MARINA ORTIZ | elespañol.com | 14/10/2024
La profesional indica cómo el cuerpo y la mente están más relacionados de lo que pensamos, pudiendo afectar uno a otro sin que nos demos cuenta
Según
la Organización Mundial de la Salud, el estrés se puede
definir como «un estado de preocupación o tensión mental generado por una
situación difícil. Todas las personas tenemos un cierto grado
de estrés, ya que se trata de una respuesta natural a las
amenazas y a otros estímulos. Es la forma en que reaccionamos, el estrés, lo
que marca el modo en que afecta a nuestro bienestar».
Con
esta definición sobre la mesa, podemos concluir que el estrés puede ser normal
en la vida de una persona pero, como suele ser habitual, debemos controlar en
qué contexto, cantidad e intensidad se da para identificar cuándo
necesitamos tratarlo con ayuda profesional.
Aunque
no todas las personas responden igual al estrés ni le resultan estresantes las
mismas cosas o situaciones, sí que existen creencias profesionales que ponen de
manifiesto aspectos del estrés que se cumplen en la mayoría de
los casos.
Por
ejemplo la manera en la que se manifiesta, ya que algunos pueden creer que solo
se hace notar en la mente de la persona, pero también lo hace en su físico y en
sus comportamientos. Una clara defensora de la relación de la salud de la mente
con el cuerpo es la psiquiatra Marián Rojas Estapé, licenciada en
Medicina y especializada en Psiquiatría que ha colaborado con varias ONG y
trabajado en diferentes partes del mundo, además de haber escrito varios libros
relacionados con la psicoterapia.
En una
de sus intervenciones en el programa 'Fin de Semana' de COPE, Estapé trató el
tema de la relación del estrés con el cuerpo y cómo se manifiesta en nuestra
salud física. «Durante años, la medicina solo buscaba respuestas físicas a los
dolores. Cuando no quedaba alternativa, se hablaba de causas psicológicas». Sin
embargo, con el tiempo esto ha ido quedando atrás gracias a la investigación.
Por ejemplo, un estudio de la universidad de Harvard indica que el 80%
de las consultas médicas en Atención Primaria están
relacionadas con emociones reprimidas o situaciones de estrés. Algo que Estapé
reafirma indicando que cuando tenemos estrés durante mucho tiempo podemos notar
su impacto directo en la salud física.
La
importancia del cortisol
Tal
como ha afirmado la psiquiatra, uno de los efectos del estrés en la salud
física tiene que ver con el cortisol, conocida como la hormona del
estrés, que se mantiene en niveles muy elevados cuando
experimentamos situaciones de tensión prolongada, como pueden ser tener un
problema sentimental, que nos vaya mal en el trabajo o que nuestra situación
económica esté emporando: «Nos ponemos en estado de alerta cuando nuestra
supervivencia emocional, social o económica está en riesgo», indica Rojas
Estapé.
Que
nuestro cuerpo responda con estrés ante un momento puntual de tensión es
normal, el problema viene cuando este estado se alarga en el tiempo y dura:
«Cuando yo estoy constantemente en estado de supervivencia por estrés
mantenido... yo me intoxico de cortisol, yo me inflamo»,
explica. Por tanto, la inflamación es uno de los síntomas físicos que
evidencian que alguien sufre de estrés y su cuerpo lo está manifestando.
A esta
señal se unen otras afecciones del cuerpo como el dolor de cabeza y de
articulaciones, el malestar en la espalda o el cuello o los problemas
digestivos, que pueden darse tanto por estrés como por ansiedad,
además de por otros motivos. Rojas Estapé incluso habla sobre cómo el estrés se
manifiesta físicamente en su caso: «A mí se me inflaman las encías y me
sangran», afirma.
Con
estas afirmaciones la psiquiatra pone sobre la mesa la importancia de no pasar
por alto ciertos síntomas físicos que creemos que son normales: «Muchas
veces la gente no cae en ello», apunta Rojas, quien insiste en
que muchas veces nuestro cuerpo está intentando avisarnos de que sufre estrés
pero no sabemos reconocerlo, de modo que tampoco podemos buscar la manera de
darle solución hasta que no salga a la luz.