TRASTORNOS | Crisis
económica
Almudena Domenech (Efe) |
Madrid | El Mundo | 26/08/2013
La actual situación de incertidumbre
económica y laboral está haciendo que la sociedad acepte mejor el fin de las
vacaciones porque, en una España con seis millones de parados, puede parecer
incluso ridículo decir que uno sufre depresión postvacacional.
Es verdad que tras las vacaciones
"nos cuesta readaptarnos a las exigencias de la actividad laboral, pero la
depresión es una cosa mucho más seria y tiene una definición precisa".
"Ni los psicólogos ni los psiquiatras
tenemos pacientes aquejados de depresión postvacacional", para agregar ya
que se trata de un tema "más mediático que clínico".
"Nos cuesta volver a adaptarnos a los
horarios, a las rutinas laborales, a la actividad laboral. ¿Pero qué sucede si
no tenemos trabajo?.
Tener trabajo, una prioridad
"En la actualidad tener trabajo es
una prioridad ya que si te quedas sin él no es fácil encontrar otro. Por eso,
si lo tienes no te importa tanto volver de las vacaciones porque tu objetivo
final es conservarlo", sin embargo, el hecho de "estar más presionado"
agudiza el estrés.
El psiquiatra Arturo San Román opina que
"la respuesta no es única" y cada uno sufre con mayor o menor
intensidad la vuelta al trabajo, si bien un contexto de crisis es la ocasión
perfecta para "luchar buscando y creando posibilidades", y para
"ser emprendedor y creativo".
Estrés vs. depresión
Los especialistas recalcan que el estrés
laboral es un problema que hay que tomar en serio, pues acarrea problemas
graves de salud, pero también saben que "la probabilidad de sufrir
una depresión es 2,2 veces más alta en parados que en personas
que tienen un empleo".
El análisis de las cifras de estrés
laboral antes y después de la crisis arroja dos resultados: por un lado aumenta
el estrés laboral y, por otro, sube la satisfacción con el empleo. ¿Es contradictorio?
En época de apretarse el cinturón, parece que no.
Un estudio ('The mental health risks of economic crisis in Spain'),
realizado con casi 14.000 pacientes de toda España, ha revelado un aumento
del 19,4 % de depresión grave en las consultas de Atención Primaria,
al comparar una España con cinco millones de parados con la de 2006, en la que
había 2 millones.
Los expertos no niegan que al
incorporarnos de nuevo al trabajo se puede sufrir una reacción de estrés.El
cambio de hábitos exige un esfuerzo para volver a los horarios habituales o
para mantener la atención centrada en las tareas que nos ocupan y enfrentarnos
con obligaciones supone un aumento de ansiedad, ante la posibilidad de obtener
un resultado negativo.
Así, el rendimiento, la motivación o el
interés en los primeros días pueden ser un poco más bajos de lo habitual, el
cansancio puede surgir más fácilmente y el estado de ánimo puede decaer.
De hecho, en las encuestas seis de cada
diez trabajadores responden que han sufrido esta 'depre' pero, para casi la
mitad de los consultados los síntomas desaparecen en tan sólo unos
días.
Mariana Alvez - Psicología Positiva
Nota.- He suprimido algunos párrafos
porque el artículo era muy largo, pero como hay el título y la fecha de
publicación, quien tenga interés lo puede leer entero.
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lunes, 27 de enero de 2014
Cultivando nuestra resiliencia
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