ALEJO LUCARÁS | okdiario.com | 01/12/2024
La inteligencia
emocional está estrechamente relacionada con la capacidad para persuadir e
influir en las decisiones de otros
La persuasión y la construcción de acuerdos son
habilidades clave en la vida cotidiana y profesional. Si bien muchas veces se
asocian con el carisma o la personalidad, estas cualidades no son
imprescindibles para tener éxito en la comunicación. Y para quienes no estaban
el tanto, están estrechamente ligadas con la inteligencia emocional.
Según
investigaciones recientes, las personas con alta inteligencia emocional logran influir de
manera más efectiva mediante el uso estratégico de su lenguaje. A continuación
¿Qué relación existe entre la
inteligencia emocional, las palabras y la persuasión?
Un estudio
publicado en la revista Journal of Experimental Social Psychology revela
que el impacto de las palabras que empleamos puede ser decisivo en cómo nos
perciben los demás. Especialmente, la elección de ciertos pronombres
parece tener un efecto directo sobre la receptividad, una variable clave en la
dinámica social.
El
estudio liderado por Mohamed A. Hussein y Zakary L. Tormala, investigadores de la
Universidad de Stanford, analizó cómo los pronombres moldean
las percepciones en situaciones de desacuerdo.
Los resultados
fueron concluyentes: los pronombres de segunda persona, como «tú» o
«usted», pueden percibirse como agresivos o poco receptivos, especialmente en
contextos adversos. En cambio, los pronombres de primera persona del plural,
como «nosotros», generan una mayor sensación de apertura y colaboración.
Según los
autores, la ‘receptividad percibida’ es un elemento esencial para el
éxito en la comunicación.
Este concepto
se refiere a la disposición que otros perciben en nosotros para escuchar,
entender y valorar sus opiniones. La investigación mostró que las personas que parecen
receptivas son más persuasivas, generan mayor interés en futuras
interacciones y reducen la probabilidad de censura.
El estudio
concluye que aplicar estos pequeños ajustes en el lenguaje puede marcar una
gran diferencia en cómo nos perciben los demás, especialmente en situaciones
desafiantes. En un mundo donde la interacción social es clave para el éxito personal
y profesional, el uso consciente de palabras y pronombres puede ser un factor
determinante.
3 palabras clave que potencian la inteligencia emocional
El lenguaje
utilizado en contextos de desacuerdo o negociación tiene un impacto
significativo. Para mejorar la receptividad y la persuasión, el estudio sugiere
priorizar ciertas expresiones:
1.
‘Nosotros’: este pronombre fomenta un sentido de unidad y cooperación. Por
ejemplo, en lugar de decir «necesitas mejorar este proceso», se puede optar por
«podemos trabajar juntos para optimizar este proceso».
2. Frases de autorresponsabilidad, cómo ‘he sido
yo’: admitir
errores propios en lugar de generalizarlos aumenta la confianza. Por ejemplo,
«he cometido un error» es más efectivo que «nos equivocamos».
3. Declaraciones colaborativas, cómo ‘quizás’: cambiar «esto no está funcionando
porque tú no lo entendiste» por «quizás no expliqué esto de la mejor manera».
Estas fórmulas
no solo suavizan posibles tensiones, sino que también mejoran la calidad de las
interacciones, demostrando apertura y empatía, pilares de la
inteligencia emocional.
Cuándo y cómo utilizar «tú»
Aunque el
pronombre «tú» puede ser contraproducente en situaciones de conflicto, su uso es beneficioso en
contextos positivos. Por ejemplo, reconocer los logros de alguien o
destacar sus ideas funciona mejor con un enfoque directo: «tú aportaste una
gran solución» o «tú mereces el mérito por este resultado».
En este sentido, las investigaciones
subrayan que el contexto es determinante. Mientras que en un entorno de tensión
el «tú» puede intensificar la confrontación, en un ambiente de apoyo y elogio
refuerza las relaciones y fomenta la confianza.
Estrategias prácticas para ser
una persona más persuasiva
El uso de estas
estrategias no solo mejora la comunicación, sino que también fortalece
las relaciones interpersonales. Según los expertos,
el lenguaje persuasivo fundamentado en la inteligencia emocional tiene un doble
beneficio: ayuda a alcanzar acuerdos y construye una imagen personal más receptiva y
accesible.
A continuación, algunas estrategias
prácticas:
1.
Evitar la imposición: frases como «deberías hacer esto» pueden sustituirse por «podemos
considerar esta alternativa». Esto reduce la resistencia y favorece un diálogo
más constructivo.
2. Utilizar «nosotros» estratégicamente: este pronombre debe emplearse con
sinceridad y en situaciones donde haya un interés compartido. De lo contrario,
puede percibirse como manipulador o artificial.
3. Asumir errores: en vez de decir «nosotros nos
olvidamos», es más eficaz admitir «me olvidé». Esto fortalece la percepción de
responsabilidad y madurez.
4. Transformar críticas en autocríticas: cambiar «no estás entendiendo»
por «quizás no estoy explicándome bien» ayuda a mantener el enfoque en la
solución, no en el problema.