PSICOLOGÍA CLÍNICA
Explicamos
las similitudes y diferencias entre estos conceptos
En el ámbito de la salud y de la psicología, es muy
frecuente el uso de tres conceptos clave: el síndrome,
el trastorno y la enfermedad.
Se trata de palabras con mucha fuerza, porque a
nivel popular acostumbran a asociarse a la falta de salud y los problemas en el
organismo, algunos de los cuales podrían ser crónicos y por lo tanto no tener
cura. Sin embargo, eso no
significa que en los entornos científicos, académicos y de la salud se utilicen
como sinónimos. De hecho, no lo son.
A continuación examinaremos las diferencias entre
la enfermedad, el síndrome y el trastorno, pero antes debemos aclarar el
significado de la palabra "síntoma" para poder entender todo el
resto.
¿Qué es un síntoma?.- En el ámbito de la salud, un síntoma es la expresión de un estado anómalo, es decir, la consecuencia
de un fenómeno que se está manifestando en un cuerpo. De este modo, un síntoma
podría ser una señal de alerta de que un paciente puede tener su salud
comprometida de algún modo, o podría ser una "falsa alarma".
Es decir, un síntoma puede ser muchísimas cosas, y
el hecho de que estén presentes no sirve como confirmación definitiva de que la
salud de alguien se vea comprometida: por ejemplo, un paciente puede decir que le duele la cabeza
(síntoma) sin que esto sea señal de que se tiene una enfermedad.
El síndrome.- Un síndrome es un conjunto de síntomas que se dan
juntos y que ya ha sido estudiado previamente y que, por tanto, ha sido
identificado como un cuadro clínico vinculado con uno o varios problemas de
salud. Así pues, en un síndrome hay una serie de síntomas que se dan juntos con
mucha frecuencia. Sin embargo, los síntomas que componen un síndrome
pueden variar con el tiempo y por lo tanto este puede llegar a desaparecer.
¿Cuál es la diferencia entre un
síndrome y una enfermedad? Ahora lo veremos.
La enfermedad.- El concepto de enfermedad, como el de
síndrome, es una entidad clínica, y por tanto tiene que ver con los problemas
de salud. Sin embargo, si un síndrome no es más que un conjunto de síntomas ya
estudiados e identificados como algo que tiene una entidad propia al tener una
forma típica de manifestarse, una enfermedad debe presentar, además de uno o más
síntomas, o cambios reconocibles en el cuerpo o bien una causa biológica
conocida (o ambos elementos).
Es decir, que un síndrome, al ser esencialmente un
conjunto de síntomas, no tiene por qué tener una causa conocida ni
desarrollarse a la vez que alteraciones anatómicas.
Así pues, algunos síndromes pueden ser la
manifestación de una enfermedad, pero otros no, ya que sus causas pueden ser
tan biológicas como, por ejemplo, sociales.
¿Qué es un trastorno?.- En términos genéricos, por trastorno puede entenderse simplemente una alteración del estado de
salud normal debido o no a una enfermedad. El
ámbito en el que es más frecuente hablar de trastornos es del de la salud
mental. Un trastorno mental suele ser entendido como un cambio desadaptativo
(y, por tanto, problemático) que afecta a los procesos mentales.
Muchas veces el término trastorno se utiliza como
un modo más laxo de referirse a la enfermedad en aquellos casos en los que las
causas no están muy claras y las posibles alteraciones anatómicas con las que
está asociado pueden ser a la vez causa o consecuencia suya. En el caso de los
trastornos mentales esto se hace mucho, ya que muchas veces no queda muy claro
si los desequilibrios bioquímicos asociados a algunos trastornos son lo que
produce los síntomas o son un producto de una dinámica de interacción entre la
persona y su entorno.
De este modo, el concepto de
trastorno sirve simplemente para describir las señales del estado de
anormalidad y de alteración de la salud en el que se encuentra una persona,
mientras que el de enfermedad señala una relación de causalidad, porque incluye
las causas concretas (etiología) de la falta de salud.
Nota.- La Psicología clínica se encarga de investigar las distintas
funciones mentales de individuos que sufren algún tipo de alteración o
padecimiento, no solamente trastornos mentales sino también trastornos relacionados con la potencialidad
de cada ser humano para lograr sus metas. Para ello, los psicólogos clínicos se
apoyan en distintas metodologías y pruebas para trazar la mejor terapia
posible.