NEREA PARRAGA FRUTOS | lavanguardia.com 04/04/2025
La experta
hablaba sobre la costumbre que tienen muchas personas de ''boicotearse'' a sí
mismas
La psicóloga
Patricia Ramírez, conocida popularmente en redes sociales como PatriPsicóloga,
lanzaba hace unas semanas un contundente mensaje a sus más de 750 mil
seguidores en Instagram y los casi 20 mil que la siguen en su perfil oficial de
TikTok: ''Deja de boicotearte''.
Según la
experta, todas las personas estamos más que acostumbradas a animar y dar buenos
consejos a las personas que nos rodean. Una práctica que no solemos llevar a
cabo con nosotros mismos la mayoría de las veces. ''Cuando se trata de animar a
otros lo solemos hacer genial. Pero, consejos vendo que para mí no tengo,
como dice el refrán'', declaraba.
Tal y como explicaba, cuando las personas cometemos un error en cualquier ámbito de la vida, solemos cometer un error mayor: convertirnos en nuestro peor enemigo. ''Cuando tratas de animarte a ti mismo ante un fallo, ahí te conviertes en una persona dura, sin empatía contigo e inflexible. No te gusta cometer errores y no te gusta perder. No solo no te gusta, es más, no lo soportas y te lo reprochas con dureza''.
Este
pensamiento nos lleva, equivocadamente, a sacar conclusiones de nuestros
errores que juzgan de manera directa nuestra persona: ''Impaciente, impulsiva,
perezosa, vaga, inútil, torpe, dependiente, ridícula... Estas son las lindezas
que automáticamente te dices cada vez que te equivocas o te sientes débil''.
La psicóloga dejaba claro que ''hablarnos así de mal
solo nos lleva a sentirnos todavía peor, a tener tristeza y ansiedad'',
afectando de lleno en nuestra autoestima. ''En este contexto, ¿quién desea
volver a intentarlo si cabe la posibilidad de volver a fallar y de sentirte
igual de miserable? Nadie. Así que lo que sueles hacer es tirar la toalla.
Total, para qué, si no eres capaz de cumplir con lo pactado'', aseguraba la
especialista.
Por este motivo, Patricia Ramírez recomendaba a sus
seguidores cambiar de manera radical esa forma de hablar sobre nuestra propia
persona. ''El consejo es muy sencillo. Por favor, háblate como lo harías a
cualquier persona a la que admiras, amas y respetas. El mismo discurso que te
saldría hacia otra persona, dirígelo ahora hacia ti. Ya está'', concluía.