sábado, 3 de junio de 2017

Tengo miedo al ajo, no puedo con el pollo y me horroriza comer con más gente.

Suena a cachondeo, pero las fobias en la cocina son una auténtica pesadilla para quienes las sufren. Y hay más...

TERESA MORALES GARCÍA  | El País | 19/05/2017

Los episodios de miedo afectan a una de cada diez personas en algún momento de sus vidas, según la Sociedad Española de Psiquiatría. No es lo mismo tener ansiedad, que es el sentimiento que experimentamos cuando nos enfrentamos a situaciones amenazantes o difíciles, que sufrir una fobia, es decir, un temor intenso a momentos o cosas que no son peligrosos, y que resulta “claramente desproporcionado respecto a la amenaza real, dentro de un contexto cultural determinado”, describe el psiquiatra Carles Enric Lupresti, jefe del Servicio de la Unidad de Psiquiatría y Psicología del Hospital Quirón de Barcelona y coordinador del Institut Lupresti.

Estos miedos son persistentes, y suponen un malestar continuo que interfiere en el desarrollo de la vida, y “se perpetúan debido a las conductas de evitación” por parte de quienes las padecen, apunta el experto.

Probablemente ya conozca, aunque sea de oídas, fobias como la de subirse a un avión, entrar en un ascensor o el miedo a los murciélagos. Pero hay otras menos conocidas, que se dan en la cocina, y que sorprenden por enmarcarse en un entorno donde lo gastronómico no para de ganar adeptos. ¿Se puede tener miedo a tragar cacahuetes o a comer en público? Algunas fobias más curiosas.

Allodoxafobia: Fobia social caracterizada por tener un miedo irracional a las opiniones de las demás personas.

 Autofobia: Miedo a la soledad, a sí mismo o sencillamente a estar solo.

Cacofobia: Miedo a la fealdad, a las personas feas, incluso a ser feos nosotros mismos.

Cromatofobia o cromofobia: Miedo a los colores. A uno, a varios o a todos. Cada color, además, tiene su propia fobia. Por ejemplo, en Marnie, la ladrona, su protagonista tenía eritrofobia, fobia al color rojo.

Escriptofobia: Miedo a escribir en público o delante de alguien. Más común de lo que parece.

Estasifobia: Necesidad de estar sentado e incapacidad, pero no por nada físico, de estar de pie mucho tiempo.

Fagofobia: Miedo a atragantarse al comer algo y asfixiarse.


Macrofobia: Miedo enfermizo a las esperas, a hacer una cola, a esperar nuestro turno...


Nota.- El artículo es más largo pero solo he copiado las fobias que pueden ser más corrientes.

