PSICOLOGÍA
| Recomendaciones
·
La base para solucionar los problemas
está en mejorar la autoestima
·
En cualquier momento y a cualquier edad
podemos cambiar y mejorarla
BEATRIZ
G. PORTALATÍN | Madrid | El Mundo | 07/08/2015
La
base para solucionar cualquier problema es, en la mayoría de los casos, mejorar
la autoestima. Dependiendo del problema habrá otras cosas que potenciar o
trabajar, pero este elemento será el cimiento principal en el que se construyan
todas las posibles soluciones. Tener una buena autoestima nos hace más
seguros, más capaces y más libres y la experiencia así lo ratifica:
cuando mejor nos sentimos con nosotros mismos es cuando obtenemos mejores
resultados, cuando nos atrevemos a ponernos metas más altas y a luchar por
aquello que realmente queremos. Partimos de cómo como nos sentimos y eso es lo
que trasmitimos.
La
psicóloga Silvia Congost, autora del libro Autoestima autonómica(Zenith),
lo explica de este modo: "Los seres humanos tenemos unradar que
siempre busca confirmar lo que pensamos. Si nos sentimos mal, los buenos
momentos del día pasarán desapercibidos y nos centraremos sólo en lo malo para
confirmar así lo que estamos pensando y cómo nos estamos sintiendo". Por
eso, es fundamental tener un buen autoconcepto y una buena imagen de nosotros,
o lo que es lo mismo, tener una buena autoestima. Este concepto además
repercute claramente en nuestra salud mental, pero también en la física.
"La autoestima es la base de nuestra existencia", afirma Olga Castanyer, psicóloga
especializada en asertividad y autoestima y autora de libros como Sin
ti no soy nada o Enséñale a decir no. Todo el mundo tiene
un mínimo de autoestima, de lo contrario, no seríamos capaces de defendernos,
ni de protegernos ni siquiera de sobrevivir.
Cuando
una persona tiene una buena autoestima, confía en sí misma y tiene seguridad,
lo que le permite dar pasos hacia adelante para conseguir sus metas y
desarrollar sus capacidades. Por el contrario, cuando una persona tiene una baja
autoestima se limitará simplemente a protegerse. Pero no construirá, no
crecerá. Estará permanentemente tensa, y tendrá sin duda un gran desgaste
emocional. Por tanto, "la autoestima es a la salud mental lo que la
respiración es a la salud física", afirman por su parte Cecilia Martín
Sánchez y Marina García Fuentes, directoras del Instituto de Psicología y
Desarrollo Personal PSICODE.
La interpretación de las cosas
En
cualquier situación de nuestra vida, donde las cosas no salen como esperamos,
nuestra autoestima puede verse afectada. Si no conseguimos el trabajo que
esperábamos, si tenemos un conflicto con un amigo o si tenemos una ruptura de
pareja. Sin embargo, en cualquiera de estos casos, la autoestima de la persona
quedará más o menos dañada en función de cómo interprete ese hecho concreto, si
lo interpreta como un fracaso personal o por el contrario como algo
circunstancial, por razones externas a su persona. "Si la persona lo
interpreta como un fracaso y además se atribuye ese fracaso a sí mismo, su
autoestima quedará muy mermada. Más aún si, los errores que cree haber tenido
los achaca a características personales y estables de su persona, como por
ejemplo, su personalidad o atractivo físico", explican García y Martín.
Es
decir, si en una ruptura sentimental , crees que tu pareja te ha
dejado por ser como eres y no por otras razones externas, la autoestima en
estos casos queda mucho más dañada que si entiendes que tu pareja te ha dejado
por otros motivos ajenos a tus características de personalidad.
Sin
duda, una ruptura sentimental es uno de los momentos donde la autoestima pueda
quedar más dañada. Todo ser humano, explica Castanyer, quiere que le quieran y
está programado para esforzarse con tal de conseguirlo. Y lógicamente, es en la
pareja donde esta necesidad más se pone de manifiesto. Por eso, cuando hay una
ruptura sentimental dependemos exclusivamente de nosotros mismos para sentirnos
válidos: la pareja ya no nos proporciona esa sensación y toda nuestra
autoestima se tambalea. En estos casos, lo importante es tener en cuenta
tres claves fundamentales. Tal como enumera Castanyer, primero,
saber que no tenemos que depender de nadie para sentirnos válidos y dignos de
ser queridos. Segundo, tener claro que nadie nos va a cubrir esa necesidad de
forma plenamente satisfactoria más que nosotros mismos. Y tercero, ser
conscientes de que tener una pareja es gratificante y cubre muchas demandas
afectivas, pero cada uno de nosotros es único por sí mismo, con independencia
de que en ese momento de su vida una pareja le quiera o no.
Ante
una ruptura, también es fundamental interpretarla de forma adecuada: sin
considerarlo un fracaso ni culparse por ello. "Hay muchos factores
externos que pueden haber influido y que no dependen directamente de
nosotros", insisten García y Martín.
Construyendo desde niños
La
autoestima al igual que todo en la vida, empieza a edificarse desde niños.
Después, en base a nuestras experiencias y vivencias esa autoestima se
tambaleará en multitud de ocasiones. Pero siempre podrá restablecerse. Lo
importante es tener a mano las herramientas necesarias.
A
nivel de autoestima, explica Congost, todos tenemos un 30% que es genética y un
70% que se construye, sobre todo de manera inicial, cuando somos pequeños, con
la educación de los padres. Una vez que soy adulto, mi autoestima es la que es,
pero en cualquier momento podemos mejorarla. "A cualquier edad y
circunstancia, siempre podemos cambiar nuestro autoconcepto,
nuestra confianza, nuestra seguridad y acceder a ser independientes y felices,
porque estamos hechos para ello", insiste Castanyer.
Pero
la clave de todo está en la base, en el aprendizaje que hayamos
adquirido desde niños. "Hay que educar a través del reconocimiento y
del afecto, evitar la sobreprotección y sobre todo, educar desde el
error", señala Congost. Hay que reconocer al niño sus logros, por pequeños
que sean e insistirle en que puede mejorar, pero nunca echar por tierra lo poco
o mucho que haya conseguido. Es esencial mostrar efecto a los niños, hay padres
que nunca han dado abrazos y besos a sus hijos y ese cariño es clave para
crecer mejor y más felices, sobre todo, más seguros.
Del
mismo modo, es fundamental evitar la sobreprotección, hay que dejar que los
niños vayan poco a poco siendo autónomos y por último, no ver el error como un
fracaso, sino todo lo contrario. "Hay que permitir a los hijos que se
equivoquen porque ahí está el verdadero aprendizaje", concluye Congost.
10 claves para
mejorar nuestra autoestima
1. Aprender a valorar las cualidades
personales que todos tenemos
2. Disminuir el perfeccionismo y
aceptar que todos cometemos errores
3. Hacer aquello que siempre hemos
querido hacer y no nos hemos atrevido
4. Actuar con independencia, atreverse
5. Afrontar nuevos retos, arriesgarse
6. Recordar los éxitos que hemos
conseguido en la vida
7. Identificar las 'voces críticas' que
todos tenemos en algún momento y aprender a cambiarlas por otras más positivas
8. Aprender a cuidarnos y a tener en
cuenta los deseos y necesidades
9. Dejar de hacer listados de 'tareas
pendientes'
10. Hacer la vida fácil: dejar de hacer
aquellas pequeñas cosas que bajan el ánimo y no son necesarias y gastar esos
esfuerzos en aquellas que sí hacen sentir mejor