· Científicos
europeos alertan sobre la relación entre la crisis económica y salud.
· Apuntan
al estrés como la causa principal.
Dicen que las estadísticas no sangran.
Pero no es cierto”, afirma el catedrático emérito del Karolinska
Institute — uno de los centros de medicina más reputados del
mundo— Lennart Levi.
“Hay 26 millones de parados en la Unión Europea (UE) y 20 en riesgo de
exclusión social”, denuncia. “Los familiares de las personas con problemas
económicos o derivados de esta situación —alcoholismo o depresión— suman otros
50 millones”, añade. Significa que hay “prácticamente 100 millones de personas
en toda la UE que son susceptibles de sufrir enfermedades provocadas
exclusivamente por la mala situación de la economía”. Esta cifra equivale a una
quinta parte de los habitantes de la UE, más de 500 millones de ciudadanos
según Eurostat. Los expertos apuntan al estrés como principal causa de este mal
que afecta al 22% de los trabajadores de los Estados miembros
Especialistas internacionales analizaron
esta semana en un congreso entre Santiago y A Coruña la estrecha relación entre
la crisis económica y la salud. Los ponentes —elexministro británico Lord David Owen, el
doctor en medicina Lennart Levi (Karolinska Institute), el investigador de la London School of Economics and Polical Science (LSE) David
McDaid y el catedrático de farmacología de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) Manuel
Freire-Garabal— explicaron cómo los cambios en el estilo de vida (alimentación,
ejercicio, cuidado personal, medioambiente, ocio...) causados por un desempleo
masivo “especialmente en España” hace imposible acceder a los servicios
públicos y produce estrés. Este puede desembocar en el padecimiento de algunas
enfermedades, incluido el cáncer, según demostró Freire-Garabal.
Con el paro surgen
problemas mentales – Doctor Levi
Las condiciones laborales precarias ya
provocaban en 2002 una pérdida de 265 billones de euros (4% del PIB europeo) y
la muerte de 300.000 personas al año, según un estudio realizado por WHO (la
agencia europea para la salud). “La austeridad mata”, concluye Lord Owen. Los
expertos, con el fin de ejercer presión, defenderán en 2014 ante todos los
jefes de gobierno de la UE su “filosofía”: La austeridad como respuesta a la
crisis ignora la repercusión negativa en la salud.
Un estudio con
ratones probó la relación entre el cáncer y el estrés
Durante las jornadas, a las que
asistieron unas 100 personas entre políticos y académicos, los expertos se
mostraron extremadamente preocupados por el desempleo juvenil (menores de 25
años). “¡57% [de paro juvenil] en España es una barbaridad!”, exclama el doctor
Levi en declaraciones a EL PAÍS. El desempleo provoca inseguridad en muchos
ámbitos. Hay riesgo de perder el hogar —el caso de los desahucios en España— y
eso deriva en una situación de turbulencia social, resume Levi en su
investigación. “Hoy en día, al menos un miembro de casi todas las familias
europeas se encuentra en riesgo de exclusión”. El científico de Santiago resume
en cuatro puntos las ventajas del empleo: el trabajo da significado a la vida,
aporta contenido a los días, produce satisfacción y autoestima y proporciona
dinero. “Lo anterior, en situación de paro, se pierde y aparecen los problemas
mentales”, apunta Levi. “En muchas ocasiones puede llevar a caer en el
alcoholismo, a fumar compulsivamente o a no hacer ejercicio”, declara. “Es en
esos momentos cuando se produce el estrés”, defiende Manuel Freire-Garabal. Por
eso es importante “tener más empleo y mejores condiciones”, concluyen los
ponentes. Según Freire-Garabal, el estrés también causa enfermedades físicas;
cardiovasculares, respiratorias, digestivas e incluso traumatológicas. Su
equipo del Centro de
Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago inyectó un
tumor en la tibia de un ratón estresado y comprobó que el cáncer aumentaba
considerablemente. Pero con los tratamientos antiestrés adecuados, observaron
que el tumor en el animal era menor.
Pero las consecuencias del desempleo
pueden llegar a ser mucho más drásticas. El economista e investigador de la LSE
David McDaid subraya la relación entre el desempleo y el suicidio. “En lugares
críticos como España o Irlanda no ha aumentado”, confiesa. “Pero debemos mirar
el largo plazo”. A través de datos sobre la crisis sueca de los noventa
—provocada por el aumento del paro, de los impuestos y por la disminución del
gasto público— McDaid muestra cómo el número de suicidios se incrementó
exponencialmente “una vez pasada la crisis”. La causa original: haber
permanecido en el paro durante un largo periodo de tiempo (más de un año)
durante la crisis. “Cuidado.Los impactos negativos de la crisis no siempre son
inmediatos”, advierte.
¿Qué recomienda para poner fin a este problema? Hacer los impuestos más
efectivos, contesta Lennard Levi. “España necesita un nuevo contrato social
entre un buen gobierno y la población”, apunta. ¿Es posible hoy en día? Sí,
responde convencido.