martes, 19 de diciembre de 2023

Bon Nadal !!!

 


BON NADAL I PRÒSPER ANY 2.024 ! ! !

Feliz Navidad y Próspero Año 2.024 ! ! !

 

 

Poesía de Joan Maragall (Nadal 1895)

 

Caieu, fulles, caieu fulles,

que ja s’acosta Nadal

i el cor el vol nu i glacial…

 

Prova el fred de fer-se etern,

la tenebra també ho prova,

però al cor de la nit d’hivern

se bada la Bona Nova;

i al punt de la mitjanit

tot aucell ha refilat,

i tota l’herba ha florit,

i Jesús és nat.

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Rosa Molina, psiquiatra: "Superar la adversidad no depende de nosotros, también de quién esté a nuestro lado"


LAURA RODRIGÁÑEZ       |     Telva      |      17/12/2023 

Quiénes somos y cómo nos afectan los traumas (grandes y pequeños) también está determinado por quiénes nos rodean y nuestro momento vital.

Junto a su hermana Ana, Rosa Molina llegó al término "red-siliencia". Ambas entienden que la capacidad de rehacernos se da en un contexto concreto, es decir, que no podemos aislar lo que nos sucede y cómo lo afrontamos de lo que nos rodea en ese momento, tanto a nivel interno como externo. "A menudo se habla de resiliencia y autoestima sin más, lo que deja en manos del individuo aislado la responsabilidad de cuanto le acontece cuando, en realidad, deberíamos hablar de red-siliencia", escribe la psiquiatra en su nuevo libro Tus microtraumas. Cómo identificar tus heridas emocionales para que tu pasado no condicione el futuro (Paidós).

Escribir este libro le ha costado más que Una mente con mucho cuerpo. Dar forma a una guía de conceptos de salud mental que ayude a averiguar lo que está pasando dentro de uno mismo termina removiendo, también a una psiquiatra experimentada como Rosa Molina. "Es tema muy delicado, muy sensible, de vivencias muy individuales. Un campo lleno de matices donde lo que es traumático para uno puede no serlo para otro", comenta durante la entrevista a propósito de Tus microtraumas, un espacio en el que se da una importancia primordial al contexto y a lo colectivo.

El pasado, ¿pasado está?
Yo creo que lo mejor no es dejarlo atrás, ni taparlo, ni suprimirlo. El objetivo del libro es volver a ocupar el asiento del conductor de nuestra vida, recuperar el control y la autonomía tras haber experimentado experiencias que nos han desbordado entendiendo lo que nos ha pasado. De lo contrario, esos traumas que tapamos y ocultamos sobre los que no tenemos control, terminan manifestándose nuestro día a día. A veces ni siquiera los tenemos en cuenta y esos traumas que no somos capaces de detectar nos va contrayendo, nos restringe y nos limita.

¿Qué riesgos tiene volver al pasado?
Si lo hacemos de manera inadecuada, simplemente involucrando lo negativo y sin una finalidad, puede tener riesgos de retraumatizar. Volver al pasado de una manera compulsiva sin intención ninguna de de actuar activamente sobre lo que ha pasado es arriesgado. Hay que hacerlo de manera coherente, de manera que se pueda entender y poner en palabras, porque al ponerlo en palabras se delimita y se puede avanzar. De lo contrario, nos quedamos en la lucha y la frustración. Rememorar por rememorar no recupera.

¿Eso significa que tenemos que aceptar cualquier suceso que nos ocurra?
No hay que banalizar la palabra aceptar, porque no es en el sentido de aceptar cualquier cosa. No es "acepto que me hicieron este daño", sino aceptar en el sentido de entender lo sucedido, no de estar de acuerdo con lo sucedido. O sea, no quedarnos resignados y permanecer en ese estado de malestar, aceptar para poder avanzar, aceptar para entender y para poder tomar medidas adecuadas para pedir ayuda, para dar pasos hacia adelante, con un propósito de cambio, que es distinto que resignarse.

Desde tu experiencia como psiquiatra, ¿Qué microtraumas son más recurrentes?
Divorcios, infidelidades, procesos de adopción o de migración... Pero quizás el que más me llama la atención son las situaciones de acoso escolar y laboral. Creo que sobre todo el bullying, en una etapa tan clave como es la infancia y la adolescencia, donde la esencia es ir desarrollando la identidad y de repente hay rechazo del grupo, se produce una herida muy profunda y difícil de aceptar. Evolutivamente hablando se ha visto que una herida por acoso escolar, cuando te sientes rechazado, activa las mismas regiones cerebrales que cuando nos hacen daño físico. Es decir, que nuestro cerebro está cableado de tal manera que el rechazo provoca dolor. No hay nada más traumático que otro ser humano, porque el hecho de que se involucren otras personas es lo que más daño hace.

¿Tienen más peso lo que nos sucede en la infancia?
Lo que nos sucede en etapas tempranas es que como nuestro cerebro está en desarrollo, nos marca una fractura en nuestra historia vital. A los 40 , si tienes una experiencia traumática provoca una fractura en la psique. En la infancia no solo marca sino que configura el cerebro que se está desarrollando. Por tanto, configura como interpretar el mundo. También es verdad que hay muchos otros actores que pueden aparecer en la vida y pueden ayudar a reparar. No todo niño que ha sufrido trauma a los 3 años está condenado a vivir una vida insatisfactoria.

¿Cuál es el actor más influyente en la recuperación del individuo?
Es clave (y lo reivindico en el libro) no hablar tanto de resiliencia como si de red-silencia, porque en el fondo no somos resilientes solo a título individual, es que nuestra resiliencia, nuestra capacidad para superar la adversidad y para afrontar situaciones difíciles también depende de quién tengamos a nuestro lado. Es decir, tener un buen apoyo familiar, una buena red, una comunidad que dé soporte y ayude va a ser determinante en el proceso de recuperación. Imagina una joven que le cuenta a sus padres una experiencia traumática y en vez de validar y entender le dicen que eso es mentira y es una niñata, es doblemente traumatizante.

¿Y si no conseguimos sanar nuestras heridas?
No necesariamente vamos a tener un mal vivir, pero quizás sí una vida más restringida. Creo que es necesario identificar las emociones con palabras, nos permite delimitarlas y nos hace sentirnos más empoderados. La idea no es remover ni sacar todo lo que hay debajo de la alfombra, sino simplemente ir adquiriendo un lenguaje más amplio emocionalmente porque al poner palabras entendemos por qué nos comportamos de una manera.