miércoles, 12 de enero de 2022

Enfermedades mentales: menos prejuicios y más inclusión

 

Escrito por el equipo de RANCHO PUNTO CERO     |     30/09/2020 

La discriminación hacia personas con enfermedades mentales y adicciones es muy recurrente en nuestra sociedad.

Muchas estadísticas nos indican que una de cada cinco personas tendrá un problema de salud mental o una adicción a lo largo de su vida. Desafortunadamente, la gran mayoría de ellas no busca ayuda porque sienten vergüenza o temor; muchas veces creen que otras personas van a juzgarlas negativamente basándose en esos problemas de salud mental.

Además, el encontrar y mantener un trabajo, tener relaciones estables y otros aspectos importantes de la vida son difíciles de superar si no se puede hablar de ellos abiertamente, y recibir la asistencia necesaria. Las personas que viven con estas dificultades plantean que la discriminación que experimentan suele ser peor que la dificultad en sí misma.

El problema con el prejuicio es que se sostiene en ciertas ideas o actitudes negativas acerca de personas que son vistas como diferentes. Cuando discriminamos a alguien estamos ejerciendo una acción basándonos en esos prejuicios.

Algunas investigaciones, dicen que más de la mitad de las personas que viven con problemas de salud mental han sido avergonzadas e igualmente discriminadas.

La salud y el bienestar, incluyen especialmente el reconocimiento de los derechos humanos, por ejemplo en  la posibilidad de desarrollar conexiones de sentido y propósito en nuestra sociedad y lograr oportunidades igualitarias. Cuando se discrimina a las personas, se niegan, precisamente, esos derechos humanos tan importantes que nos unen a todos, se dificultan las relaciones entre las personas y se impide el acceso a oportunidades.

Sin embargo, eso no es todo. Muchas personas, cuando comienzan a tratarse, suelen temer que otros conozcan algún aspecto relacionado con su salud mental; por ejemplo, mantienen en secreto que padecen un problema, ocultan o niegan que están en tratamiento, lo que impide recibir la ayuda que necesitan por temor a ser discriminadas. Recordemos que cuando sentimos y hacemos esto, estamos alejándonos de la valiosa ayuda que necesitamos. Aislarnos y no hablar de lo que nos sucede, si tenemos una enfermedad mental suele profundizar el problema, provocando una mayor desconexión, lo que termina haciendo más difícil la evolución de la situación.

 

Entropía psicológica: qué es y cómo nos afecta emocionalmente


MARIO ARRIMADA     |     Psicología y Mente     |     03/01/2022

La entropía psicológica nos muestra hasta qué punto no podemos controlar lo que nos toca vivir.

 

¿Qué es la entropía psicológica?

La entropía psicológica es un término de la psicología que proviene de la termodinámica, refiriéndose, de acuerdo con esta rama de la física, al hecho por el cual los sistemas tienen una tendencia a derivarse hacia un estado desordenado y caótico. Esto aplicado al ámbito de la psicología viene refiriéndose a ese grado de desorden e incertidumbre al que están expuestas las vidas de las personas, por lo que adaptarse a ello es una necesidad e incluso una obligación que tiene el ser humano para salir adelante.

El caos es un hecho irrefutable y como tal debe ser aceptado, por lo que los seres humanos deben convivir con el hecho de que en sus vidas no hay nada que sea predecible al 100%, por lo que siempre pueden surgir cosas inesperadas, ya que hay una parte importante de los acontecimientos que está supeditada al azar, a lo incierto y eso es algo que puede generar nerviosismo o ansiedad en las personas.

De acuerdo con el concepto de entropía psicológica, las personas deben aceptar ese factor caótico que siempre está presente, ya que nunca se va a poder predecir lo que va a ocurrir en un futuro y por más que uno se esmere en intentar controlar todas las variables de un contexto con el fin de controlar lo que va a suceder, siempre puede ocurrir algo inesperado y que esté fuera de su control, por lo que sería más adecuado asumir que siempre existirá ese componente caótico y de incertidumbre.

Aceptar que haya una entropía psicológica, con lo que este concepto conlleva, facilita a las personas a la hora de equilibrar su mente. Por paradójico que parezca, aprender a tolerar cierto caos y de incertidumbre que se escapa del control de uno mismo, ayuda a encontrar un mayor grado de equilibrio psicológico, puesto que se evitan preocupaciones por algo que no se puede controlar. Ahora bien, hay que buscar un término medio, ya que si nos sumimos completamente en el caos y permitimos que impere la entropía psicológica, es muy probable que esto nos cause serios problemas psicológicos.

