The objective
En los últimos años, España ha
experimentado un notable incremento en la prevalencia de
enfermedades neurodegenerativas entre las que pueden destacar
el alzhéimer, el párkinson, la esclerosis múltiple o la esclerosis lateral
amiotrófica (ELA), entre otras. Este incremento, según un informe de la
Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados, se elevará en
torno a un 83% para el año 2050, superando el millón y medio de casos en
España.
Ante este panorama, la neuropsicología, una rama de la
psicología que se encarga del estudio de las relaciones entre el cerebro y la
conducta y que trata de analizar las consecuencias que tienen a nivel
cognitivo, emocional y comportamental las diferentes patologías cerebrales, se
erige como una disciplina prometedora y, con ella, la profesión de los
neuropsicólogos, más demandada que nunca.
Su contribución al entendimiento del
cerebro humano, así como su impacto en la conducta es invaluable y su
representación e importancia en la sociedad, sin duda, tiende al alza.
Salidas profesionales
Las salidas profesionales de la
neuropsicología son bastante amplias. Quizá, el ámbito más conocido es el
clínico, en concreto en la evaluación de los pacientes con Daño
Cerebral Adquirido (DCA), como por ejemplo en personas que han
sufrido un ictus, un cáncer o infección cerebral o un traumatismo
craneoencefálico. También trabajan con pacientes con enfermedades
neurodegenerativas, alteraciones del desarrollo o enfermedades raras que
afectan a las funciones cerebrales.
Asimismo, el neuropsicólogo ya forma
parte de los equipos que trabajan con pacientes con patología psiquiátrica como,
por ejemplo, el trastorno obsesivo compulsivo o la esquizofrenia e,
incluso, participa en peritajes forenses. «No solo en el
ámbito neurológico, sino también en el psiquiátrico hay un nicho de trabajo muy
importante que está creciendo conforme la neuropsicología va ganándose hueco,
eso requiere que la formación que necesitamos en neuropsicología sea sólida,
actualizada y especializada para problemáticas y poblaciones concretas»,
explica Adrián Galiana, neuropsicólogo, bioquímico, Doctor en Biomedicina y
profesor del nuevo máster de neuropsicología de la Universidad a Distancia de Madrid.
Otro ámbito relevante en el ejercicio
de la neuropsicología es el educativo, donde se reconoce cada vez más la figura del
neuropsicólogo educativo, que contribuye a identificar las
alteraciones que presentan los niños con dificultades en el aprendizaje y
trastornos asociados. «Se ha observado que, recientemente, se está demandado la
colaboración de los neuropsicólogos para evaluar en los niveles tempranos si
puede existir alguna alteración a nivel cognitivo en los niños, así como para
observar el patrón de desarrollo», afirma Garazi Laseca, neuropsicóloga.
Doctora en Psicología y profesora del máster de UDIMA.
El ámbito social y socio-sanitario es
también otra de las salidas profesionales más demandadas en la
actualidad. Cada vez se solicita más la presencia de neuropsicólogos en residencias de
mayores, en centros de día o en centros especializados en atención del daño
cerebral y en adicciones, así como en asociaciones de pacientes
y fundaciones.
Se observa también una creciente
presencia de neuropsicólogos en el entorno laboral; aplicación de la
neurociencia al marketing y la publicidad, cuestiones relacionadas con la
ergonomía (condiciones del lugar de trabajo, así como sus características
físicas y psicológicas) y, finalmente, en recursos humanos, con la selección de
personal y la adaptación a funciones del puesto de trabajo.
Estamos, sin duda, ante «una profesión
necesaria. Los neuropsicólogos son profesionales altamente demandados por la
sociedad, por los pacientes y por las empresas», afirma Galiana.
Formación integral
Para conseguir una buena capacitación
en cualquier ámbito de los mencionados es imprescindible una formación avanzada
en neuropsicología, esencial para enfrentar los desafíos que se plantean en la
actualidad. Los futuros especialistas en este campo deberán tener extensos
conocimientos en la función del sistema nervioso, métodos y técnicas
en neurociencia y neuropsicología, procesos cognitivos y sus alteraciones, así como estar
altamente cualificados en el ámbito infantojuvenil y adulto. Deberán ser
conocedores de técnicas de evaluación y estrategias de intervención entre otros
muchos aspectos.
El profesional de la neuropsicología
desempeña un papel fundamental en la evaluación, rehabilitación y apoyo a los
pacientes y sus familiares, por lo que una formación integral es esencial para
garantizar una atención de calidad, ya que, en estos casos, se requieren abordajes
multidisciplinares.
La UDIMA (Universidad a distancia de Madrid), consciente de la
creciente demanda de la neuropsicología en nuestra sociedad, se encuentra
comprometida con la expansión y el fortalecimiento de esta profesión con su
oferta académica, de ahí que para el comienzo del curso 2024/2025 de
comienzo su máster universitario en neuropsicología, con un plan de estudios
diseñado en línea con las directrices marcadas por el Consejo de la Psicología de
España, respecto a la formación especializada en el área y supone el único
Máster que contempla la posibilidad de mención de especialización en
Neuropsicología en infancia y adolescencia y/o en Neuropsicología en adultez y
vejez.