lunes, 8 de julio de 2024

Marian Rojas Estapé explica por qué acabamos siempre con el mismo tipo de personas: "Repetimos patrones"

 HÉCTOR FARRÉS      |      La Vanguardia     |     12/06/2024                      

Es fundamental hacer un trabajo consciente para sanar las heridas del pasado y así poder construir relaciones más saludables en el presente,

 

Es curioso observar cómo a menudo el círculo social se compone de gente con características muy parecidas. Esto puede no ser lo más beneficioso, pero es algo que sucede bastante. Según la famosa psiquiatra Marian Rojas Estapé, este fenómeno tiene una explicación y está más relacionado con nuestras experiencias y heridas emocionales de lo que pensamos.

Rojas Estapé, conocida por llenar auditorios y arrasar con sus libros, nos cuenta que todos llevamos en la mochila de la vida nuestras vivencias y cicatrices emocionales. “Todos nosotros traemos nuestras vivencias, nuestra historia, nuestras heridas emocionales, que hacen que ante ciertas personas nos sintamos cómodos o nos sintamos alejados”, comenta. Es decir, nos acercamos a personas que nos resultan familiares, ya sea para bien o para mal.

Se suele buscar lo que se ha vivido en casa

La experta asegura que de pequeños aprendemos a ver ciertas conductas como normales solo porque las vivimos en casa. “Todos nosotros tenemos en nuestra infancia cosas que hemos vivido que las validamos en la infancia como buenas, porque lo conocido en casa siempre es bueno”. 

Con el tiempo, sin embargo, esto va cambiando: “Cuando nos vamos haciendo mayores, nos vamos dando cuenta de que algunas de estas cosas son negativas, nos perjudican o, incluso, son profundamente tóxicas”. Así que, sin darnos cuenta, seguimos buscando esos patrones en la gente que conocemos.

Pero claro, ahí está el problema. A veces, lo que consideramos “normal” puede ser bastante perjudicial. “A veces no hemos hecho un trabajo para superar eso y, entonces, repetimos esos patrones, repetimos vincularnos con personas que no nos convienen, porque eso que vivimos durante nuestra infancia no lo tenemos bien sanado”, señala. Es como si lleváramos un radar interno que nos guía hacia lo familiar, aunque eso no siempre sea lo mejor para nosotros.

El mensaje de Rojas Estapé es claro: necesitamos trabajar en nuestras heridas del pasado para dejar de tropezar con la misma piedra. Suena sencillo, pero es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo. Sin embargo, la buena noticia es que al reconocer estos patrones, podemos empezar a cambiarlos. Y es ahí donde empieza la verdadera transformación.

¿Qué es la distimia?

NOELIA LABORDETA HERCE     |     doctoralia.es     |        04/12/2023

La distimia es un trastorno depresivo persistente en el tiempo; es un tipo de depresión, que se diferencia por ser continuada y crónica. Sus síntomas son similares a los de la depresión mayor aunque de menor intensidad.

Forma parte de los trastornos afectivos o del estado de ánimo que afecta tanto a la salud física, como a la mental. Conlleva pensamientos negativos que repercuten en la alimentación, sueño y percepción de la realidad, y por tanto afectan a la vida social, familiar y laboral de quien la padece.

Según el Estudio ESEMeD-España, la distimia es el tercer tipo de trastorno mental más frecuente en la población española, afectando a casi un 1,5% de la población. Su incidencia es hasta cinco veces superior en las mujeres.

Sintomas de la distimia

La sintomatología de la distimia es más leve, pero de mayor duración que la depresión mayor. Cada persona puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los más frecuentes son:

  • Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad y “vacío”.
  • Menor capacidad para concentrarse, pensar, y tomar decisiones.
  • Menor energía.
  • Sentimientos de desesperanza.
  • Cambios de peso o en el apetito debido a una excesiva o insuficiente alimentación.
  • Cambios en los patrones del sueño, como sueño irregular, imposibilidad de dormir, despertar de madrugada o dormir demasiado.
  • Falta de interés en los quehaceres diarios.
  • Anhedonia (pérdida de la sensación de placer).
  • Abulia: falta de energía y motivación.
  • Astenia: sensación de fatiga constante.
  • Baja autoestima, autocrítica o sentimiento de inutilidad.
  • Dificultad para concentrarse y tomar decisiones.
  • Irritabilidad o enojo excesivo.
  • Disminución de la actividad, eficacia y productividad.
  • Aislamiento y retraimiento social.
  • Sentimiento de culpa y preocupación excesiva por hechos del pasado.

