martes, 28 de mayo de 2013

Signos identificativos de la esquizofrenia.


La prevalencia de la esquizofrenia es de un 1% de la población, aunque dentro de los pacientes diagnosticados sólo un porcentaje del 25% tiene cuadros muy graves.

La Vanguardia.com | Salud | 06/04/2012

Redacción Vivirmejor.com.- “El cerebro es un órgano muy complejo y la elaboración de los procesos mentales es muy difícil de entender. La profesora Carmen Leal, catedrática de Psiquiatría y jefa del servicio de psiquiatría del Hospital Clínico Universitario de Valencia, explica que las enfermedades mentales se producen cuando hay un mal funcionamiento en algunos circuitos cerebrales, algo que todavía no conocemos muy bien”.

Esquizofrenia

La esquizofrenia es una de las enfermedades mentales más graves de las que se tratan en psiquiatría. Lo que le ocurre al paciente es que pierde el contacto en muchas ocasiones con la realidad, tiene ideas delirantes y absurdas, incluso cree que le espían o le persiguen. Muchos de ellos creen que hay una conspiración contra su persona y llegan a oír voces que les amenazan. El paciente está convencido de que todo lo que vive es real, y muchas veces no quiere acudir al médico porque eso no lo vive como un síntoma de enfermedad. Es importante saber que no hay que negar la existencia de tales voces porque así lo que hacemos es perder la confianza del paciente. Hay que decirle que nosotros no somos capaces de oírlas pero que no dudamos de que él sí. Por otra parte, también debemos saber que la peligrosidad de las personas con esquizofrenia está magnificada por los medios de comunicación. Sí que es cierto que hay pequeños grupos de pacientes que pueden resultar agresivos, pero en realidad son pocos.

Vida del esquizofrénico

La prevalencia de la esquizofrenia es de un 1% de la población, así que hablamos de una enfermedad relativamente importante. Sin embargo, debemos tener en cuenta que dentro de los pacientes diagnosticados sólo un porcentaje del 25% tiene cuadros muy graves. Hay muchos esquizofrénicos que tienen una vida relativamente normal y cuya actividad diaria es compatible con su patología, siempre y cuando sigan el tratamiento de forma continuada y no lo abandonen.

Tratamiento

A día de hoy no se puede curar a un paciente con esquizofrenia así que el objetivo es estabilizarlo con la ayuda de psicofármacos. Además, siempre deberemos tener en cuenta a la familia, quienes muchas veces necesitarán programas donde se les explique lo que es la enfermedad y cómo deben identificar los signos. El tratamiento del paciente esquizofrénico debe ser integral con programas de rehabilitación, donde la familia y el entorno son fundamentales.

Importante.-La información proporcionada ha sido planteada para apoyar, no reemplazar, la relación directa que existe entre los pacientes/visitantes de este sitio web y su médico. Si tiene problemas de salud, consulte a su médico.



PSICOLOGÍA

Cuando tenemos:“Sensación de malestar persistente, insatisfacción, conductas exageradas, tristeza duradera, sentimientos de soledad, conflictos de pareja, desorientación vital, sensación de vacío... Son algunas señales que nos indican que puede sernos útil la ayuda y el acompañamiento de un profesional de la salud mental”.


Para la mayoría de la gente, acudir a la consulta del médico por algún desarreglo orgánico apenas entraña una dificultad. Sin embargo, cuando las dificultades se manifiestan en el inquietante mundo de la mente y las emociones, muchas personas siguen mostrando dudas, reticencias o postergaciones a la hora de buscar la ayuda o asesoramiento de un psicólogo clínico.

¿Por qué damos tantas vueltas a la hora de consultar a un conocedor de la mente, a pesar de que su ayuda nos permitiría salir con más  facilidad  y rapidez de nuestros dolores del alma?...


