jueves, 12 de marzo de 2015

¿Qué es el trastorno esquizoafectivo?

LA RAZÓN

Se desconoce la causa exacta de este trastorno, pero la genética y la química corporal juegan sin duda un papel importante. Como bien dice la wikipedia, se trata de una enfermedad mental caracterizada por episodios recurrentes de trastorno del ánimo y psicosis que puede incluir distorsiones en la percepción alternados con epísodios maníacos o depresivos.


Se cree que el trastorno esquizoafectivo es menos común que la esquizofrenia y los trastornos del estado de ánimo, y las mujeres pueden experimentar la afección con más frecuencia que los hombres.

Históricamente, la mera aparición de la categoría de trastorno esquizoafectivo intentó dar más claridad diagnóstica a una patología que se encontraba a medio camino entre los trastornos afectivos y la esquizofrenia.  Con la definición de trastornos afectivos con síntomas psicóticos concordantes y no congruentes con el estado de ánimo, el terreno diagnóstico del trastorno esquizoafectivo quedó sin embargo más reducido y problemático.

Síntomas
A menudo, las personas que padecen este trastorno buscan tratamiento para problemas con el estado de ánimo, el desempeño diario o los pensamientos delirantes. La psicosis y los cambios en el estado de ánimo pueden aparecer juntos o de forma intermitente, si bien discrepan bastante de una persona o otra. Los síntomas psicóticos pueden persistir durante al menos dos semanas sin presencia de síntomas significativos con relación al estado de ánimo. El curso de este trastorno se caracteriza por ciclos de empeoramiento y mejoramiento.

Los síntomas del trastorno esquizoafectivo abarcan:
·        Estado de ánimo exaltado, elevado o deprimido
·        Irritabilidad y mal control del temperamento
·     Síntomas que se podrían observar durante un estado maníaco-depresivo (cambios en el apetito, energía, sueño)
·        Alucinaciones (particularmente auditivas, “escuchar voces”)
·      Delirios de referencia (por ejemplo, creer que alguien en la radio o en la televisión está hablando directamente a la persona afectada o que hay mensajes escondidos en los objetos comunes)
·       Paranoia (un sentimiento de que todo el mundo o una persona o agencia en particular persigue a la persona afectada)
·        Deterioro del interés por la higiene y el acicalamiento
·        Discurso ilógico y desorganizado

Como puede verse, no se distinguen mucho de los de la esquizofrenia, y va a ser la evolución del paciente la que determine uno u otro diagnóstico.

Diagnóstico
Una evaluación psiquiátrica debe identificar los síntomas valiéndose de la información recabada acerca del comportamiento y síntomas corrientes del paciente.
La combinación de síntomas afectivos y psicóticos observados en el trastorno esquizoafectivo pueden verse tambien en el trastorno bipolar, ya que la alteración extrema en el estado de ánimo es una parte importante de este trastorno.

Se debe considerar y descartar cualquier afección física, psiquiátrica o relacionada con medicamentos que cause síntomas psicóticos o del estado de ánimo antes de hacer el diagnóstico del trastorno esquizoafectivo, como la ingesta de esteroides, cocaína, anfetaminas y fenciclidina (PCP) que en exceso pueden presentar síntomas simultáneos de esquizofrenia y trastorno del estado de ánimo.
Tratamiento
El tratamiento para las personas con trastornos esquizoafectivos varía. Generalmente, se prescriben medicamentos para estabilizar el estado de ánimo y tratar la psicosis. Los medicamentos neurolépticos (antipsicóticos) se utilizan para el tratamiento de los síntomas psicóticos.

Se puede utilizar litio para manejar el trastorno maníaco y estabilizar el estado de ánimo. Los medicamentos anticonvulsivantes, como el ácido valproico y la carbamazepina, son estabilizadores efectivos del estado de ánimo. Estos medicamentos pueden demorar hasta 3 semanas para aliviar los síntomas.

