JUDITH DEL RÍO | lavanguardia.com | 11/06/2025
El especialista se une a los escritores Àlex Rovira y Francesc Miralles para analizar por qué la obsesión por estar bien termina por hacerte daño.
¿Vivimos en una sociedad
tóxica? La pregunta no tiene una respuesta definitiva, pues son varios los
frentes que hay abiertos y depende del contexto hacia el que miremos. Aún con
todo, la base para cualquier persona es la misma: la presión, la comparación,
la obsesión por el individualismo, el esconder la vulnerabilidad y la
discriminación están presentes sea lo que sea lo que mire.
Es cierto que existen
señales para el cambio, con una mayor conciencia sobre la salud mental y el
autoconocimiento, llamando a la reflexión y a la necesidad de parar para poder
seguir, creando entornos más saludables.
Reconocer esa toxicidad y
cómo la sociedad está vendiendo un concepto erróneo de felicidad es el tema de
reflexión del último episodio de Ojalá lo hubiera sabido antes, el
podcast conducido por los escritores y expertos en crecimiento personal Àlex
Rovira y Francesc Miralles; acompañados del psicólogo Antoni Bolinches.
En esta última entrega, el
experto en salud mental aportaba además un interesante apunte, confesando a sus
dos compañeros cómo encontró su propia felicidad. El especialista hablaba de
cómo las personas que nos acompañan nos forman y nos describen, pero afirmaba
estar “un poco resentido” con Rovira y Miralles, algo que sorprendía a sus
contertulios. Bolinches explicaba que “cuando vamos juntos por la calle me
dicen: ‘Yo creí que tú eras más alto’. Porque cuando voy con vosotros soy el
más pequeño de los tres”, confesaba.
El psicólogo, de menor
estatura que la media española en hombres y ciertamente menor que sus
compañeros, confiesa que hasta que fue mayor de edad se sintió muy acomplejado
por este aspecto. “La grandeza no está en la estatura física”, le interrumpe
Rovira, antes de que Bolinches continúe explicando.”
¿Sabéis cuál fue mi primera
fuente de felicidad? Aceptar que era pequeño”, sentencia el psicólogo. “A los
18 años acepté que era más pequeño de lo que yo quería, y lo que era un
problema para mí se convirtió en una conquista. De ahí me viene el concepto de
aceptación superadora”, añade el experto en salud mental.
“Decidí que ya
que no podía crecer por fuera, crecería por dentro”, termina el especialista, ante el aplauso de sus compañeros.
“Maravilloso”, reitera Rovira. “Pero ya sabéis que la grandeza está en el
alma”.
Superar los complejos
decididamente acerca a ese complejo de verdadera felicidad, pues te libra de
cargas como la autocrítica y te da una mayor tranquilidad, mejorando la
autoestima y la seguridad personal. Aceptar los complejos es un paso poderoso
hacia una vida más libre, plena y en paz contigo mismo/a. Y eso,
definitivamente, te hace más feliz.
Nota.- Ya véis que la mayoría de artículos son podcats porque ahora es lo que publican, pero junto al audio está el texto y es lo que copio. Saludos.