SANDRA GONZÁLVEZ | Vanitatis el Confidencial | 20/01/2025
Los
consejos a seguir para poner freno a este tipo de personas, y a sus conductas,
para que dejen de afectarnos a nivel emocional
La manera de relacionarse de estas personas suele estar marcada por la
dependencia emocional y la necesidad de atención
constante. Algunos signos comunes de estos comportamientos incluyen la típica
manipulación emocional en la que ellos son la víctima para lograr conseguir así lo que desean.
Estas personas también se caracterizan por poseer una
negatividad constante y percibir el mundo siempre de forma negativa. Suelen ser egoístas, ya que no consideran las emociones de
los demás y restan importancia a lo que sucede a su alrededor, necesitando siempre
ser el centro de atención.
Estas personas suelen producirnos fatiga mental, aumentar nuestros
niveles de ansiedad y de estrés e, incluso, mermar nuestra autoestima debido a los sentimientos de
insuficiencia que pueden causar en los demás.
Los psicólogos aconsejan adoptar una serie de medidas para minimizar el
impacto que estas personas tienen en nuestra vida y poder mantener así
nuestro equilbrio emocional a salvo, ya que las personas que tienen una
autoestima baja son las primeras en caer bajo las garras de este tipo de personas.
Para ello, es fundamental establecer límites y comunicar de
manera firme nuestras necesidades. Priorizar nuestro autocuidado, actuar con
empatía cuando estemos con ellos, comunicarles lo que hacen de manera asertiva
y reducir el tiempo que pasamos a su lado, son las claves que
citan los expertos para poder salvaguardar nuestro bienestar emocional y nuestra salud
mental.
La importancia de
priorizar nuestras necesidades y aprender a rechazar propuestas que no se ajusten a
nuestros valores, pueden ayudarnos a preservar nuestra salud
mental y a mantenernos alejados de este tipo de personas que absorben toda
nuestra energía.