Generalmente, la combinación de medicamentos antipsicóticos y estabilizadores del estado de ánimo controla tanto los síntomas depresivos como los maníacos, pero es posible que en algunos casos sea necesario utilizar antidepresivos.
Complicaciones
Las complicaciones son similares a las de la esquizofrenia y trastornos mayores del estado de ánimo y abarcan:
·        Problemas para seguir el tratamiento médico y la terapia
·        Drogadicción en un intento por automedicarse
·      Problemas resultantes de comportamientos maníacos (por ejemplo, juergas, indiscreciones sexuales).
·        Comportamiento suicida debido a síntomas psicóticos o depresivos
Situaciones que requieren asistencia médica
Se debe buscar asistencia médica o de un profesional de la salud mental si alguien está experimentando cualquiera de los siguientes síntomas:
·        Pensamientos o percepciones extrañas o inusuales
·        Incapacidad de atender las necesidades básicas personales
·        Brotes de depresión con sentimientos de desesperanza y abandono
·     Aumento de la energía y compromiso en comportamientos arriesgados súbitos y fuera de carácter (por ejemplo, días sin dormir y no sentir necesidad de hacerlo)
·        Síntomas que empeoran o no mejoran con el tratamiento
·        Sentimientos y pensamientos suicidas

Fuentes:
·       - Otras.



¿Padece usted nomofobia?

El término hace referencia a altos niveles de ansiedad que sufren los usuarios de móviles, un fenómeno que preocupa a psiquiatras y psicólogos.

Sanidad | La Vanguardia | 12/01/2015

¿Padece usted nomofobia? El término, que proviene del anglicismo “no mobile phone phobia”, hace referencia a la ansiedad que sufren los usuarios de teléfonos móviles cuando se quedan sin acceso a este dispositivo o sin cobertura o sin conexión a internet. Ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, incluso, crisis de pánico es la sintomatología más común que sufren los nomofóbicos. Si bien los psicólogos y psiquiatras no lo consideran una enfermedad ni tampoco un trastorno mental, advierten que la dependencia de la sociedad hacia los teléfonos inteligentes va al alza y que esto puede tener efectos nocivos. En un país como España, donde el 96% de las familias disponen de teléfono móvil y el 77% de los internautas acceden a internet a través del celular, según el Instituto Nacional de Estadística, no es de extrañar que proliferen los casos de abuso de este tipo de dispositivos.

Según explica la psicóloga clínica y especialista en asiedad Anna Perelló, de Psigma, además de la nomofobia existen otros problemas psicológicos estrechamente relacionados a esta dependencia: “whatsapitis”, el uso constante de la aplicación Whatsapp; “phubbing”, la utilización enfermiza del smartphone; y la fomo, que procede de la expresión en inglés “Fear of Messing out”, que quiere decir “miedo a estar desconectado”. 

“Es cierto que las nuevas tecnologías generan conductas de dependencia”, afirma el director de la Unidad del Servicio de Psiquiatría del Hospital del Mar de Barcelona, Víctor Pérez, pero también destaca el hecho de que en la actualidad los teléfonos inteligentes forman parte de la vida cotidiana. Una muestra de ello, comenta, es que, incluso, “la gente joven rompe sus relaciones de pareja a través del whatsapp”. Según el facultativo, el miedo que puede provocar, por ejemplo, la pérdida de este dispositivo electrónico es similar a la que puede causar el extravío de cualquier otra cosa a la que un individuo tenga apego o cariño.

La principal preocupación 
El uso abusivo de este tipo de dispositivos conduce al aislamiento social. Perelló atiende cada vez a más padres preocupados porque sus hijos no tienen amistades fuera de whatsapp o del ordenador, y también lamentan que pasen “todo el fin de semana encerrados” relacionándose por el móvil e internet. “El gran problema”, comenta, “es que cambian los horarios”, es decir, utilizan las redes sociales sobre todo por las noches, retrasan la hora de irse a dormir, y esto hace que se deterioren sus relaciones sociales y sus resultados escolares. La psicóloga asegura que le han llegado casos de niños de seis años que exigen a sus padres un teléfono inteligente.

No querer ir a ningún sitio donde no haya cobertura, estar continuamente pendientes de las redes sociales, comprobar de manera reiterada si han entrado mensajes nuevos son algunos de los signos de alarma de los que menciona la psicóloga. “Parece que el usuario del móvil necesite constantemente la respuesta inmediata”, lo cual, según Perelló, puede generar síntomas psicológicos de estar siempre en alerta o sentir malestar porque el otro usuario no responde. 

