MARÍA FERNÁNDEZ DE CÓRDOVA | Telva | 16/10/2024
La anécdota del conserje de
la NASA es un buen ejemplo
de cómo la motivación interior nos ayuda
a crecer y a ser más felices, según el psicólogo
experto en Inteligencia emocional y autor de Óptimo: Daniel Goleman.
¿Qué nos motiva en la vida y en el trabajo?
¿Cuál es el secreto de las personas motivadas? ¿Es posible estar motivados cuando nos faltan alicientes
externos o, incluso, en situaciones adversas? Lo afirma contundentemente el
mayor experto mundial en inteligencia emocional Daniel Goleman: la ciencia ha
demostrado que lo que nos motiva no es lo que pensamos que lo hace, es otra cosa.
Así lo explica en Óptimo: rendimiento, empatía e inteligencia
emocional, uno de los grandes libros que durante este año están
tratando de remover los cimientos de la manera en que vivimos y trabajamos.
Para explicarlo, el psicólogo estadounidense, colaborador de la Universidad
de Harvard y del New York Times, no hay mejor
manera de explicarlo que con una anécdota: lo que contesto el conserje que
trabajaba en la NASA.
El secreto de
las personas motivadas en el trabajo según Daniel Goleman
Las mejores investigaciones sobre la motivación señalan que
el propósito de la vida es la clave de la satisfacción vital y no, como piensa la mayoría de
la gente, el éxito, el estatus o el dinero que poseamos. "Datos publicados
en el Journal of Gerontology evidencia que el mero hecho
de encontrar propósito y sentido en el propio trabajo produce más
satisfacción vital que tener un trabajo de alto nivel -explica Daniel Goleman- Es, en definitiva, lo que uno siente por el trabajo (la realidad
subjetiva) lo que genera un elevado grado de satisfacción". Piensa en esos
días en que te sientes realmente bien y motivado en tu trabajo. La respuesta la tiene el
conserje de la NASA.
Lo que contestó
el conserje de la NASA: la clave de la verdadera motivación
"Cuenta la leyenda que, allá por
los años 60, un conserje que trabajaba en la NASA, al ser preguntado por lo que
hacía, respondió: Ayudo a poner un hombre en la Luna",
cuenta el autor de Óptimo. Según
Goleman, este conserje percibía un propósito más amplio en lo que, de otro
modo, parecería un trabajo sin importancia. Es decir, que "aunque el
dinero y el estatus sean atractivos para desempeñar un trabajo concreto, nuestro sentido de la finalidad
influirá más en el grado de compromiso que sintamos una vez que llevemos a cabo ese
trabajo y, por tanto, en el empeño que pongamos en él". Y añade:
"Según amplios estudios, la relación entre el salió y el grado de
satisfacción de la gente con su trabajo es una cuestión secundaria".
La motivación
interior multiplica la motivación exterior
Según Goleman, las
personas que encuentran sentido a lo que hacen, las que tienen un propósito para sus acciones, muestran más señales de encontrarse en zona
óptima. Por ejemplo: "Manifiestan un mayor bienestar emocional y
físico y dicen sentirse más comprometidas con
su función; prosperan y crecen". No significa que las
recompensas externas no sean importantes y no nos animen a seguir con nuestro
trabajo. Lo que ocurre, explica Goleman, es que "Esas recompensas son más potentes
cuando son sinérgicas con la motivación interior, reforzando lo que
hacemos porque ya lo disfrutamos.