viernes, 19 de julio de 2013

Ansiedad un mal de nuestro tiempo



Ansiedad patológica

"Ansiedad de tenerte en mis brazos, musitando palabras de amor…". La ansiedad de la que hablaba Nat King Cole, en una canción que hizo famosa, es una emoción que todo el mundo ha sentido en alguna ocasión. Los motivos son varios: un amor, un examen, la espera del nacimiento de un hijo, una competición atlética, una pérdida o una separación, etc. El corazón se acelera y la tensión arterial aumenta, respiramos con más frecuencia, tenemos náuseas, nuestros músculos se tensan y las pupilas se dilatan. Este estado de activación resulta útil para enfrentarnos a determinadas situaciones de nuestra vida diaria y reaccionar ante los peligros.

Sin embargo, algo muy distinto es un trastorno de ansiedad. Cuando estos síntomas se dan de tal forma que paralizan a la persona y permanece en un estado de catástrofe continua, es cuando esa emoción se convierte en enfermedad. El individuo se siente abandonado ante el peligro, el temor puede aparecer en cualquier momento o está presente de forma continua. Podría decirse que es una condena a cadena perpetua, algo con lo que resulta muy complicado vivir o que incapacita a la persona a realizar determinadas actividades cotidianas. 

Existen varias formas de angustia patológica, para cada una de ellas hay tratamientos médicos y terapias del comportamiento que ofrecen una solución a estas personas que por sí mismas no pueden salir del problema, que es una enfermedad.

Fuente: El Mundo.es  



"La austeridad mata"

·        Científicos europeos alertan sobre la relación entre la crisis económica y salud.
·           Apuntan al estrés como la causa principal.

Belén Domínguez Cebrián | Santiago | El País | 20/07/2013.

Dicen que las estadísticas no sangran. Pero no es cierto”, afirma el catedrático emérito del Karolinska Institute — uno de los centros de medicina más reputados del mundo— Lennart Levi. “Hay 26 millones de parados en la Unión Europea (UE) y 20 en riesgo de exclusión social”, denuncia. “Los familiares de las personas con problemas económicos o derivados de esta situación —alcoholismo o depresión— suman otros 50 millones”, añade. Significa que hay “prácticamente 100 millones de personas en toda la UE que son susceptibles de sufrir enfermedades provocadas exclusivamente por la mala situación de la economía”. Esta cifra equivale a una quinta parte de los habitantes de la UE, más de 500 millones de ciudadanos según Eurostat. Los expertos apuntan al estrés como principal causa de este mal que afecta al 22% de los trabajadores de los Estados miembros
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Especialistas internacionales analizaron esta semana en un congreso entre Santiago y A Coruña la estrecha relación entre la crisis económica y la salud. Los ponentes —elexministro británico Lord David Owen, el doctor en medicina Lennart Levi (Karolinska Institute), el investigador de la London School of Economics and Polical Science (LSE) David McDaid y el catedrático de farmacología de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) Manuel Freire-Garabal— explicaron cómo los cambios en el estilo de vida (alimentación, ejercicio, cuidado personal, medioambiente, ocio...) causados por un desempleo masivo “especialmente en España” hace imposible acceder a los servicios públicos y produce estrés. Este puede desembocar en el padecimiento de algunas enfermedades, incluido el cáncer, según demostró Freire-Garabal.

Con el paro surgen problemas mentales – Doctor Levi
 Las condiciones laborales precarias ya provocaban en 2002 una pérdida de 265 billones de euros (4% del PIB europeo) y la muerte de 300.000 personas al año, según un estudio realizado por WHO (la agencia europea para la salud). “La austeridad mata”, concluye Lord Owen. Los expertos, con el fin de ejercer presión, defenderán en 2014 ante todos los jefes de gobierno de la UE su “filosofía”: La austeridad como respuesta a la crisis ignora la repercusión negativa en la salud.

Un estudio con ratones probó la relación entre el cáncer y el estrés
 Durante las jornadas, a las que asistieron unas 100 personas entre políticos y académicos, los expertos se mostraron extremadamente preocupados por el desempleo juvenil (menores de 25 años). “¡57% [de paro juvenil] en España es una barbaridad!”, exclama el doctor Levi en declaraciones a EL PAÍS. El desempleo provoca inseguridad en muchos ámbitos. Hay riesgo de perder el hogar —el caso de los desahucios en España— y eso deriva en una situación de turbulencia social, resume Levi en su investigación. “Hoy en día, al menos un miembro de casi todas las familias europeas se encuentra en riesgo de exclusión”. El científico de Santiago resume en cuatro puntos las ventajas del empleo: el trabajo da significado a la vida, aporta contenido a los días, produce satisfacción y autoestima y proporciona dinero. “Lo anterior, en situación de paro, se pierde y aparecen los problemas mentales”, apunta Levi. “En muchas ocasiones puede llevar a caer en el alcoholismo, a fumar compulsivamente o a no hacer ejercicio”, declara. “Es en esos momentos cuando se produce el estrés”, defiende Manuel Freire-Garabal. Por eso es importante “tener más empleo y mejores condiciones”, concluyen los ponentes. Según Freire-Garabal, el estrés también causa enfermedades físicas; cardiovasculares, respiratorias, digestivas e incluso traumatológicas. Su equipo del Centro de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago inyectó un tumor en la tibia de un ratón estresado y comprobó que el cáncer aumentaba considerablemente. Pero con los tratamientos antiestrés adecuados, observaron que el tumor en el animal era menor.

Pero las consecuencias del desempleo pueden llegar a ser mucho más drásticas. El economista e investigador de la LSE David McDaid subraya la relación entre el desempleo y el suicidio. “En lugares críticos como España o Irlanda no ha aumentado”, confiesa. “Pero debemos mirar el largo plazo”. A través de datos sobre la crisis sueca de los noventa —provocada por el aumento del paro, de los impuestos y por la disminución del gasto público— McDaid muestra cómo el número de suicidios se incrementó exponencialmente “una vez pasada la crisis”. La causa original: haber permanecido en el paro durante un largo periodo de tiempo (más de un año) durante la crisis. “Cuidado.Los impactos negativos de la crisis no siempre son inmediatos”, advierte.


¿Qué recomienda para poner fin a este problema? Hacer los impuestos más efectivos, contesta Lennard Levi. “España necesita un nuevo contrato social entre un buen gobierno y la población”, apunta. ¿Es posible hoy en día? Sí, responde convencido.