Un problema que afecta también a adultos 
Evidentemente, la nomofobia no solo afecta a niños y adolescentes, sino también a adultos. Perelló resalta el hecho de que cada vez es más frecuente asistir a reuniones de amigos o familiares en que a menudo la gente está “más centrada en el teléfono” que en las personas que tiene delante. “El móvil sirve como escudo para evitar el contacto más directo con alguien, cuando te sientes inseguro”, añade. Por eso no es de extrañar que el abuso de este dispositivo derive en una pérdida de habilidades sociales.

El psicólogo Sebastián Mera, especialista en psicología clínica, comenta que cuando un individuo obsesionado por obtener respuestas inmediatas en el móvil no consigue contestación alguna durante un cierto período de tiempo se siente con la autoestima baja y más inseguro. Además, esto genera pensamientos distorsionados del tipo “la persona no contesta porque está enfadada conmigo o le ha sucedido algo malo”. De hecho, a modo de anécdota, Perelló explica que estas conductas derivan, incluso, en problemas de pareja, lo que atribuye a “la inseguridad y a la falta de comunicación presencial”. 
Para Mera el principal motivo que desencadena estos comportamientos es “la falta de autocontrol”; según el psicólogo se trata de “ser agente activo y no pasivo”, es decir, saber escoger cúando, cómo y de qué manera se hace uso del teléfono móvil. “En lugar de comprobar cada cinco minutos si nos han enviado un mensaje, inténtelo hacer cada hora”, comenta.

Jugar on line a través del móvil 
Por otro lado, el director de la Unidad del Servicio de Psiquiatría del Hospital del Mar de Barcelona, Víctor Pérez, ha observado en los últimos años un aumento de enfermos con trastornos mentales graves que utilizan las nuevas tecnologías para aislarse. Y advierte: “Es muy difícil revertir este tipo de situaciones”. Precisamente, un equipo de psiquiatras del Hospital del Mar publicó recientemente un estudio sobre el incremento de casos de hikikomori,  un trastorno mental que conduce a las personas afectadas a vivir recluidas en casa o en una habitación durante al menos seis meses para evitar cualquier interacción social presencial.

No obstante, Pérez apunta que el problema más importante es la adicción hacia los juegos on line, una patología que va en aumento: “Hay mucha gente enganchada”. La dificultad de curación radica en parte en el hecho de que si bien los enfermos tienen la opción de que se les vete la entrada en los casinos físicos, puesto que estos establecimientos tienen acceso a listas de ludópatas, en el caso de internet no existen este tipo de limitaciones, lo cual dificulta el tratamiento. Además, la tentación en la red, donde circula abundante publicidad para que los internautas visiten este tipo de páginas, es mayor. También critica que este tipo de empresas “tributen menos” que los casinos y la facilidad con la que pueden anunciarse en los medios de masas.

La desconexión es necesaria 

El primer paso para los expertos para conseguir revertir la situación de gran dependencia hacia los móviles es que la persona tome conciencia del problema que sufre y a partir de allí adopte algunas medidas para atajarlo. Para acabar, ponen algunos ejemplos: recomiendan ser coherente con los horarios de uso del teléfono, intentar no estar constantemente pendientes del móvil en reuniones sociales, como comidas, eventos familiares, entre otros, y potenciar aquellas actividades que nos permiten relacionarnos presencialmente, como los deportes y las conversaciones con conocidos, familiares y amigos.



Adicciones

SALUD | EL MUNDO.es

Los trastornos relacionados con sustancias son problemas psiquiátricos de diversa índole derivados del consumo de drogas no legalizadas o del abuso de un fármaco, ya sea de prescripción médica o de libre comercialización.

Cuando se habla de abuso de fármacos se entiende que se emplean con fines diferentes a los indicados o en forma y cantidad distinta a la recomendada. Hablaremos en esta sección de compuestos que, por la frecuencia de su consumo o su especial problemática, constituyen un aspecto importante de la psiquiatría actual.

