JUAN MONTAGU | elconfidencial.com | 02/06/2022
En España hay cerca de un millón y medio de individuos que la padecen. La periodista británica Erica Crompton recoge en un libro su experiencia con la enfermedad
Los afectados sufren alucinaciones, tienen visiones y oyen voces. “En
psiquiatría sufro de lo que se conoce como 'falsas creencias' o 'delirios':
tengo la creencia fija de que soy, o pronto seré, el criminal más buscado de
Gran Bretaña. Psicosis significa
literalmente 'fuera de
contacto con la realidad' y durante dos décadas he vivido con
ella. Para mí, la psicosis significa perder el contacto con la realidad y esto
ha sido casi fatal en ocasiones, ya que mi paranoia puede hacerme sentir
suicida”
Este es el testimonio de Erica Crompton, periodista freelance, que recoge en ‘La guía para principiantes sobre la
cordura: un libro de autoayuda para personas con psicosis’. Lo confirma con el profesor Stephen Lawrie, director
de Psiquiatría de la Universidad de Edimburgo.
“Durante los episodios psicóticos
agudos me he encerrado en casa porque he sentido que aquí es donde pertenecen
los criminales buscados. Incluso desde un lugar tan seguro como debajo del
edredón, la psicosis todavía me afecta. Durante un episodio, a menudo provocado
por el estrés,
si escucho un helicóptero afuera, creo que es la policía acercándose a mí.
También creo que la policía ha instalado un equipo de espionaje en mi
dormitorio para verme sufrir. En el momento del episodio, estas creencias son inquebrantables”,
documenta.
Psicosis en desarrollo
La psicosis no es un diagnóstico en sí mismo, pero puede ser la punta del
iceberg para muchas afecciones, como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y
la depresión psicótica,
todo lo que esta mujer ha tenido en algún momento. “A mí me llevó la mayor
parte de una década diagnosticar la esquizofrenia y, con apoyo, mi diagnóstico
cambió a trastorno esquizoafectivo”, agrega el ejemplar.
Ocurre cuando una persona pierde el contacto con la realidad, lo que se
conoce como episodio
psicótico. La psicosis es un síndrome psiquiátrico que ocurre
con mayor frecuencia en adultos jóvenes. Aproximadamente 1 de cada 50 personas
experimentará un episodio en su vida.
Según el 'Libro blanco de intervención temprana en psicosis en España', afecta a alrededor de 1.400.000
españoles y suele aparecer antes de los 35 años. El
problema en el número de casos ha aumentado por culpa del covid-19.
Un ejemplo: se han disparado en los últimos dos años en Reino Unido
coincidiendo con la pandemia de coronavirus. Según datos de las autoridades
sanitarias, la NHS, que ha recogido el diario británico 'The Guardian', entre abril de 2019 y abril de 2021 hubo
un aumento del 75% en
el número de personas derivadas a los servicios de salud mental por su primer
episodio de psicosis.
Aclara el profesor Lawrie: “Cuando los trabajadores de la salud mental
usan la palabra psicosis, generalmente se debe a que la persona a la que
atienden tiene uno o más síntomas psicóticos. Suelen ser delirios (creencias
extrañas) y/o alucinaciones
auditivas (oír voces)”.
Algunos signos y síntomas
No es una enfermedad específica, sino un síndrome. La característica central es la pérdida de la realidad, lo que da como resultado un cierto grado de deterioro del juicio y comportamiento anormal. Los síntomas psicóticos pueden presentarse con una alteración de la percepción, como alucinaciones (cuando se escuchan voces o se ven cosas que no existen), o una alteración del pensamiento, como trastornos de este o delirios (falsas creencias de que se van a sufrir daños o que las personas están hablando de ellos). Además, puede afectar al estado de ánimo (tristeza, ira, desconcierto…).
Probablemente, cada persona interpretará estas perturbaciones de manera
distintas. Unos como síntomas de estrés. Otros pueden verlos como parte de la
personalidad. Las influencias
culturales también pueden desempeñar un papel en su
interpretación de los síntomas de la psicosis y dificultar la búsqueda de
ayuda.
Causas
Se cree que la causa exacta de la psicosis está relacionada con los cambios neurológicos y bioquímicos que
ocurren en el cerebro de una persona durante la adolescencia y los primeros
años de la edad adulta. También con la herencia genética o un familiar cercano
con un problema psicótico y el
uso de drogas recreativas. Así lo demuestra un estudio publicado en ‘Nature’, que la asocia al consumo de cannabis.
Asimismo, un historial de síntomas breves e intermitentes puede
predisponer a alguien a desarrollar un trastorno psicótico. “El diagnóstico de
un trastorno (o condición) psicótico generalmente solo se realiza si los síntomas son angustiantes o interfieren
con la vida cotidiana, pero a menudo también significa que la
persona no se da cuenta de que está enferma; en otras palabras, en la jerga
psiquiátrica, 'carecen de
perspicacia' de que sus experiencias son productos de su mente
en lugar de reales”, comenta el profesor de Edimburgo.
Tratamiento
Consiste en la administración de fármacos antipsicóticos, en la terapia causal (tratamiento
de las causas que generan la psicosis) y en la psicoterapia. Las técnicas
más practicadas son la terapia
cognitivo-conductual, que ayuda al paciente a reconocer y
dominar los comportamientos problemáticos, y la terapia familiar.
No obstante, un problema grave al que se enfrentan los afectados son las
recaídas por la no
adhesión del tratamiento. Así lo demuestra un trabajo de ‘Schizophrenia Research’. En él se ha evaluado la adherencia
al tratamiento y el curso clínico durante los 18 meses posteriores a la
presentación en 136 pacientes consecutivos.
Como resultados, se vio que tuvieron lugar interrupciones en el tratamiento antipsicótico de
más de un mes en más de la mitad de los pacientes (73,58%). Cuando ocurrieron
antes de haberse recuperado (17%), el tiempo hasta la remisión fue casi el
doble que en los que seguían terapia continua. Los pacientes en los que se
interrumpió el tratamiento tenían 5
veces más probabilidades de recaer que aquellos en los que
fue continuo. El tiempo promedio de recaída después de una interrupción en el
tratamiento fue de 3
meses.
Según insiste Erica Crompton, “ser psicótico" o "fuera de
contacto con la realidad" afortunadamente se puede manejar. Y
prosigue: "He vivido con esta afección durante casi dos décadas y la
controlo con una combinación de medicamentos antipsicóticos, terapias de
conversación y opciones de estilo de vida, como ejercicio regular y una buena alimentación. Si bien
ha sido difícil de sobrellevar, sobre todo por el estigma de los demás,
no es una cadena perpetua”.