recomendable decidirse a realizar una desintoxicación. Para ello, se empieza por interrumpir de forma inmediata el consumo de cocaína, para más adelante empezar con las fases de deshabituación y reinserción, a través de psicología y mediante un cambio de rutinas del paciente.

Tratamiento de desintoxicación.- Requiere del consentimiento y la voluntad del adicto. Sin la motivación y espíritu de superación necesarios el tratamiento de la cocaína no sería efectivo.
En cuanto a drogas, está demostrado que la cocaína es una de las que genera más adicción. Por ello, es necesario eliminar toda la cocaína del organismo. Una vez iniciado el proceso, queda terminantemente prohibido su consumo y se empieza a trabajar en la mejora de los síntomas que genera la adicción.
Los tratamientos deben ser personalizados, basándose en la cantidad de consumo y el hábito del paciente. Se debe acudir a un centro de cocainómanos como CITA, que gracias a sus tratamientos y a un equipo médico con todo tipo de especialistas ha conseguido ayudar a miles de pacientes.
Pedir ayuda, un síntoma positivo.- Cuando un adicto pide ayuda a alguien de su entorno para superar su problema con la cocaína se da un punto de inflexión en la cura del paciente. Intentar realizar solo el tratamiento es un error, ya que no se dispondrá del apoyo psicológico ni farmacológico necesarios. El paciente tendrá una lucha interna con su adicción, que podrá vencer más fácilmente con la ayuda de sus seres queridos.
Llegados a este punto, el paciente ha superado la dependencia física, pero debe lograr todavía la deshabituación del consumo y superar la dependencia psicológica.
Para lograr dejar para siempre la cocaína es muy recomendable decidirse a realizar una desintoxicación de forma inmediata,  su consumo y empezar las fases de deshabituación y reinserción.

Proceso de deshabituación.- Este proceso constituye la segunda fase del proceso de desintoxicación de la cocaína. Mediante técnicas de psicología aplicada el paciente trabaja diversos aspectos y técnicas que le servirán de base para evitar futuras recaídas.
En CITA disponen de un programa de deshabituación que consiste en actividades psicoterapéuticas y socioterapéuticas que permiten superar la deshabituación de cocaína variando las rutinas del paciente.

Fase final: rehabilitación.- La rehabilitación es la última fase del proceso de desintoxicación de la cocaína. Es cuando el paciente se deshace de las secuelas que le había producido su adicción. Se utilizan distintas técnicas terapéuticas y se instruye al adicto sobre cómo puede hacer frente al consumo de esta sustancia cuando se vea inmerso en situaciones que le empujen a ello. Otro punto a destacar sería que se potencia la autoestima del afectado, porque resulta esencial para superar el tratamiento con éxito.
En esta fase es fundamental la ayuda de unos especialistas en drogodependencia que favorezcan que el proceso salga óptimamente. En este sentido, CITA es también uno de los centros de referencia a nivel mundial.
Labor de los centros de desintoxicación.- CITA cuenta con 30 años de experiencia en la cura de pacientes drogodependientes, por lo que son expertos en una amplia variedad de toxicomanías. Uno de los secretos de su éxito es el vínculo que se crea entre pacientes y doctores. Por otro lado, realizan talleres y terapias de grupo en los que trabajan diferentes actividades que les permiten crearse un plan efectivo para huir de una recaída.
Duración del tratamiento de desintoxicación.- No es un proceso en el que se pueda estimar la duración. Como cada paciente y su adicción son diferentes, cada cual tendrá un proceso con una duración diferente. Algunos sufren recaídas y otros no, es muy aleatorio. A algunos puede costarles más que a otros superar el síndrome de abstinencia. No está escrito en ningún sitio cuando el paciente estará listo para retomar su vida normal sin poder volver a recaer.
 Como conclusión, podríamos afirmar que será un proceso largo, que según cada persona puede durar semanas, meses o incluso años.

