ROXANA IBÁÑEZ MACHADO | La Vanguardia | 25/10/2020
Historias o
reels en Instagram, bailes o coreografías en Tik Tok, retos virales en YouTube,
videojuegos u otra infinidad de páginas en la red. Muchos niños y
adolescentes pasan horas y horas pegados a sus dispositivos móviles y
son bombardeados con anuncios y mensajes durante todo el día que, en gran
parte, pueden ser bulos o noticias falsas que consumen sin filtros.
¿Pueden aprender a diferenciar las fake news de la información
contrastada? ¿Los padres pueden ayudarles? ¿Cómo fomentar en ellos el
pensamiento crítico?
Una de las
competencias clave para ayudar a los niños y jóvenes a identificar una noticia falsa, las fake news o
los bulos, es el pensamiento crítico. Sin embargo, solo el 22,5% de
los adolescentes entre 14 y 16 años afirma haber recibido formación sobre cómo
formarse un criterio sobre la información que encuentran en internet. Al menos
así lo reflejaba un estudio de la Fundación de Ayuda contra la drogadicción
(FAD), Google y BBVA presentado a principios de 2019.
Noticias falsas, “fake news”, bulos ¿de qué estamos hablando?
Es importante
ir fomentando poco a poco en nuestros hijos e hijas el pensamiento crítico para
que cuando se enfrenten a una noticia puedan utilizarlo como herramienta para
examinar lo que están viendo o leyendo, y aprendan a analizar las fuentes antes
de darle más difusión. Es una de las competencias claves de este siglo, asegura
Eulàlia Alemany, directora técnica de FAD, institución que junto a Google y el
Gobierno de España llevan adelante el proyecto (In)fórmate, que
tiene como objetivo fomentar el pensamiento crítico y la alfabetización
mediática entre los adolescentes.
El pensamiento
crítico es una de las claves para distinguir el contenido útil y veraz de los
datos falsos. Pero ¿qué son exactamente las fake news o los
bulos? Estamos hablando de contenidos falsos o potencialmente engañosos pero
que tienen una apariencia de noticia verdadera.
Pero también
hablamos de desinformación, contenidos que se generan con una información
falsa, inexacta, engañosa, pensada o diseñada para ser difundida con el objetivo
de provocar o causar algún daño, responde Pere Masip, experto en
investigaciones sobre desinformación.
Uno de los
rasgos de las noticias falsas, fake new, bulos o… como prefieras llamarlo, es
que tienen un carácter emocional muy importante. “Antes la veracidad
estaba fundamentada en los hechos. Ahora cada vez son más importantes las emociones y esto crea distorsión y
permite jugar con ellas. Si yo pienso de una forma determinada, lo que yo
pienso es más importante que la realidad”, subraya Masip.
Cuando
esa fake news o bulo conecta con algo – la sorpresa, ideología
o las inquietudes de alguien–, esa persona decide creérselo. La raíz de todo es
que cada vez hay menos pensamiento crítico. Suele pasar a niños, adolescentes,
pero también les pasa a los adultos hoy en día, afirma Joaquim Serrabona,
presidente de la sección de educación del Colegio Oficial de Psicólogos de
Cataluña (COPC).
Lo que esconden las “fake news”
No nos
engañemos: los adultos también caen en la trampa de creerse
las fake news. Un ejemplo. El pasado mes de abril, el 26,6% de
españoles reconocía haber compartido contenido falso relacionado con el
coronavirus. Pero lo más grave es que, según los expertos, los niños y
adolescentes son más vulnerables frente a esas fake news.
¿A qué peligros
se exponen nuestros hijos cuando le dan clic a ese bulo o fake news?
Primero, se arriesgan a dejarse manipular por una información que no sea real,
apunta Alemany. La experta pone el foco en la enseñanza y desarrollo de la
autodisciplina para poder manejar esas informaciones. “Porque igual que uno no
se informa de una enfermedad en una ferretería o en un establecimiento de
alimentos, hay que ir mirando las fuentes adecuadas, pues esa información puede
ser muy perjudicial si no la estamos contrastando”, dice.
Y aunque
las fake news pueden ser las mismas que le llegan a los
adultos, no hay que olvidar que los más jóvenes pueden caer más fácilmente en
el engaño, porque tienen que desarrollar todavía sus mecanismos de protección,
subraya Alemany.
En la misma
línea, Masip destaca que la desinformación o los bulos también pueden favorecer
cierta visión negativa de todo lo que es diferente, ya sean los inmigrantes, la
orientación sexual, o las personas con discapacidad, entre otros.
Además, según
el psicólogo Joaquin Serrabona, cuando recibimos estos contenidos engañosos
puede haber dos tipos de situaciones: las noticias falsas que aumentan la
sensación fóbica, es decir, que te hacen huir o ser enemigo de cosas;
y, todo lo contrario, las que crean una filia. La reacción depende
un poco de lo que tú estás deseando.
Otra tendencia
actual en las redes sociales– y preocupante para los padres y madres de
adolescentes–, es la propaganda política, difícil de filtrar y contrastar.
Algunos partidos políticos han empezado a utilizar redes como Tik Tok para
inculcar mensajes a jóvenes de entre 13 y 24 años. Es una táctica habitual de
la ultraderecha en todo el mundo.
“Hay partidos
políticos que lanzan contenidos que no necesariamente son noticias falsas pero
sí que dan una imagen sesgada, incompleta, de la realidad con la
idea de que los jóvenes las consuman y se creen un marco ideológico”, valora
Pere Masip.
