ReligiónenLibertad |
11/12/2020
De
su nuevo libro «Todo lo que tienes que saber sobre la vida»
El psiquiatra Enrique Rojas da consejos para la vida,
que ayudan a afrontar las dificultades con madurez y serenidad.
El popular psiquiatra y divulgador Enrique Rojas,
catedrático con más de 3 millones de libros vendidos, publica ahora Todo lo que tienes que saber sobre
la vida,
un libro lleno de sabiduría práctica, que anima a tener ideas claras,
fortalecer la voluntad, ser generoso, educar las pasiones y apoyarse en la fe.
El libro está organizado en 12 capítulos y el último recoge estos 10 consejos.
Diez consejos para ser feliz
1. La felicidad consiste en ser
capaz de cerrar las heridas del pasado.
"La felicidad consiste en tener buena
salud y mala memoria. Los psicólogos y los psiquiatras sabemos lo
importante que es ayudar a nuestros pacientes a hacer la cirugía estética del
pasado, cerrando heridas de forma definitiva y sabiendo encajarlas de forma
adecuada en el organigrama de nuestra biografía".
Una persona que no puede cerrar esas
heridas puede convertirse, advierte, en una persona "agria, amargada,
resentida y echada a perder.
En términos psiquiátricos, se convierte en neurótica por esa rampa deslizante y
se va viendo invadida de conflictos no resueltos que, antes o después, asoman y
la dañan y vuelvcen tóxica".
Entre los autores que han vivido experiencias
duras, sobre todo en la cárcel y bajo amenaza, y han escrito de ellas con
desapego y perdón, recomienda a Santo Tomás Moro, el cardenal Van Thuan, el
misionero en el gulag Walter Ciszek, el escritor ortodoxo Aleksandr Solzhenitsyn o
el dramaturgo y político checo Vaclav Havel.
2. Aprender a tener una visión
positiva de la vida
"Esto hay que aprenderlo, como casi
todo", advierte. "La clave está en el esfuerzo psicológico, un
trabajo de artesanía personal mediante el cual vamos siendo capaces de
descubrir la dimensión más positiva de la realidad, ese segmento que se esconde
en el fondo de los hechos y que tiene unas notas positivas que nos puede
enseñar lecciones muy sabias".
Implica la resiliencia, "la capacidad
para sacar fuerzas de una experiencia traumática y darle la vuelta y
de ese modo ser capaz de ser inexpugnable, pétreo, inalterable, blindado... es
todo arte, y significa adquirir una fortaleza extraordinaria para lograr la
superación".
3. Tener una voluntad de hierro
"Necesita ser educada desde los primeros
años de la vida. Es una pieza clave en la psicología que, si es
sólida, consigue que nuestros objetivos y metas lleguen a buen puerto. Toda
educación empieza y termina por la voluntad. Tener una voluntad firme
es uno de los más claros indicadores de madurez de la persona".
4. Tener un buen equilibrio entre
corazón y cabeza
Amor e inteligencia forman un bloque bien armado.
tener una afectividad sana implica mover bien los hilos de las relaciones con
los demás, cargándolas de sentimientos verdaderos, auténticos, sin doblez,
descubriendo que lo afectivo es lo efectivo. Y a la vez saber utilizar bien
los instrumentos de la razón: la lógica, el análisis, la síntesis, el
discernimiento. Ser capaces de respirar por estos dos pulmones a la
vez".
5. Es necesario tener un proyecto de
vida coherente y realista
El proyecto de vida, explica el psiquiatra,
implica cuatro grandes temas: amor, trabajo, cultura y amistad. Debe
ser coherente (con "el menor número de contradicciones posibles").
Debe ser realista, "ajustarse a los hechos de la vida personal y del
entorno, aunque con ilusión". Hay que cuidar el amor, hay que
estar en un trabajo "que agrade y que saque lo mejor de uno mismo",
la cultura da libertad y criterio, y la amistad se construye con afinidad,
donación, confidencia.
6. Poner los medios para hacer
felices a otras personas
Al volcarnos en hacer felices a los demás
olvidamos nuestros problemas y dificultades y eso es bueno. "¿Qué puedo
hacer para dar unas gotas de felicidad a los que me rodean?" es una
pregunta para hacernos con frecuencia. "Hay más alegría en dar que
en recibir", dice el psiquiatra, citando una frase que San Pablo
dice que es de Jesucristo (aunque no aparece en los Evangelios). También en
psiquiatría y psicología, muchos pacientes mejoran en cuanto perseveran
un tiempo en servir y ayudar a los demás.
7. Capacidad para apreciar las
pequeñas alegrías de la vida cotidiana
"Se trata de saber parar el reloj y detener
el tiempo que corre fugaz y apresarlo para, en esos momentos, saborear el
instante, sencillo pero muy positivo. Hay una felicidad grande que se refiere a
la exploración de cómo va nuestra vida en sus conjunto, y otra felicidad
pequeña, que aspira solo a saber disfrutar de lo menudo, de lo cotidiano, desde
un paisaje bonito a una excursión por la montaña a la lectura de un libro que
nos tiene absorbidos, pasando por una comidad o una cena agradables..."
8. Saber valorar las cosas que uno tiene
y las que uno ha conseguido
"Lo importante no es haber conseguido ciertas
metas -que lo es- sino reconocerlo, apreciarlo, evaluarlo, reconocer
que detrás de ellos ha habido lucha, esfuerzo, volver a empezar",
advierte Enrique Rojas. Es bueno poder ver cómo se ha ido desarrollando nuestra
vida, con sus frutos, "sus avatares y las mil y una peripecias" que
nos han sucedido.
9. Darle a las cosas que nos pasan
la importancia que de verdad tienen
Con equilibrio de razón y emoción podemos juzgar
en su justa medida lo que nos afecta, y quitar importancia a muchas
cosas que nos llevan a la tristeza y melancolía. Hay que saber mirar con
perspectiva, poniendo distancia. Para eso, es decisivo saber hacia donde
queremos ir. El fracaso es a menudo necesario para el desarrollo y la
maduración de la personalidad. Con esa perspectiva, no nos derrumbamos en los
momentos malos, sino que nos crecemos ante la adversidad. Sobre esto, Rojas
recomienda el libro de Ricardo Yepes Stork "Fundamentos de
antropología" (Eunsa, Pamplona, 1996).
10. No equivocarse en las
expectativas: frenar ambiciones excesivas
La existencia humana siempre tendrá límites y
barreras y, como dice el refrán, "no hay que pedirle peras al
olmo". "La felicidad absoluta no existe, es una utopía", al menos
en este mundo. Pero se puede aspirar a una felicidad razonable, desde la
moderación. Al final consiste en "descubrir quién quiero ser,
hacia dónde quiero dirigirme, y luego aceptar con serenidad las adversidad y
las cosas que al final no salieron bien".
El libro, de unas 240 páginas, aborda varios temas
como el amor y el enamoramiento, la madurez sentimental, cómo tener una
personalidad madura y equilibrada, la educación sexual y la pornografía (en
todas las edades), algunas ideas para vivir bien en pareja, por qué los hombres
son emocionalmente más inmaduros que las mujeres, como elegir bien un cónyuge,
cómo ganar en fuerza de voluntad y cómo afrontar las adversidades de la vida.