¿Cómo podemos identificar un abuso de la cocaína?.- Hay una serie de síntomas que permiten identificar la vulnerabilidad del adicto. Estos pueden presentarse en un plazo de quince a treinta minutos tras el consumo. Los principales serían los siguientes:
  • Estado de euforia y de autoconfianza, o bien de ansiedad y paranoia.
  • Inicialmente, se toleran mejor los efectos, hecho que produce que se aumente la dosis consumida.
  • Se crea dependencia de la droga, aunque el consumo sea únicamente durante los fines de semana.
  • Puede provocar problemas de carácter psiquiátrico, neurológico, cardíaco y respiratorio.
¿Qué síntomas se producen en el adicto cuando intenta dejar de consumir?.- Cuando el adicto abandona o reduce el consumo de la droga para tratar de desintoxicarse se produce el síndrome de abstinencia de la cocaína. Esta sintomatología puede producirse cuando el usuario no ha abandonado por completo la droga y tiene sustancia en sangre.
Los síntomas principales de este síndrome son:
  • Malestar, vómitos o temblores, los cuales pueden tener una duración de varios días.
  • El mono de cocaína tiende a durar unas pocas semanas.
  • Tras superar el mono, el adicto no está curado completamente, ya que podría volver a consumir y recuperar el hábito.
¿Cómo se puede saber si se tiene dependencia?.- Entenderíamos como dependencia el estado de necesidad de consumo que se produce cuando se ha consumido la droga regularmente durante un período continuado. El consumo de sustancias estupefacientes produce una influencia negativa en la vida del drogadicto, a nivel laboral, familiar, social y legal.
Las principales características que nos permiten identificar la dependencia de la cocaína son:
  • La necesidad incesante de consumirla obteniéndola por cualquier medio.
  • Se pierde la tolerancia a los efectos de la droga, lo que puede conllevar a una reacción tóxica intensa.
  • Ausencia de los síntomas del período de abstinencia, debido a la dependencia psíquica de la droga.

Una hora con el psiquiatra Jerónimo Sáiz

EDUARDO MARTÍNEZ RICO  |   EL DIADIGITAL.ES    |    12/02/2019


Jerónimo Sáiz Ruiz es uno de los psiquiatras más destacados de nuestro país, gran especialista en el trastorno bipolar, aunque también se le considera experto en otras especialidades como la ludopatía. Jerónimo Sáiz me recibió en su despacho del Hospital Ramón y Cajal de Madrid donde actualmente es profesor emérito. El Dr. Sáiz se encuentra plenamente activo, participando en congresos y seminarios, escribiendo artículos científicos, enseñando en este Hospital Ramón y Cajal y viendo enfermos prácticamente todas las tardes en su consulta privada.

El Dr. Sáiz es un médico humanista en la línea de nuestros mejores médicos. Es más, ya desde el principio tuvo esta inquietud, pues cursó los dos bachilleratos, según me cuenta, el de ciencias y el de letras, porque a él siempre le gustaron más las Humanidades, pero ya al final, en el último año, cursó sólo el de Ciencias para ingresar en la carrera de Medicina.

Antes de dialogar con él me documenté en Internet y leí varias entrevistas suyas. Me llamó la atención que siempre, o casi siempre, hablaba del “estigma de la enfermedad mental”. Se lo comenté.

Respuesta.- Por supuesto, es que es muy importante. La persona a la que le diagnostican una enfermedad mental no sólo tiene que enfrentarse con la enfermedad, que ya es mucho, también tiene que hacer frente al prejuicio social. La gente suele tener una visión racional de este asunto, suele admitir que un enfermo mental es como cualquier otro y que tiene las mismas posibilidades de curarse que cualquier otro enfermo, pero si se trata, por ejemplo, de que su hija tenga un novio enfermo mental o que ese enfermo mental aspire a un trabajo relacionado con esa persona, entonces ahí se percibe el estigma.

Pregunta.--¿Y cree que ese estigma está mejorando?   |   R.- No, yo creo que no, que tiene toda su fuerza.

El Dr. Sáiz ha tenido una larga trayectoria. Ha dirigido más de treinta tesis doctorales, y me habla de los tiempos en los que colaboró en el programa de “La mañana” de Jesús Hermida o en “La Clave” de José Luis Balbín.   -Como soy muy viejo –sonríe- he estado en muchos sitios.

Lo cierto es que el Dr. Sáiz está muy en forma y con una actividad de vértigo, amplia y muy productiva por todo lo que me cuenta.