El primer antídoto ¡Pensamiento crítico!
“La clave está en comentar, es decir,
hablar o poner ejemplo de qué noticias hay”, dice Alemany. “Aplicar el
desarrollo del pensamiento crítico pasa por detectar y analizar la información
que me llega, luego reflexionar sobre su pertinencia, su credibilidad, sus
fuentes… para posteriormente posicionarse, decir ‘mira pues esto no me lo creo
o no es cierto, porque las fuentes no están bien’; y finalmente, seleccionar y
recomendar la información que sea contrastada”, agrega la experta de FAD.
Otra clave es
poder estar con ellos para aportar ese pensamiento externo, dice Serrabona. Al
niño corresponde acompañarlo, es decir estar ahí, vigilar, orientar o prohibir
cuando hay una página que no conviene. Mientras que al adolescente hay que “supervisarlo”
y, aunque nos parezca entrar mucho en su intimidad, esto también forma parte de
su educación.
Todo esto es
muy importante porque no hay que olvidar que el 84,5% del alumnado en 1º de la
ESO ya tiene móvil propio, el 61% se lo lleva a dormir, y el 58% de los jóvenes
entre 12 y 13 años reconoce que pierde la noción del tiempo cuando está
navegando.
Cómo entrar en el mundo virtual de tus hijos
Para muchos
padres resulta una misión imposible explicar, sobre todo a los adolescentes,
que lo que están viendo no es verdad. Sin embargo, una buena comunicación y algunas pautas pueden
facilitarte ese proceso.
Evita cuestionarlo todo
Uno de los
grandes fallos de los padres y educadores es cuestionarlo todo y de forma
tajante, afirma Joaquim Serrabona. Lo más conveniente es poder entrar y aceptar
un poco lo que están viendo, para después dar tu opinión. Y si evidentemente es
algo peligroso, a partir de ahí poner los límites que sean necesarios. Mejor si
es una resolución compartida con el adolescente, que para
ellos eso es importante.
Valora aspectos positivos
Intenta
construir el pensamiento crítico no siempre desde la crítica, sino resaltando
algunos aspectos positivos que pueda tener ese youtuber o esa persona
que siguen tus hijos, dice el psicólogo del COPC.
Habla de las noticias y los bulos
Es muy
importante que estemos pendientes de qué noticias nos llegan y hablar de ellas,
de los bulos que corren, y estar siempre en ese proceso acompañando a los más
pequeños en el uso de las informaciones accesibles a través de internet y,
sobre todo, en ese análisis para poder posicionarse. También hay que hablar
sobre los riesgos que puede tener el difundirlas, dice Alemany.
Sé un experto en atrapar bulos
Aunque no es lo
mismo una fake news dirigida a los jóvenes que a los adultos,
Masip aporta alguna pista para reconocer una noticia falsa y que a la vez
podamos explicarles a los hijos. Por ejemplo, lo más básico, el tipo de
información que se presenta en una captura de pantalla, y no aparece un enlace,
ni fuente, el autor es desconocido y hay una apelación a las emociones, dice el
especialista.
Comparte con tus hijos
Compartir con
ellos información te ayudará a ver que están consumiendo. Pero además puedes
aprovechar para comentar qué tipos de contenidos están consumiendo y, usando
esas claves, intentar hacerles ver que un contenido igual no es 100% real y que
no todo lo que se ve en las redes sociales o en internet es cierto.
Pautas para detectar las “fake news” ¡válidas también para padres!
Los chavales
deben ser conscientes que no todo lo que está por escrito es veraz y que antes
de reenviar algo se tiene que contrastar, afirma Eulalia Alemany. Hay muchas herramientas que
pueden ayudarles como (In)fórmate, u otras iniciativas contra los bulos como
Newtral o maldita.es, a las que se puede recurrir para detectar si una noticia
es o no falsa.
En la web de
FAD también se puede encontrar un decálogo para ayudar a los chicos y chicas a
convertirse en verdaderos cazadores de fake news. Aquí algunas de
esas pautas:
El test de la reacción inmediata
Si la noticia
te ha provocado una intensidad emocional muy elevada, debes desconfiar. Uno de
los objetivos de las noticias falsas es generar un alto rechazo o
sorpresa.
La reafirmación de ideologías extremistas
Otro elemento
que debe levantar sospechas son los argumentos radicales sin desarrollar. Las
cosas son así porque son así. Incluso intentan disuadir de que investiguemos.
Sin fuentes ni enlaces
Por lo general,
en las noticias falsas no se suele encontrar ni un solo sujeto de la
información, ni documentos, informes o actos públicos que interpretemos como
familiares. Tampoco algún enlace al que se pueda acudir para comprobar los
antecedentes. Busca si la noticia está en Google News o en algún medido de
comunicación.
El mejor cómplice de una noticia falsa
El gancho es el
titular. Lo más aconsejable es entrar a la noticia y comprobar si realmente
tiene alguna relación con el titular. También mira cómo está redactada la
noticia: si ves faltas de ortografía o errores de estilo, es una fake
news. Los medios de comunicación con cierto prestigio no suelen cometer
esos errores.
No te dejes llevar por los números
Muchas veces,
las fake news se disfrazan de datos y estadísticas para
obtener una apariencia de rigor. Lo más normal es que en una noticia falsa esas
cifras no tengan ningún sentido ni se puedan identificar con ninguna fuente
fiable.