El cruel universo de la manipulación


Mariana Alvez-Psicología Positiva |   29/05/2017

Lamentablemente no todos quienes nos rodean poseen buenas intenciones, y en cualquier ámbito de la vida podemos encontrarnos con algún personaje manipulador. Descubre hoy sus técnicas para escapar de sus redes.
Voy a enseñarte cuales son las estrategias psicológicas favoritas utilizadas por las personas altamente manipuladoras. Lee con atención, por favor.
Enloquecerte: Las frases que más se relacionan con esta táctica son “eso nunca pasó”, “lo imaginaste”, “¿estás loco?” Esta técnica es una de las más crueles, porque son tan firmes en sus argumentos que realmente te pueden hacer dudar de tu cordura. Sus palabras sin piedad harán que te vayas alejando poco a poco de la realidad hasta el punto de que puedes justificar el maltrato de la otra persona. Para poder evitar este tipo de manipulación, tienes que escribir de inmediato lo que haya ocurrido, se lo puedes también contar a otras personas, recuerda que tener vínculos positivos te ayudarán a abrir los ojos si estás ante un manipulador.
Proyección: Es un mecanismo defensivo de la mente que se utiliza para depositar lo negativo de uno mismo en el otro, ya sea una conducta nociva, actitudes, pensamientos. Funciona para evitar hacerse responsable de los errores propios. La persona manipuladora te hará creer que eres tú quien debes cambiar, quien cometes los peores errores o que estás mentalmente inestable. No te hagas cargo de cosas que no te corresponden, si tú sabes que eres una persona fiel, honesta, buena trabajadora, no permitas que ellos te hagan dudar de tu propía valía ni compadezcas sus lágrimas de cocodrilo.
Conversaciones eternas y sin sentido: Los manipuladores utilizan conversaciones circulares, juegan con las palabras que dices y le cambian el sentido, te desafían y te marean hablando mucho. Lo hacen para frustrarte, desacreditarte, para distraerte del problema principal. No tiene sentido intentar tener conversaciones honestas y reales, todo lo que digas será utilizado en tu contra e intentar calmarlos cuando quieren atacarte es aún peor.
Generalizaciones: Las personas manipuladoras no siempre son tan inteligentes como parecen, solamente son buenas actuando. Suelen etiquetar tus conductas para no hacerse cargo de sus ataques. Por ejemplo, si te muestras dolido por algún comentario hiriente, te dirán “eres demasiado sensible”, en vez de pedirte perdón por sus actitudes. La culpa siempre será tuya.
Deliberadamente tergiversar tus pensamientos o sentimientos hasta el absurdo: Si tienes tus propias convicciones, emociones y experiencias, esto fácilmente puede convertirse en defectos e irracionalidad en manos de un manipulador. Cuando intentas defender tu punto de vista o establecer límites, ellos te desacreditarán, se burlarán y te tratarán como un tonto, diciendo cosas que tú no quisiste decir, cambiando por completo el sentido de lo que intentaste transmitir. En estos casos di “yo nunca dije eso” y aléjate de la persona, porque no tiene sentido perder el tiempo comunicándose con alguien que solo quiere ganar.
Nunca serás lo suficientemente bueno: Criticarán tu comportamiento, te dirán qué tienes que hacer para mejorar, te impondrán estándares inalcanzables. Siempre van a exigirte sin sentido y te encontrarán el error. Lo que buscan es hacerte sentir que nunca eres suficiente, cada cosa buena que hagas o digas, ellos le encontrarán su lado negativo. Si eres exitoso en tu carrera te dirán “seguramente ahora no tienes tiempo para tu familia” Si tu peso cambia, estarás demasiado delgado o demasiado obeso para su gusto, si estudias “¿para qué?” sino lo haces “eres un perezoso”. Jamás te ganarás la aprobación de este tipo de personas, solamente quieren lastimarte, que te obsesiones con tus “defectos” y hacerte sentir poca cosa. Tienes que concéntrate en tu propia valía y no intentes demostrarle nada a nadie.
Cambiar de tema para evadir responsabilidad: Si estás molesto por algo que te hicieron y quieres transmitirlo, ellos te atacarán diciendo “¿Y qué pasa con aquella vez  que tu…” Buscarán tus errores para quitarse el foco de ellos mismos y depositarlo en ti. Para continuar con la conversación, tienes que hacer oídos sordos de las cosas que no están relacionadas con lo que quieres hablar, repite una y otra vez lo que quieres decir. Si no te están escuchando, aléjate, no tiene sentido perder el tiempo.
Insultos: Cada vez que una persona manipuladora se siente atacada, puede caer fácilmente en la ira y a veces se utilizan técnicas burdas como insultarte, todo para intentar degradarte, insultar tu inteligencia, invalidarte. No tienes derecho a pensar diferente de ellos. Si no pueden con tus argumentos, atacarán tu persona. No te creas ni una palabra de lo que te digan y aléjate.
Desacreditarte: Esto es más frecuente en las parejas tóxicas. Cuando alguien no puede controlarte, intentarán controlar la manera en que los demás te ven. Querrán sabotear tu reputación, mentirán sobre ti y se harán las víctimas. Para poder vencer esto, tienes que atenerte a los hechos y no temas contar tu versión de las cosas. Tienes que documentar cualquier forma de maltrato o pruebas que consigas de sus falsos argumentos. No temas, no podrán hacerte daño realmente.
Amarte intensamente para luego devaluarte: Los manipuladores primero te hacen sentir la mejor persona del planeta, diciéndote exactamente lo que quieres escuchar, haciéndote sentir importante y especial. Con el tiempo, poco a poco te empiezan a devaluar, hasta pueden comenzar a criticar aquellas cosas que supuestamente tanto le agradaban de ti en un principio. También una señal de alarma es escuchar cómo habla del resto de las personas, si percibes que es agresivo  o perverso en cuanto a la forma de referirse a otras personas, abre los ojos.
Testear tus límites y atraerte: Las personas tóxicas en general constantemente están probándote, comprobando si pueden salirse con la suya. Cuando quieres alejarte de un manipulador, ellos intentarán atraerte con promesas de cambio, remordimiento falso, llantos desesperados dignos de un actor consagrado. Todo esto, para atraerte y volver a hacerte daño, incluso de una manera más cruel que la anterior.
Ataques bajo la forma de bromas: Pueden decirte cosas hirientes y luego se reirán diciendo que era una broma, comentarios irónicos, críticas constantes y sutiles, todo dicho de una manera descontracturada e “inocente”. Si no entiendes lo que te quieren decir es porque tú careces de sentido del humor, es lo que te dirán. La gente tóxica ama lastimarte y salirse con la suya. Las personas manipuladoras y narcicistas no entienden de compasión, sino de consecuencias. Tienes que ser muy firme con ellos y hacerles comprender que no toleraras este tipo de bromas.
Control: Intentarán controlarte a como de lugar, si pueden aislarte de tus amistades y familiares, si pueden hacer que dependas económicamente de ellos, si logran jugar con tus emociones, entonces estarán ganando. Como desean hacerte sentir inestable, buscarán pleitos de la nada.
Este tipo de manipulaciones descritas las encontramos en las personalidades tóxicas, quienes usualmente son narcicistas y sociópatas, pero pueden encontrarse en otras patologías también o en menor grado en algunas personas.
Una persona tóxica puede ser tu madre, tu hermano, tu amigo, tu compañero de trabajo, tu jefe y hasta tu pareja. Conocer sus técnicas de manipulación y no formar parte de sus juegos macabros, es lo que protegerá tu salud mental. Toma el control de tu vida, de tus emociones y sé muy cuidadoso a la hora de elegir con quien te vinculas.