RAC 1 –
BARCELONA
| 04/09/2021
El libro de Marian Rojas Estapé
explica por qué conectamos tan bien con algunas personas y lo más mínimo con
otros.
La psiquiatra Marian Rojas Estapé
dice que vivimos en modo estrés y en estado de alerta y que esto activa el
cortisol. La llamada hormona del estrés nos sirve para afrontar retos,
pero si la generamos continuamente, nos intoxica y nos altera desde el estado
de ánimo hasta la salud de la piel.
Cuando esto ocurre nos conviene
más que nunca energía positiva, y esta es la que nos transmite una
"persona vitamina". Así califica Rojas las personas que nos apoyan,
las que nos inspiran, las que nos animan, las que nos transmiten confianza,
todas las que sacan lo mejor de nosotros mismos.
Y así como el estrés pulsa el
botón del cortisol, las personas vitamina abren las puertas de una sustancia
que nos hace sentir bien: la oxitocina u hormona del amor. Hasta hace poco se
le asociaba al parto y en la lactancia, pero los últimos estudios científicos
aseguran que aparece como protagonista en otras escenas de nuestra película
vital.
Encontramos oxitocina…
-En aquel abrazo intenso que nos
dibuja una sonrisa desde el primer segundo.
-En esa mirada de confianza que
nos lanzan en una reunión cuando nos encontramos en un atasco mental.
-En aquella frase de ánimo que
alguien nos dice justo cuando nos sentimos aislados de todo y todos.
-Cuando mantenemos relaciones
sexuales, porque tiene un papel destacado en la erección masculina y la
excitación femenina.
Toda esta información lo explica
Rojas Estapé en su último libro. Se titula “Encuentra tu persona vitamina” y, a
partir de conceptos, casos clínicos y reflexiones personales, se adentra en el
fascinante y complejo mundo de las relaciones entre personas.
Encontrar a tu persona vitamina
también da respuesta a preguntas como por qué hay gente pegada a relaciones
complicadas o si la educación que hemos recibido influye en las parejas que
elegimos.
Para acercarse lo máximo posible a las personas vitamina,
Rojas nos recomienda evitar o aprender a gestionar las que precisamente no lo
son en absoluto. La autora no les llama personas tóxicas porque dice que lo que
es tóxico no son ellas sino el efecto que nos producen. Y su guía para
identificarlas es esta.
Las personas que no nos convienen
-La persona egoísta. Hace sólo lo
que quiere ella. Rojas la define como la "yo, mi, me, conmigo".
- La negativa. Es la queja
personificada.
- La envidiosa. Es aquella
persona que sufre cuando a otra le van bien las cosas y necesita criticarla y
humillarla.
- La víctima. Su vida es un
auténtico drama y siempre tiene una excusa para todo. Y la culpa,
evidentemente, siempre la tienen los demás.
- La amargada. Tiene la capacidad
de apagar nuestra luz, dice Rojas, en cuestión de minutos.
- La persona que juzga. Opina
sobre cualquier cosa que tiene que ver contigo y con tu vida.
- La que critica. Siempre tiene
una palabra negativa para quien no está presente.
- La manipuladora. Suele tener
muchísima memoria y tiene una enorme influencia sobre nosotros.
- La dependiente. Es aquella que
siente que necesita tanto otra persona que lo acaba esclavizando y negándole su
propio espacio.
- La persona 'put drama in your
life'. Rojas dice que este perfil de persona si no tiene un drama se lo
inventa.
- Y, finalmente, la persona con trastorno límite de la personalidad. Viven las emociones y las situaciones al límite.