LAURA MARTÍN SANJUAN
| as.com |
03/04/2025
Varios estudios han demostrado que la inteligencia sólo se transmite de uno de los progenitores. La razón de esta herencia asimétrica radica en los cromosomas. Así, la inteligencia tiene su raíz en la herencia genética de los padres, pero sólo de uno.
En las últimas décadas diferentes estudios han
identificado una relación significativa entre los genes maternos y el
desarrollo de una función cerebral superior. Una investigación realizada
por la Universidad de Cambridge en 1984 demostró que los genes
relacionados con la inteligencia se transmiten a través de la línea materna.
Las mujeres tienen dos cromosomas X, mientras que los hombres
solo tienen uno, lo que aumenta la probabilidad de que los hijos hereden genes
relacionados con la inteligencia de la madre. Este estudio fue uno de los
primeros en destacar esta tendencia, y desde entonces, otros estudios han
apoyado la hipótesis. La base científica está en la existencia de “genes
condicionados”. Estos componentes genéticos, tal como
describen los biólogos, se comportan de forma distinta según su origen sea de
un cuerpo masculino o femenino.
El equipo de investigadores analizó ciertos componentes, como
los bioquímicos y los genéticos del cerebro, y concluyeron que los
genes de la madre aportan mucha más información para el desarrollo de las
estructuras cerebrales asociadas con el pensamiento y las operaciones
mentales de los bebés. Además de la genética, la relación entre madre e
hijo también contribuye al desarrollo de la inteligencia: un niño que
recibe afecto y apoyo maternal tendrá mayor curiosidad y habilidades para
resolver problemas.
Otros factores a tener en cuenta
Es importante
tener en cuenta que la inteligencia también está influenciada por
factores ambientales, como la educación y la estimulación temprana, pero
hay más:
·
Educación: La calidad
y cantidad de educación que una persona recibe puede influir significativamente
en su desarrollo intelectual. La estimulación cognitiva a través de la
enseñanza y el aprendizaje es fundamental.
·
Nutrición: Una dieta
equilibrada y nutritiva durante la infancia y adolescencia es esencial para el
desarrollo cerebral. Deficiencias nutricionales pueden afectar negativamente la
capacidad cognitiva.
·
Estimulación temprana: La
exposición a estímulos variados desde una edad temprana, como juegos
educativos, lectura y actividades creativas, puede fomentar el desarrollo
intelectual.
·
Ambiente familiar: Un entorno
familiar estable y enriquecedor, donde se fomente el aprendizaje y se
proporcionen oportunidades para explorar y descubrir, puede potenciar la
inteligencia.
·
Interacciones sociales: Las
relaciones con amigos, familiares y compañeros de clase pueden influir en el
desarrollo de habilidades sociales y emocionales, que son componentes
importantes de la inteligencia.
·
Acceso a recursos: Tener
acceso a libros, tecnología, y otras herramientas educativas puede facilitar el
aprendizaje y el desarrollo intelectual es una medida de desarrollo intelectual
muy importante.