Diferencias entre distimia y depresión mayor

La depresión mayor y la distimia son dos trastornos depresivos, pero hay una serie de diferencias entre ambos:

  • Duración: la depresión mayor tiene una duración mínima de 2 semanas (momento en el cual ya se puede realizar el diagnóstico), mientras que la distimia dura como mínimo 2 años en los adultos y 1 año en el caso de los niños y adolescentes.
  • Intensidad de los síntomas: mientras que en la depresión mayor los síntomas son más intensos, en la distimia, aunque la duración sea más larga, los síntomas son de menor intensidad.
  • Edad de aparición: la distimia suele aparecer a edades más tempranas (a partir de los 20 años) que la depresión mayor (entre los 30 y 40 años).
  • Episodios: los episodios (períodos de 2 semanas en los que se cumplen los criterios diagnósticos para la depresión) no existen en la distimia.
  • Interferencia en la vida cotidiana: en la depresión mayor la interferencia es mucho más importante.

Causas de la distimia

No existe una causa clara para este tipo de depresión. Los profesionales de la salud mental creen que es el resultado de desequilibrios químicos en el cerebro. Se cree que hay muchos factores que contribuyen a la depresión. Estos incluyen factores ambientales, psicológicos, biológicos, y genéticos.

Las personas con esta enfermedad, en algunas ocasiones, también pueden tener depresión mayor.

Factores de riesgo de la distimia

Entre los factores de riesgo figuran los siguientes:

  • Predisposición genética: tener un familiar consanguíneo que padezca un trastorno depresivo mayor u otros trastornos depresivos aumentaría el riesgo. La distimia parece ser hereditaria, pero aún no se han vinculado genes a ella.
  • Procesos químicos del cerebro: desequilibrios en los neurotransmisores.
  • Estrés crónico.
  • Soledad: especialmente en el caso de los ancianos.
  • Alcoholismo.
  • Factores psicosociales: atravesar por situaciones traumáticas o estresantes, como la pérdida de un ser querido o problemas económicos.
  • Tener antecedentes de otros trastornos de salud mental.

Reflexiones finales sobre la distimia

  • La distimia es más leve, pero es una forma más crónica que la depresión mayor. Las personas con esta enfermedad, en algunas ocasiones, también pueden tener depresión mayor.
  • No hay una causa clara de este trastorno, pero los profesionales de la salud mental creen que es el resultado de desequilibrios químicos en el cerebro. Algunos tipos de depresión parecen ser hereditarios, pero aún no se han vinculado genes a ella.
  • En general, casi todas las personas con depresión tienen sentimientos permanentes de tristeza, y pueden sentirse impotentes, sin esperanza, e irritables. Sin tratamiento para la distimia, los síntomas pueden durar muchos años.
  • Debido a que la distimia es un tipo de depresión crónica y persistente, que puede durar dos años o más, puede ser muy incapacitante para quien la padece, llegando a afectarle tanto en el plano personal como en el social, siendo causa frecuente de baja laboral.
  • No es menos cierto que la distimia es muy comúnmente una secuela derivada de otra patología, lo que aumenta el grado de discapacidad y posibilita la obtención de una incapacidad permanente, siempre que existan y puedan probarse las limitaciones funcionales para el correcto ejercicio de la actividad profesional.
  • Se calcula que más del 75% de las personas afectadas por distimia padecen otra patología crónica.

Existen diferentes asociaciones españolas de depresión y distimia. No dudes en ponerte en contacto con un psicólogo para resolver todas tus dudas.