“Ello suele suceder porque asociamos el acudir a un psicólogo con reconocer que padecemos graves desórdenes mentales, o porque nos resistimos a comunicar a un desconocido nuestros problemas más íntimos. También ocurre porque nos asusta mostrarnos tal cual somos, con nuestras sombras, frustraciones, obsesiones, complejos, inseguridades o debilidades”, según la psicóloga clínica Laura García Agustín. 

De acuerdo a la directora del Centro ClaveSalud, algunas personas también suelen demorar o eludir la consulta psicológica “debido a que no quieren poner en entredicho su fortaleza mental, sensatez o lucidez, o incluso debido a que las palabras psicólogo y psiquiatra todavía se asocian a términos como ‘loquero’ o ‘médico de los locos’, aunque estas distorsiones y prejuicios afortunadamente ya van desapareciendo.


“Cuando una persona decide acudir a un psicólogo, lo hace generalmente tras un largo proceso de dudas y reflexión”, señala la experta. Y continúa diciendo que un psicólogo clínico es un experto del comportamiento humano. 

Para ello, “el psicólogo cuenta con un amplio arsenal de estrategias y herramientas que le permiten realizar una evaluación del problema, emitir un diagnóstico y proponer un tratamiento para abordar los problemas de sus pacientes y para ayudarles a entender los motivos de su malestar”, explica.

De acuerdo a García Agustín, “el psicólogo ha de establecer en consulta un adecuado clima de confianza y comunicación para facilitar que el paciente cuente sus problemas más cómodamente. También ha de garantizarnos confidencialidad y comprensión”.

 
Los temas de consulta más habituales
En ocasiones ocurre que necesitamos ayuda o asesoramiento porque “sentimos apatía y falta de ilusión para emprender o desarrollar las cosas que antes hacíamos sin dificultad, pensamos que nuestra vida ya no tiene sentido, o ya no nos gusta lo que hacemos y nos cuesta encontrar algo positivo en nuestras vivencias”.

También conviene acudir al psicólogo si “percibimos nuestro entorno y las cosas que nos rodean como amenazantes y nos sentimos solos, incomprendidos o desatendidos, si algo nos ronda la cabeza y no nos deja pensar con claridad ni desempeñar eficazmente nuestras rutinas”, señala la especialista.

 
Otra razón para buscar ayuda consiste en sentimos irritables por todo, perder el control de forma frecuente en situaciones cotidianas o notar síntomas como irritabilidad, cansancio, problemas de concentración, insomnio, dolor de cabeza y musculares, problemas digestivos o cardiovasculares.

 
“Demorarnos en recurrir puede agravar un problema que, tratado a tiempo, podría haberse resuelto fácilmente”, con un psicólogo. Además, en muchas ocasiones el malestar puede aliviarse en poco tiempo, como demuestra un reciente estudio español, según el cual la mayor parte de los pacientes que acuden al psicólogo tardan alrededor de seis meses en "superar el sufrimiento inútil" y en recuperar emocionalmente el control de sus vidas. En conjunto, se encuentran un 120 por ciento más satisfechos a nivel personal. 

M. Carme Samaranch


Fuentes: Distintos portales de Internet 


Pedagogía de la resiliencia.

"La resiliencia construye futuros posibles sobre la esperanza humana y la consecución de la felicidad ante los sufrimientos, los traumas y el dolor padecido".

Anna Forés es Profesora de la Escuelas Universitarias de Trabajo Social y Educación Social Pere Tarrés. Universidad Ramón Llul. | Revista Misión Joven. No. 377 – 2008

El sentido del sin sentido.

Cada sociedad, cada persona está comprometida con la empresa, nunca acabada, de construir un mundo con significación, de construir todo aquello que proporciona orden y sentido, de configurar un área que proporcione el sentido suficiente a cada persona integrante para defenderse contra el terror: la muerte, el sufrimiento, el mal, la inseguridad.

