lunes, 27 de enero de 2014

Cultivando nuestra resiliencia

TRASTORNOS | Crisis económica
  • Los síntomas de adaptación se minimizan al contar con un puesto de trabajo
  • La crisis genera más presión en el trabajo lo que agudiza el estrés laboral
Almudena Domenech (Efe) | Madrid | El Mundo | 26/08/2013

La actual situación de incertidumbre económica y laboral está haciendo que la sociedad acepte mejor el fin de las vacaciones porque, en una España con seis millones de parados, puede parecer incluso ridículo decir que uno sufre depresión postvacacional.
Es verdad que tras las vacaciones "nos cuesta readaptarnos a las exigencias de la actividad laboral, pero la depresión es una cosa mucho más seria y tiene una definición precisa".
"Ni los psicólogos ni los psiquiatras tenemos pacientes aquejados de depresión postvacacional", para agregar ya que se trata de un tema "más mediático que clínico".
"Nos cuesta volver a adaptarnos a los horarios, a las rutinas laborales, a la actividad laboral. ¿Pero qué sucede si no tenemos trabajo?.

Tener trabajo, una prioridad
"En la actualidad tener trabajo es una prioridad ya que si te quedas sin él no es fácil encontrar otro. Por eso, si lo tienes no te importa tanto volver de las vacaciones porque tu objetivo final es conservarlo", sin embargo, el hecho de "estar más presionado" agudiza el estrés.
El psiquiatra Arturo San Román opina que "la respuesta no es única" y cada uno sufre con mayor o menor intensidad la vuelta al trabajo, si bien un contexto de crisis es la ocasión perfecta para "luchar buscando y creando posibilidades", y para "ser emprendedor y creativo".

Estrés vs. depresión
Los especialistas recalcan que el estrés laboral es un problema que hay que tomar en serio, pues acarrea problemas graves de salud, pero también saben que "la probabilidad de sufrir una depresión es 2,2 veces más alta en parados que en personas que tienen un empleo".
El análisis de las cifras de estrés laboral antes y después de la crisis arroja dos resultados: por un lado aumenta el estrés laboral y, por otro, sube la satisfacción con el empleo. ¿Es contradictorio? En época de apretarse el cinturón, parece que no.

Un estudio ('The mental health risks of economic crisis in Spain'), realizado con casi 14.000 pacientes de toda España, ha revelado un aumento del 19,4 % de depresión grave en las consultas de Atención Primaria, al comparar una España con cinco millones de parados con la de 2006, en la que había 2 millones.

Los expertos no niegan que al incorporarnos de nuevo al trabajo se puede sufrir una reacción de estrés.El cambio de hábitos exige un esfuerzo para volver a los horarios habituales o para mantener la atención centrada en las tareas que nos ocupan y enfrentarnos con obligaciones supone un aumento de ansiedad, ante la posibilidad de obtener un resultado negativo.
Así, el rendimiento, la motivación o el interés en los primeros días pueden ser un poco más bajos de lo habitual, el cansancio puede surgir más fácilmente y el estado de ánimo puede decaer.

De hecho, en las encuestas seis de cada diez trabajadores responden que han sufrido esta 'depre' pero, para casi la mitad de los consultados los síntomas desaparecen en tan sólo unos días.

Mariana Alvez - Psicología Positiva


Nota.- He suprimido algunos párrafos porque el artículo era muy largo, pero como hay el título y la fecha de publicación, quien tenga interés lo puede leer entero.