miércoles, 13 de noviembre de 2024

La psiquiatra Marian Rojas Estapé indica el síntoma físico que evidencia que sufres de estrés: "La gente no cae en ello"

MARINA ORTIZ       |       elespañol.com   |      14/10/2024

La profesional indica cómo el cuerpo y la mente están más relacionados de lo que pensamos, pudiendo afectar uno a otro sin que nos demos cuenta

 

Según la Organización Mundial de la Salud, el estrés se puede definir como «un estado de preocupación o tensión mental generado por una situación difícil. Todas las personas tenemos un cierto grado de estrés, ya que se trata de una respuesta natural a las amenazas y a otros estímulos. Es la forma en que reaccionamos, el estrés, lo que marca el modo en que afecta a nuestro bienestar».

 

Con esta definición sobre la mesa, podemos concluir que el estrés puede ser normal en la vida de una persona pero, como suele ser habitual, debemos controlar en qué contexto, cantidad e intensidad se da para identificar cuándo necesitamos tratarlo con ayuda profesional.

 

Aunque no todas las personas responden igual al estrés ni le resultan estresantes las mismas cosas o situaciones, sí que existen creencias profesionales que ponen de manifiesto aspectos del estrés que se cumplen en la mayoría de los casos.

 

Por ejemplo la manera en la que se manifiesta, ya que algunos pueden creer que solo se hace notar en la mente de la persona, pero también lo hace en su físico y en sus comportamientos. Una clara defensora de la relación de la salud de la mente con el cuerpo es la psiquiatra Marián Rojas Estapé, licenciada en Medicina y especializada en Psiquiatría que ha colaborado con varias ONG y trabajado en diferentes partes del mundo, además de haber escrito varios libros relacionados con la psicoterapia.

 

En una de sus intervenciones en el programa 'Fin de Semana' de COPE, Estapé trató el tema de la relación del estrés con el cuerpo y cómo se manifiesta en nuestra salud física. «Durante años, la medicina solo buscaba respuestas físicas a los dolores. Cuando no quedaba alternativa, se hablaba de causas psicológicas». Sin embargo, con el tiempo esto ha ido quedando atrás gracias a la investigación. Por ejemplo, un estudio de la universidad de Harvard indica que el 80% de las consultas médicas en Atención Primaria están relacionadas con emociones reprimidas o situaciones de estrés. Algo que Estapé reafirma indicando que cuando tenemos estrés durante mucho tiempo podemos notar su impacto directo en la salud física.

 

La importancia del cortisol

 

Tal como ha afirmado la psiquiatra, uno de los efectos del estrés en la salud física tiene que ver con el cortisol, conocida como la hormona del estrés, que se mantiene en niveles muy elevados cuando experimentamos situaciones de tensión prolongada, como pueden ser tener un problema sentimental, que nos vaya mal en el trabajo o que nuestra situación económica esté emporando: «Nos ponemos en estado de alerta cuando nuestra supervivencia emocional, social o económica está en riesgo», indica Rojas Estapé.

 

Que nuestro cuerpo responda con estrés ante un momento puntual de tensión es normal, el problema viene cuando este estado se alarga en el tiempo y dura: «Cuando yo estoy constantemente en estado de supervivencia por estrés mantenido... yo me intoxico de cortisol, yo me inflamo», explica. Por tanto, la inflamación es uno de los síntomas físicos que evidencian que alguien sufre de estrés y su cuerpo lo está manifestando.

 

A esta señal se unen otras afecciones del cuerpo como el dolor de cabeza y de articulaciones, el malestar en la espalda o el cuello o los problemas digestivos, que pueden darse tanto por estrés como por ansiedad, además de por otros motivos. Rojas Estapé incluso habla sobre cómo el estrés se manifiesta físicamente en su caso: «A mí se me inflaman las encías y me sangran», afirma.

 

Con estas afirmaciones la psiquiatra pone sobre la mesa la importancia de no pasar por alto ciertos síntomas físicos que creemos que son normales: «Muchas veces la gente no cae en ello», apunta Rojas, quien insiste en que muchas veces nuestro cuerpo está intentando avisarnos de que sufre estrés pero no sabemos reconocerlo, de modo que tampoco podemos buscar la manera de darle solución hasta que no salga a la luz.