PSICOLOGÍA | Redes
sociales
EL MUNDO | Madrid | 19/04/2014.
Es de sobra
sabido que los medios de comunicación impactan directamente sobre cómo perciben
muchas personas su propia imagen. La televisión, las revistas, la moda, los
iconos de la música y un largo etcétera de altavoces transmiten
unos estereotipos físicos -sobre todo de las mujeres- a los que es difícil
sustraerse. Pero, ¿qué pasa con las redes sociales?, ¿tienen la misma capacidad
de influencia?
Una
investigación coordinada entre científicos británicos y estadounidenses ha
tratado de averiguarlo y sus resultados muestran que su impacto puede
ser incluso mayor que el de los medios tradicionales.
Estos científicos estudiaron el caso
de 881 jóvenes universitarias en un análisis que, entre otros factores, tuvo en
cuenta sus hábitos de vida, su alimentación, el ejercicio que realizaban, cuál
era su uso de la red social Facebook y cuál era su percepción de su propia
imagen.
Al cruzar los
datos comprobaron que emplear mucho tiempo en Facebook se asociaba con "más
sentimientos negativos" sobre su propia imagen y "más
comparaciones con los cuerpos de amigos". Asimismo, también observaron
que, en el caso de las mujeres que estaban tratando de perder peso, el tiempo
en la red social se correlacionaba con prestar más atención a la apariencia
física.
"Esta
atención a los atributos físicos puede ser incluso más peligrosa en las
redes sociales que en los medios tradicionales ya que los participantes
en estas redes son gente que conocemos. Estas comparaciones son mucho más
relevantes y más impactantes. Y pueden ser tan poco realistas como las imágenes
que vemos en los medios tradicionales", ha señalado en un comunicado Patya
Eckler, investigadora de la Universidad de Strathclyde (Reino Unido) y una de
las principales firmantes del estudio que se ha presentado en el 64 Congreso de
la Asociación Internacional de Comunicación (celebrado en Seattle, EEUU).
La investigación no encontró ninguna
relación directa entre pasar mucho tiempo en Facebook y un mayor riesgo de
desarrollar trastornos de la alimentación, pero los investigadores advierten
que esta asociación puede darse en dos pasos.
"Aunque el
tiempo empleado en Facebook no tiene una relación con estos trastornos, sí fue
capaz de predecir una peor imagen corporal entre los participantes", ha
señalado Eckler, quien ha añadido que "como todos los expertos en este
campo saben, una mala imagen corporal puede conducir gradualmente al
desarrollo de una relación poco sana con la comida".
Los
profesionales de salud pública que trabajan en el área de los trastornos de la
alimentación y su prevención ahora tienen una evidencia clara de cómo las redes
sociales se correlacionan con la imagen corporal que tienen las mujeres
universitarias".
No es la primera vez que una
investigación asocia el uso continuado de las redes sociales con algún problema
de tipo psicológico. Recientemente, un trabajo publicado en Plos One señalaba
que podía establecerse un vínculo entre el uso de la
red y un estado de malestar.