LETICIA RODRIGO MUÑOZ | Blog Psicología Social | 10/06/2019
Te preguntarás a qué se debe
este título. Me atrevo a decir que estarás pensando “¿Hay alguna diferencia
entre oír y realizar la escucha activa? “. Pues te adelanto que sí que la hay, pero
muchas veces no nos damos cuenta.
¿Te ha pasado alguna vez que alguien te está contando algo y de repente notas como tu pensamiento se va hacia otro lado? Sin embargo, sigues oyendo su voz, ¿verdad? Tienes el sentido del oído en perfectas condiciones.
Con este ejemplo podrás ver que no siempre prestamos la atención suficiente y necesaria para una buena capacidad de escucha. La buena noticia es, que se puede entrenar.
INTRODUCCIÓN A LAS HABILIDADES SOCIALES
A lo largo de esta lectura comprobarás que la habilidad de escucha activa es una competencia que pertenece al cupo de las habilidades sociales y de la comunicación, y que junto a otras tan conocidas como la empatía, contribuyen a conseguir una buena interacción con otras personas.
¿Qué es esto de las habilidades sociales? Las habilidades sociales son aquellas competencias que se entrenan para una mejor comunicación y comprensión, entre personas. Somos seres sociales y por ello el entrenamiento de éstas es imprescindible para nuestras vidas.
Cuanto mayor sea nuestra competencia en este tipo de habilidades, nuestra relación con otras personas será mucho más fácil.
OIR VERSUS ESCUCHAR
En mi breve experiencia tanto
laboral como personal, me he ido dando cuenta del gran bienestar que
proporcionas a una persona logrando tan solo, que ésta se sienta realmente
escuchada y comprendida.
Por norma general, estamos
acostumbrados a vivir rápido. A no escuchar, sino oír. Aquí viene la valiosa
distinción entre oír y escuchar.
·
OIR: Percibir una cosa por medio del sentido del
oído
·
ESCUCHAR: prestar atención a lo que uno oye, lo que es
lo mismo: recoger información proporcionada por otra persona
·
ESCUCHAR
DE FORMA ACTIVA: Es una técnica de comunicación asertiva que consiste en saber escuchar con un alto
grado de atención y participación, captando todos los aspectos del mensaje de
la persona que lo emite (lenguaje verbal y no verbal, emociones…) Que
proporciona un feedback o retroalimentación a la otra persona a modo de
preguntas, parafraseo (entre otras), que le haga saber qué estás preocupándote
por lo que te cuenta y que te interesa saber más.
EJEMPLOS
Retomando párrafos anteriores una de las cosas que más valoramos como ser humano es que nos escuchen y nos entiendan. Pero llevar esto a cabo no es tarea fácil y necesita entrenamiento.
Si has leído más artículos míos
sabrás que me encanta poner ejemplos para favorecer una mejor comprensión de lo
que quiero transmitir. ¡Ahí van!
·
Imagina
que has tenido un día duro en el trabajo y llegas a casa y algún familiar te
pregunta qué tal tu día. Bien… le respondes y de repente, mientras hablas, ves
cómo está mirando fijamente la televisión. Te está oyendo porque a veces ves
como la persona asiente, o contesta alguna cosa. La pregunta es ¿Te
sientes escuchado? ¿Cómo te sientes?
·
Vamos
ahora al lado opuesto. Llegas a casa, te preguntan y se sientan a tu lado
mientras hablas, te miran a los ojos, respetan tu turno de palabra, te
preguntan cosas acordes al tema tratado en la conversación, te transmiten un
feedback o retroalimentación… ¿Mejor?
LA ESCUCHA ACTIVA: CONCLUSIONES
En numerosas ocasiones podemos percibir que una persona tan solo necesita sentirse escuchada. Las personas necesitamos ese apoyo social del que a veces carecemos.
Es fácil crearnos nuestros propios juicios cuando observamos a una persona, la primera impresión que se llama. Pero, ¿no sería más útil hablar con ella? ¿Escuchar su situación o sus inquietudes personales? ¿Preguntarles cómo se sienten y realmente escuchar e intentar comprender?
Cuando una persona carece de ese apoyo social, se siente incomprendida por el resto de personas o no se siente escuchada tiende a presentar diferentes conductas tanto físicas, emocionales o conductuales que pueden llegar a ser una gran problemática.
Por ello, el utilizar la escucha activa (como complemento a otras estrategias) puede prevenir algunos de estos comportamientos o al menos reducir su frecuencia. Ya que como he dicho otras veces, está demostrado científicamente que la percepción de apoyo social que tenemos, nos proporciona mayor bienestar en todos los sentidos.
La escucha activa, implica siempre intentar comprender el otro punto de vista y está muy ligada a la empatía, otra habilidad social fundamental para nuestras relaciones sociales y de la que en otro momento te hablaré. ¿Trabajamos la escucha activa?
“Escuchar
detenidamente te hace especial, pues casi nadie lo hace” - Ernest Hemingway