En concreto, hablaremos de problemas relacionados con el consumo de alcohol, sustancias alucinógenas, anfetaminas y sustancias relacionadas, cannabis y sus derivados, cocaína, nicotina, opiáceos como la morfina o la heroína y sedantes, hipnóticos y ansiolíticos. Este último grupo incluye al gran número de pacientes que comienzan utilizando estos fármacos como prescripción médica y acaban teniendo problemas de dependencia.

Los trastornos relacionados con el uso de sustancias pueden expresarse de forma diferente según la fase de consumo en la que el sujeto se encuentre:
  • Se habla de dependencia cuando una sustancia se utiliza en cantidades cada vez mayores a o intervalos más cortos. El sujeto es incapaz de abandonar el consumo a pesar de tener problemas sociales, laborales o de otra índole. Además, se producen fenómenos de abstinencia física y psíquica antes del cese del consumo.
  • El abuso de una sustancia se refiere al que se realiza de forma repetida a pesar de dar lugar al incumplimiento de obligaciones, problemas legales o a su empleo en situaciones que puedan ser peligrosas. En este caso, no hay síndrome de abstinencia.
  • La intoxicación por drogas se caracteriza por la aparición de una serie de síntomas reversibles debidos a su ingestión reciente. La intoxicación por diferentes sustancias puede producir cuadros clínicos muy similares o incluso idénticos. También pueden aparecer alteraciones psicológicas o del comportamiento por afectación del sistema nervioso (irritabilidad, deterioro de la capacidad intelectual o de juicio, etcétera), que se producen durante el consumo de la droga o poco después.
  • Los problemas de abstinencia surgen cuando un sujeto dependiente de una droga abandona su consumo o lo reduce drásticamente. Los síntomas de abstinencia pueden ser diferentes para cada sustancia pero todos causan un malestar importante o problemas en la actividad laboral y social.
Existen diferentes fases por las que atraviesa un consumidor de sustancias. En los jóvenes, estas etapas pueden ser más aceleradas que en los adultos. Son las siguientes:
  • Uso experimental: generalmente entre grupos de compañeros o amigos, la droga es utilizada como una diversión y, a menudo, el consumidor puede experimentar el deseo de desafiar a los padres u otras figuras de autoridad.
  • Consumo habitual: el individuo abandona la escuela o el trabajo con más frecuencia, muestra preocupación por perder la fuente de la droga, utiliza la droga para 'remediar' los sentimientos negativos, comienza a apartarse de la familia y amigos. La persona se inclina a cambiar su grupo de amigos por grupos diferentes que son consumidores habituales, y se enorgullece al notar un aumento de la tolerancia y la capacidad para 'manejar la droga'.
  • Preocupación diaria: falta de motivación, indiferencia hacia el estudio y el trabajo, los cambios en el comportamiento se evidencian; la preocupación por consumir drogas se antepone a todos los demás intereses del individuo incluyendo las relaciones personales; conducta misteriosa; es posible que para poder continuar el consumo se recurra a la venta de drogas; puede aumentar el uso de drogas más fuertes y los problemas legales del individuo se pueden incrementar.
  • Dependencia: el usuario es incapaz de realizar sus actividades cotidianas sin droga y continuamente niega su problema; presenta deterioro de la condición física y pérdida del 'control' sobre el consumo. Emite amenazas, incluso intenta cometer actos suicidas y cada vez se hacen más complejos los problemas legales y financieros. En esta etapa se pueden haber roto ya los vínculos con familiares y amigos. 
Los programas de tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias incluyen varias estrategias. Tradicionalmente se aplicaba un régimen residencial (comunidad terapéutica) donde se vigilan y estudian los comportamientos y síntomas de la abstinencia junto a programas de modificación y reconocimiento del comportamiento. También incluyen tratamiento psicoterapéutico en forma individual y en grupo (es posible que la familia también lo requiera).
La tendencia actual es aplicar estos mismos programas terapéuticos de forma ambulatoria. Además, hay tratamientos para reducir el llamado 'craving' o ansiedad dirigida a la búsqueda de sustancias.