 P.-¿Por qué se especializó en el trastorno bipolar?   |   R.-Por las circunstancias de la vida, como ocurre casi siempre. El que fue mi maestro-maestro, Juan José López Ibor –el primer psiquiatra de la saga López Ibor, me explica-, introdujo las sales de litio como fármaco en el Hospital San Carlos para los enfermos bipolares, la primera vez que se hacía en España. Por este motivo vinieron muchos enfermos bipolares al Hospital y yo tuve la ocasión de verlos. Fue de esta manera que me especialicé en este trastorno.

P.- He leído que no le gusta nada la sangre.   |   R.-Más que no gustarme, me mareaba con ella. Cuando era muy jovencito, mi padre, que era cirujano, me llevó a ver una operación de tiroides, en la zona del cuello. Para no dañar las cuerdas vocales entonces se hacía hablar a los enfermos, despiertos, durante la operación. El cuello sangra muchísimo y cuando yo llegué me encontré con una persona sangrando una barbaridad y hablando. Entonces me desmayé. Incluso  me hice una brecha, cicatriz que aún conservo.

P.-Entonces la elección de su especialidad como psiquiatra era la adecuada.   |   R.-Sí, además a mí siempre me han interesado más las Humanidades que las Ciencias, aunque terminé el Bachillerato de Ciencias para luego ingresar en Medicina. Por otra parte, yo no soy nada mañoso, no tengo mucha habilidad con las manos, algo que mi padre sí tenía; en cambio siempre he sido muy bueno para lo conceptual y siempre he tenido notas muy buenas.

Sé que siempre ha sido un gran estudiante, con notas brillantísimas, algo que le debió de abrir muchas puertas en su carrera desde muy joven, por ejemplo cuando fue a estudiar a Francia o a Inglaterra. Precisamente por aquellas fechas estudiaba también, aparte de Medicina, por afición, la carrera de Periodismo.    |    R.-Me gustaba –sonríe-, pero no llegué a examinarme, no pude, por mi dedicación a la Medicina. Sin embargo luego me casé con una periodista.

El Dr. Sáiz es un hombre muy pulcro, perfectamente ataviado, que tiene la costumbre de hablar bajo. Esto me llama la atención porque me parece que la gente que habla bajo es porque tiene la seguridad de que la escuchan, y creo que el que habla bajo también dice más cosas que el que habla alto, o llega más. El que escucha tiene que aguzar el oído para escuchar y consecuentemente presta más atención.

Jerónimo Sáiz habla sin ningún énfasis, bajo y con lentitud, pero en sus palabras está todo un caudal ingente de experiencia y estudio.

P.-¿Se están produciendo muchos avances en la farmacología de la Psiquiatría?   |   R.-Se han producido grandes avances, pero no en la esencia de los fármacos. Los fármacos que tenemos ahora casi todos provienen de una década prodigiosa, la de los cincuenta, donde se produjeron grandes avances. Ahora se producen avances que facilitan los tratamientos, pero no en la esencia. Es decir, por ejemplo, ahora se puede inyectar un fármaco a un enfermo para que no tenga que tomar las pastillas durante dos o tres meses.

P-Y en el futuro, pongamos en los próximos cuarenta años, cree que se producirán avances importantes.   |   R.-Sin duda que lo creo. Ahora tenemos muchos más medios y habrá grandes avances.

 El Dr. Sáiz es un hombre que ama su trabajo –“éste es un trabajo muy gratificante”-, un hombre que en una entrevista anterior me dijo –y fue el titular que puse- que los psiquiatras tenían tasas de curación comparables a cualquier otra especialidad.

 P-¿Qué le queda por hacer? ¿Qué espera del futuro?   |   R.-Desde ese punto de vista estoy muy tranquilo porque creo que lo he hecho todo.

Sin embargo sus palabras desmienten lo que dice. El Dr. Sáiz lo ha  hecho todo en el sentido de que profesionalmente ha alcanzado toda clase de éxitos y reconocimientos. Pero su futuro, según me cuenta, está lleno de congresos, seminarios, editoriales científicos por escribir, muchos retos que sin duda llenarán de satisfacción a este vocacional de la Psiquiatría que ha hecho mucho bien a muchos enfermos y a muchos estudiantes de Medicina.

Yo desde aquí le deseo mucha salud y larga vida para que siga ayudando tanto a sus enfermos y a sus discípulos y alumnos. Y para que disfrute de todo lo que hasta ahora ha sembrado, en lo personal y en lo profesional.