En otras palabras, tanto hundirse en la entropía psicológica del caos total como el acto de intentar combatir contra ella van a terminar perjudicándonos a nivel psicológico, lo cual repercutirá en otras facetas de nuestra vida (p. ej., a nivel relacional, laboral o académico, etc.). Es por ello que lo más beneficioso sería intentar adaptarse a los cambios que son inevitables, aprender a tolerar la incertidumbre y no intentar tener todo bajo control buscando mantener una rigidez absoluta en nuestra vida, al igual que tampoco podemos dejar que impere el caos absoluto.

Relación entre la entropía psicológica y los trastornos de ansiedad

Jacob B. Hirsh y sus colaboradores realizaron en el año 2011 una investigación en la estudiaron la relación que podría haber entre los trastornos de ansiedad y la entropía psicológica, partiendo de la premisa de que los seres humanos son una especie de sistemas autoorganizados que buscan constantemente mantener la homeostasis o equilibrio en todos o la mayoría de las áreas vitales con el fin de mantener su propia vida bajo control y evitar el mayor número de sorpresas o imprevistos posible.

En cambio, debido a que los seres humanos habitan en un contexto o ambiente que se encuentra en constante cambio, esos cambios externos propicia que esos imprevistos y sorpresas provoquen el caos, malestar y miedo a la incertidumbre en las personas, siendo esto el fenómeno conocido como entropía psicológica y es que si ese malestar producido por el miedo a la incertidumbre y las demás afecciones a nivel psicológico se mantienen durante un tiempo prolongado, van a terminar produciendo una serie de problemas mentales, como podrían ser los trastornos de ansiedad.

En las investigaciones al respecto se ha encontrado que el cerebro humano procesa los síntomas de ansiedad de la misma forma que la incertidumbre, y es que en ambos casos se libera una cantidad notablemente mayor de noradrenalina debido a una mayor actividad en la corteza cingulada anterior que ha generado el aumento de los niveles de este neurotransmisor del sistema nervioso central.

La importancia de aceptar la entropía psicológica

Debido a los problemas de nivel psicológico que puede generar el hecho de evitar o no aceptar el fenómeno conocido como entropía psicológica con los factores a los que está asociado y que influyen en la vida de las personas, conviene aprender a vivir con ello, puesto que es algo que no se puede erradicar y cuando más se oponga uno a ello, más problemas podría causarle.

La entropía psicológica, al igual que la entropía dentro de la termodinámica, es un fenómeno natural que no se puede erradicar, ya que es inherente a la mente humana, a la naturaleza y al universo, ya que por mucho que intentemos controlar todas las facetas de nuestra vida para evitar sorpresas, siempre habrá fenómenos externos que puedan cambiar nuestro rumbo por completo.

Tenemos un claro ejemplo de fenómenos externos inesperados que han generado mucha incertidumbre en la vida de las personas, debido al alto grado de incertidumbre generado, como es el caso de la pandemia producida por el virus SARS-Cov-2, que comenzó en el año 2019 en la localidad de Wuhan (China), llegando a expandirse por todos los países del mundo y continuando con su expansión y provocando contagios aún en 2022, sin que se sepa cuándo se podrá volver a la normalidad.

Otro ejemplo, es el acontecimiento sucedido en septiembre de 2021 por la erupción del volcán de la isla de La Palma, que ha durado 3 meses, y que provocó que miles de personas que residían allí tuvieran que abandonar sus casas.

Estos son dos claros ejemplos de cambios inesperados que pueden cambiar de un día para otro la vida de las personas, lo que demuestra que por mucho que intentemos controlar todos los ámbitos de nuestra vida, siempre habrá muchos factores incontrolables por lo que nunca podremos predecir con total certeza nuestro futuro por más que lo intentemos, lo que demuestra la necesidad de adoptar la entropía psicológica como parte de la vida sin intentar combatirla ni evitarla.

Este caos que rodea a todas las personas obliga a que tengan que desarrollar estrategias nuevas de forma constante para adaptarse a los continuos cambios surgidos a lo largo de la vida, ya que si no se hace y una persona no acepta la incertidumbre, intentando resistirse, lo único que conseguirá será sufrir de manera prologada, pudiendo además desencadenar ese sufrimiento en el desarrollo de síntomas de ansiedad y/o depresión.

En la vida de cualquier persona siempre puede haber un grado de estabilidad hasta cierto punto, pero el cambio siempre estará presente y será inevitable que se produzca, por lo que todos deben aprender a asumir esos cambios que no se pueden evitar y también intentar desarrollar unas estrategias que posibiliten una futura mejor adaptación a los cambios que vengan en el futuro, lo que supone aceptar la entropía psicológica.