ALEXIS RACIONERO | LA
VANGUARDIA | 22/01/2021
Una
investigación muestra que los aficionados a la ficción aterradora se adaptan mejor
a las situaciones que ha traído el virus
Un equipo de investigadores vinculados a la
Penn State University ha constatado, después de realizar un test psicológico a
más de trescientas personas, que mirar películas de terror apocalíptico nos
prepara mejor ante la realidad que nos está haciendo vivir la covid.
El coordinador de esta investigación, John
Johnson dice que “cuantas más películas de zombis, invasiones alienígenas y
epidemias apocalípticas ha visto una persona antes de la Covid-19, mejor sabe enfrentarse
a la pandemia actual".
Por tanto, ser espectadores de cine zombi o
apocalíptico nos hace más resilientes. La
resiliencia es
la capacidad de adaptarse a la adversidad con positivismo y naturalidad. Ser
capaz de superar situaciones traumáticas como la muerte de un ser querido, la
enfermedad o un grave accidente. Es la naturaleza de las personas que aceptan
las dificultades como parte de la vida, sin venirse abajo o escudarse en la
queja permanente.
En estos tiempos de pandemia, la
resiliencia tiene mucho que ver con la condición mental, y el consumo de cierto
tipo de cine nos prepara para las situaciones que nos trae el virus. Por
desgracia, los escenarios apocalípticos de la ciencia ficción, fusionada con el
terror catastrofista, se van convirtiendo en realidad.
La falta de recursos naturales, la
contaminación y las epidemias son parte de nuestro día a día. Los zombis
todavía no circulan por las calles, aunque a veces el aborregamiento del
pensamiento único del capitalismo
de vigilancia, nos hacen
pensar en ellos. Afortunadamente, no llegará el día en que nos devoremos los
unos a los otros, pero la pandemia instala una mirada en el otro de
desconfianza, viéndolo como posible infectado. Son nuevas situaciones
psicológicas que vivimos y que los consumidores de pelis de zombis tienen
absolutamente integradas, por eso son más resilientes.
No obstante, el resultado de la
investigación plantea la eterna duda de si consumir un tipo de ficción nos
impulsa a volvernos como ella o purgar sus miedos y adquirir sus enseñanzas. Es
decir, si ver cine zombi nos convierte en violentos sanguinarios ávidos de
carne o en personas más aptas para la supervivencia en un mundo apocalíptico.
Obviamente, la investigación del profesor Johnson y su equipo se alinea en esta
segunda postura.
Desde aquí, no dudamos de las capacidades
de la ficción para prepararnos ante las situaciones de la vida. Por eso, ver
cine apocalíptico puede aportarnos claves para transitar mejor esta pandemia.
Las aportaciones de la ficción apocalíptica
a la resiliencia
Realidad ficcionada
Las historias narrativas y audiovisuales
son una preparación para situaciones de la vida. Continuamente, aquello que
contemplábamos como una ficción se vuelve realidad.
Si vemos o leemos buena ficción, tenemos
mayor capacidad de adaptación porque tenemos más herramientas y pistas de lo
que sucede. La ficción traza un mapa del nuevo territorio en el que nos toca
vivir. El cine apocalíptico no es solo entretenimiento, sino aprendizaje.
Realidad y ficción se tocan de una forma recíproca.
Ensayo mental
La ficción apocalíptica supone un
ensayo mental para situaciones que el futuro puede deparar. Antes de la
pandemia pocos creían que iríamos con mascarillas en la cara o que veríamos las
calles de la ciudad desoladas. Transitando en soledad por las desiertas grandes
avenidas de la ciudad, uno se siente como el último hombre vivo de la ficción.
Actos como el aprovisionamiento de víveres
compulsivo, son escenas que hemos contemplado en múltiples ficciones. La
ficción apocalíptica nos aporta esa sensación de déjà-vu y
cierta idea de cómo actuar, porque lo hemos ensayado previamente.
Nuevos escenarios y horizontes
La ciencia ficción parte de la creación de
nuevos mundos o la reinterpretación del nuestro en un futuro lejano o
inmediato. En su vertiente apocalíptica, la visión tiende a ser distópica o
poco esperanzadora. Mundos dominados por las máquinas o nuevas civilizaciones,
invasiones extraterrestres o el hombre devorado por si mismo y las guerras
nucleares. Múltiples nuevos escenarios que el espectador integra, aprendiendo a
crear nuevos horizontes.
Supervivencia y recursos
Probablemente el motor vital en el
apocalipsis o la amenaza zombi es la supervivencia. Casi todo pasa a ser
superfluo. La supervivencia se erige en valor esencial y esto permite la
irrupción de recursos antes desconocidos. Cuando la necesidad apremia, sacamos
lo mejor de nosotros mismos. Los valores vitales se transforman. Las pequeñas
cosas cobran valor.
En una película como Cuando el
destino nos alcance, poder ver una puesta de sol puede ser el mayor deseo
de un moribundo. El simple hecho de poder comer un plato caliente, el mejor de
los placeres. Encontrar a un amigo, la mejor de las recompensas. Normalmente,
la necesidad de sobrevivir nos retrae a lo primitivo e instintivo, con héroes
solitarios que se acaban dando cuenta de que para hacer frente a la catástrofe,
invasión o pandemia, necesitan de la ayuda del grupo.
Mantener la integridad y los valores
En las situaciones apocalípticas resulta
esencial no perder los valores y saber mantener la integridad. Aunque ciertas
películas instiguen a sobrevivir a toda costa, suelen triunfar posturas como la
unión hace la fuerza, una premisa fundamental tanto de la ciencia ficción
clásica de los cincuenta como de exitosas series contemporáneas como The
Walking Dead.
La voluntad de sobrevivir y reponerse al
apocalipsis zombi o epidémico proviene de mantener intactas la esperanza e
ilusión. Los héroes o heroínas apocalípticos deberán transitar pruebas para
demostrar su integridad y compromiso con estos valores.
10 Títulos imprescindibles de cine apocalíptico
1-La guerra de los mundos (Haskin, 1953/
Spielgberg, 2005)
2- La noche de los muertos vivientes (G.
Romero, 1968)
3- 28 días después (D. Boyle, 2002)
4- The Walking Dead (F. Darabond, 2010/17)
5- Tren a Busan (Y. Sang-ho, 2016)
6- Soy leyenda (F. Lawrence, 2007)
7- Estallido (W. Petersen, 1995)
8- El síndrome de China (J. Bridges, 1979)
9- Cuando el destino nos alcance (R.
Fleischer, 1973)
10 -El planeta de los simios (F. Schaffner,
1968)