miércoles, 26 de febrero de 2025

¿Qué dice la psicología sobre quienes tardan en responder mensajes?

MARTÍN NICOLÁS PAROLARI         |       gizmodo.com     |      14/12/2024

Si alguna vez te has frustrado esperando una respuesta o te han acusado de ignorar mensajes, ¡tranquilo! Según la psicología, este hábito tiene explicaciones más profundas que van más allá de la simple descortesía. Descubre qué hay detrás de esta conducta y cómo interpretarla en tus relaciones.

En un mundo hiperconectado, las notificaciones constantes pueden ser agotadoras, y no responder de inmediato no siempre significa desinterés. A veces, este hábito refleja necesidades emocionales o patrones de comportamiento que vale la pena entender.

Fatiga digital: Protegerse del exceso de notificaciones

Un estudio publicado en Computers in Human Behavior señala que la fatiga digital es una de las principales razones por las que algunas personas tardan en responder. Este fenómeno, descrito como una saturación causada por la presión de estar siempre disponible, lleva a algunos a desconectarse como una forma de cuidar su salud mental.

Según el psicólogo Adam Alter, este comportamiento no es malintencionado. Más bien, refleja una necesidad de gestionar el impacto emocional de la hiperconectividad en su bienestar diario.

Reflexión excesiva y ansiedad social

En algunos casos, el retraso en responder mensajes puede estar relacionado con una tendencia a reflexionar demasiado. Las personas con ansiedad social o rasgos perfeccionistas tienden a preocuparse por encontrar la respuesta adecuada, lo que puede paralizarlas y retrasar su acción.

«Quieren evitar malentendidos o asegurarse de decir lo correcto, lo que genera una demora involuntaria», explica la psicóloga Susan Krauss Whitbourne. Este patrón puede ser especialmente común en situaciones donde hay una relación emocional importante en juego.

Responder como una inversión emocional

Para otros, el tiempo que tardan en responder está relacionado con la necesidad de establecer límites personales. «Responder mensajes implica una inversión emocional que puede ser abrumadora para quienes tienen personalidades introvertidas o trabajos demandantes», afirma Alter.

Este comportamiento no significa necesariamente falta de interés, sino una forma de preservar su espacio personal y su energía emocional.

¿Qué pasa si es desinterés?

Aunque muchas razones psicológicas justifican este hábito, también puede ser un indicio de que la relación no es una prioridad para esa persona. Un estudio de la Universidad de Texas reveló que tendemos a priorizar mensajes de personas con quienes tenemos vínculos emocionales más fuertes, dejando en segundo plano los menos importantes.

¿Cómo interpretarlo en tus relaciones?

Entender que tardar en responder no siempre es un rechazo puede ayudarte a manejar mejor tus expectativas. Reconocer las necesidades emocionales o los límites de los demás, así como ser claro sobre tus propios sentimientos, puede mejorar la comunicación y fortalecer las relaciones.

Responder o no, y cuánto tiempo se tarda, dice mucho más de lo que parece. Ahora que lo sabes, ¿cómo prefieres manejar tus mensajes?