FRANCESC MIRALLES | msn.com | 09/03/2025
Una joven autora que se ha puesto de moda en Estados
Unidos, Brianna Wiest, habla en su ensayo La montaña eres tú (ed.
Planeta) de cómo el autosabotaje es el principal obstáculo que
debemos afrontar en nuestro camino de autorrealización. Veremos cómo detectar
la montaña que hemos levantado y cómo conquistarla.
Y a punto estuve de desistir, pero mi amigo y terapeuta
Xavier Guix me dijo: «Si te lo piden, es porque puedes hacerlo. De
no ser así, no te lo propondrían». Acepté esa lógica como
irrefutable y me lancé a escalar esas cimas, pues en cada ciudad
me esperaba algo distinto.
Al final, todo salió bien, pues ya se sabe que las cosas
parecen mucho más difíciles cuando se piensan que cuando se hacen.
Es en la mente, por lo tanto, donde se libra la primera y principal batalla.
¿te saboteas a ti mismo?
La propia montaña es «el obstáculo
entre tú y la vida que quieres vivir», dice Brianna Wiest,
y en el día a día puede cobrar formas muy distintas: una adicción, un estilo de
vida poco saludable, una ansiedad paralizadora, relaciones que no te
satisfacen, o un trabajo que directamente te hace infeliz.
Puesto que la mente crea su propia realidad, aquello
que «se nos hace una montaña» puede
parecernos imposible de superar.
Si queremos superarlo, lo primero es identificar y
eliminar nuestros hábitos de autosabotaje, como el que menciona Wiest: «Vagar
por las redes sociales como una
manera de matar el tiempo (…). Si cuando apartas la mirada del teléfono no te
sientes más inspirado, lo más probable es que estés tratando
de evitar alguna inquietud dentro de ti,
la misma que te está diciendo que necesitas cambiar».
5 claves para conquistar tu Everest
Contradiciendo el proverbio que sugiere que, si el
profeta no va a la montaña, será la montaña la que vaya a él, lo cierto es que
cuando un gran obstáculo se erige entre tú y la vida que deseas, solo tú
puedes salir a conquistarlo.
Veamos cinco claves para que esa ascensión sea un
éxito:
- La rebelión debe
ser activa. De nada sirve
que te des cuenta de que las cosas no están bien, a menos que tomes cartas
en el asunto sin más demora. Tal como nos recuerda Brianna Wiest: «El
mayor acto de amor hacia ti mismo es dejar
de aceptar una vida con la que no estás feliz».
- Alimenta tu
motivación. No se trata solo
de ponerse en camino, sino que hay que seguir
la marcha contra viento y marea. Para ello debemos
recordarnos periódicamente por qué hemos iniciado esta aventura, además de
buscar amigos o mentores que hayan pasado por esto y nos ayuden a
mantenernos en ruta.
- Para ganar, hay
que perder. No se puede
construir una casa sin antes derribar la antigua. En el plano
personal, eso puede incluir maneras de ser y de
actuar, relaciones sociales, etc. La autora de La
montaña eres tú asegura en tono tranquilizador: «Todo
lo que vas a perder es aquello que existía para una persona que ya no eres
tú», y añade: «Tu nueva vida te costará la vieja. Vas
a perder tu zona de confort y la dirección que hasta ahora tenía tu vida.
Te costará incluso muchas de tus relaciones y amigos».
- Tu nueva vida te
espera en la otra orilla. Cuando te
desanimes ante los sacrificios que exige tu proceso de
transformación, piensa en el premio a tus esfuerzos.
Tal vez en un primer momento te sientas solo y agotado, pero «las
personas que encajan contigo te esperan al otro lado. Vas a construir una
nueva vida alrededor de las cosas y personas que te permitirán avanzar».
- El viaje no tiene
fin. Una vez hayas
coronado tu Everest personal, verás que esto es solo el inicio. Empoderado
por la experiencia, habrá otras cimas que querrás culminar,
ya que la vida es un viaje continuo en el que todo está por hacer. Y en ese
viaje hay aciertos y errores, éxitos y fracasos. No
obstante, incluso cuando sientas que estás retrocediendo, estás ganando
una nueva perspectiva que te permitirá ir mucho más lejos.
Escoger bien a los compañeros de viaje
Dado que muchos logros requieren de la colaboración
con otras personas, el
éxito de la expedición dependerá de los alpinistas que hayamos elegido para
ese viaje.
Conviene evitar
aquellas personas que nos transmiten sus propios miedos y,
por lo tanto, nos invitan a no salir del campo base. Esto puede tener su origen
en una preocupación genuina por nuestro bienestar, pero muchas veces es un reflejo
de la propia situación de quien nos pone freno. Por ejemplo, una persona que es
muy desdichada en su trabajo, pero no es capaz de dejarlo, por lo general, nos
desaconsejará que nos liberemos de una situación análoga.
Este es el motivo por el que hay que extremar el
cuidado a la hora de confiar nuestros deseos más profundos, ya que cuando el
proyecto es solo una semilla, la
negatividad ajena puede destruirlo sin
haberlo intentado siquiera.
Sin duda, un buen
sherpa es quien haya pasado por una situación similar, y
puede aportar la luz de un guía, ser incluso nuestro
mentor en el proceso. Con todo, aunque cuentes con el mejor sherpa del
mundo, tendrás que subir la montaña con tus propias fuerzas. Solo cuando
alcances la cumbre y puedas gritas «¡he llegado!» comprenderás el sentido de tu
viaje.
La llamada a la aventura
En el modelo de Joseph Campbell llamado «monomito» se
describe la primera etapa de las aventuras épicas,
cuando el héroe es invitado a abandonar su normalidad por
algo mejor. Pero no siempre saldrá por voluntad propia. La
tendencia natural es quedarse en la zona de confort,
incluso si es francamente incómoda.
En la segunda
etapa del viaje del
héroe, este a menudo se resiste a dar el paso que le sacará
del mundo conocido, sea por miedo o inseguridad, o porque las obligaciones o la
fuerza de la costumbre le paralizan. Para salir necesitará, en el modelo de
Campbell, algo o alguien que le procure la inspiración necesaria.
Ajustar la hoja de ruta
- Bujo: Es la abreviación del popular bullet
journal creado por Ryder Carroll, un método
para organizar las metas vitales de forma gráfica.
Para ello solo hay que contar con un cuaderno en el que utilizaremos
distintos símbolos (topos, asteriscos, guiones, etc.) para listar
las tareas o microbjetivos a alcanzar.
- Migración: Esta es una clave del Bujo, y consiste en actualizar
cada mes las tareas y prioridades. Al pasar la lista a
limpio podemos posponer o eliminar esos puntos que no se han cumplido. Al
hacer la migración, si algo se ha vuelto más relevante se incluye; del
mismo modo que para ascender una montaña, se ajustan los planes según las
variables del tiempo o el estado de los caminos.