Es necesario dar razones del sufrimiento, de la muerte, del mal... Cualquier amenaza o adversidad ha de ser vivida pero también explicada, es así cuando nos proporcionan sentido. Son aquel conjunto de representaciones, actitudes y sentimientos que la sociedad suministra a cualquier persona para salir de los callejones sin salida donde, con gran frecuencia, nos conducen los azarosos caminos de la vida.
Esta actividad de dotación de sentido a la vida no es algo que se pueda disponer individualmente, sino que se constituye en la comunicación; es decir, mediante la comunidad, como por ejemplo la familia, donde nos criamos y nos desarrollamos. Toda comunidad de vida presupone la existencia de una mínima comunidad de sentido.

El medio más seguro para torturar una persona es desesperarla afirmando que «aquí no hay porqués».. En muchas guerras se consigue incrementar el odio cuando a las personas se les quita el aspecto humano y se les trata como cosas o animales, cuando en vez de ver personas vemos ratas, o cucarachas parece menos horroroso atacarles o aniquilarlos.

Francesc Torralba en su libro sobre el sentido de la vida nos dice: «para dotar de sentido la vida, no hace falta tener muchas interacciones, ni conocer muchas personas, ni disfrutar de una gran vida social. Lo único que hace falta es profundizar en los vínculos, ir al fondo y darse cuenta de los misterios que esconde el otro y que, solamente, si se exploran con delicadeza, querrá mostrarlos. No es la cantidad de relaciones lo que da sentido a la vida, sino la calidad de vínculos, la exquisitez del trato que somos capaces de dispensar.» Para poder tener vínculos de calidad, para poder ayudar a una persona que esté viviendo un momento agonizante y traumático, es necesario hacerlo resurgir al mundo de los seres vivos. Y esto no es posible si no hay un proceso de construcción de sentido. Entonces sí que hay porqués.

Cuando hay la capacidad de traducir en palabras, en representaciones verbales susceptibles de ser compartidas, las imágenes y emociones experimentadas; cuando posibilitamos otorgar sentido a todo, las volvemos a integrar a nuestra comunidad de vida, les conferimos humanidad. Esta construcción de sentido permite recuperar el sentimiento de pertenencia a un grupo que ampara las mismas palabras, las mismas imágenes y las mismas explicaciones. ¿Podré algún día ser feliz a pesar de todo lo que me ha pasado? Sí, por supuesto.

"La resiliencia se edifica sobre este otorgamiento de sentido". Dar un sentido a la vida constituye un elemento esencial que permite a la persona que ha padecido una agresión sobreponerse a sus dificultades.
Cuando la búsqueda de sentido tiene un desenlace favorable, entonces, la persona herida puede avanzar en su proceso de transformación. Al contrario, si esta búsqueda continúa indefinidamente sin respuesta, sólo encontraremos una herida que nunca cicatrizará: la sensación de desasosiego y el dolor persistirá por mucho tiempo.

Víktor Frankl es un claro ejemplo de persona resiliente. Víktor nació en Viena en el marco de una familia judía. En el otoño de 1942 fue apresado por el régimen nazi juntamente con su esposa y sus padres. Fue deportado al campo de concentración de Theresienstdten. En 1944 fue trasladado a Auschwitz y Dachau. Sobrevivió a ese horror al ser liberado el 27 de abril de 1945 por el ejército norteamericano. Su esposa y sus padres murieron en los campos de concentración.

Después de su liberación vuelve a Viena y escribe su famoso libro El hombre en búsqueda de sentido donde describe su vida como prisionero. En esta obra reconoce que, incluso, en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el ser humano puede encontrar un sentido a su existencia. Más aún, en los campos de concentración, quien perdía el sentido de la vida tenía pocas posibilidades de sobrevivir. Si conoces el porqué de la vida, puedes soportar todos los «cómos» a los cuales estarás sometido. El sentido devuelve a la persona inmersa en situaciones trágicas a abrirse a los aspectos positivos de la existencia