ANABEL DE LA CRUZ SÁNCHEZ |Vitaliza Psicología de la Salud-Psicología y Mente | 31/08/2021
Consejos para ponérselo fácil a los pequeños en los días de vuelta a la escuela.
Estos días llega la
cuenta atrás para muchos niños y niñas.
Las emociones fluyen en diferentes corrientes,
navegando entre la alegría por volver a ver a los amigos y amigas, la pereza
por retomar madrugones y la tristeza por dejar atrás unos días de disfrute y
descanso junto a la familia.
¿Cómo propiciar una vuelta al cole cálida?
Para
muchos niños y niñas, la vuelta al cole no siempre es fácil; por ello, os dejamos a continuación una serie de
recomendaciones que pueden ayudarnos a la adaptación de nuestros hijos e hijas.
Para familias...
Estos son los consejos e ideas clave a tener en cuenta
por padres y madres para ponérselo fácil a los pequeños.
1. Conexión
Hablar con ellos sobre cómo se sienten ante el
comienzo de curso (para ello podemos emplear dibujos, juegos, canciones), calmando
su malestar en caso de que exista miedo, rabia o ansiedad, sin minimizar o
quitarle importancia, y ayudándoles a integrar esa emoción a través de la
transmisión por parte del adulto de comprensión y seguridad.
2. Anticipación
Visitar la escuela días antes del comienzo, tratar de
propiciar un encuentro previo en el parque con niños que van a pertenecer a su
aula,
explicar a través de muñecos o imágenes, o hacer un viaje imaginario hacia la
escuela; puede ayudar a dotar de confianza a los menores en su comienzo.
3. Cooperación
Para que nuestros hijos sientan que se les tiene en
cuenta, que su opinión y colaboración es importante para nosotros hacerles
partícipes en los preparativos del material escolar, acompañándonos a comprar y
siempre que sea posible, eligiendo en base a sus gustos. Esto fortalecerá la creación de una expectativa
positiva hacia la vuelta al cole.
4. Acompañamiento con serenidad y calma
Evitar prisas y ansiedad por parte de los padres a la
hora de acudir al colegio, tomando conciencia del momento presente y estando al
lado de nuestros hijos, escuchando
lo que nos cuentan o ayudando a poner palabras a los que están viviendo, siempre siendo conscientes que transmitimos
seguridad y no “me tengo que ir”. Este momento es muy importante, para que los
primeros pasos de nuestros hijos/as hacia la escuela, se den con aplomo y
serenidad.
Para el profesorado...
El profesorado también puede ayudar con muchas
acciones a recibir a sus alumnos con y desde el corazón, propiciando emociones
agradables y positivas sobre el reencuentro. Para ello, nuestras sugerencias
son las siguientes.
1. Comunicación previa
Cualquier toma de contacto con el alumnado, días antes
de empezar, que vaya cargado de emocionalidad, transmitiendo acogida y
seguridad, puede
ayudar a que los niños y niñas acudan a clase más confiados.
Una video llamada, email o por ejemplo, la idea que
tuvo la profesora de mi hija, Bakarne Robles, con esta postal a domicilio,
cargada de cariño e imágenes, pueden llenar de ilusión y de expectativas
positivas a los menores.
2. Crear puentes entre el hogar y la escuela
Comenzar con una actividad que suponga una continuidad
entre la casa y la escuela, como puede ser traer una foto de las vacaciones
(ejemplo que podéis ver en la postal previa), o un objeto que recuerde dónde
hemos estado (conchas, arena, piedras, libros, etc.), permitirá que la
transición sea más fluida.
Asimismo, ofrecer a las familias la posibilidad de
comunicación previa, en el caso de que consideren la necesidad de transmitir
alguna información relevante, siempre ayudará a contextualizar mejor a cada alumno.
3. Vaciar la mochila de las emociones
Como docentes, también se activan estados mentales y
emocionales en nosotros ante el comienzo de curso. Tomar
consciencia nos ayudará a recoger mejor las emociones que traigan los alumnos, ya que como dice Jose María Toro, “la buena
educación, tiene mucho de crear lazos y desatar nudos”.
Todo ello podemos conseguirlo poniendo en marcha una comunicación afectiva, y transmitiendo un estado emocional (tono de la voz, gestos, ritmo del habla), que denoten compromiso y comprensión, para envolver en un aura de seguridad al alumnado.