ALEJANDRO VERA
| grullapsicologiaynutrición.com |
27/01/2021
Es
frecuente pensar que cuando una persona tiene autoestima alta, sea porque
tiene una gran aptitud social; es decir, que cuenta con popularidad, triunfo,
posesiones materiales, y la aclamación de los demás. Como este
pensamiento, hay muchos más que son erróneos y nublan el camino a la
verdadera autoaceptación.
En este artículo vamos a deshacer alguna de las falsas creencias entorno a lo que es estar bien con uno/a mismo/a, y vamos a conocer los diferentes niveles de la autoestima que existen.
¿Qué entendemos por autoestima?
El concepto
psicológico de autoestima trata de una dimensión evaluativa, una postura
negativa o positiva personal, sobre sí mismo y por lo que es. Esta valoración
se acompaña de sentimientos del valor personal y de auto aceptación. Es un
término difícil de definir, pero siempre ha estado presente en las
explicaciones del comportamiento humano normal.
La autoestima
es multidimensional, posee una naturaleza multifacética que depende de los
diferentes escenarios en que el individuo convive, interactúa y desarrolla su
conducta. Esto se evidencia cuando te relacionas con amigos, que ya conocen tus
debilidades; y cuando convives con desconocidos, a quienes se les oculta lo
malo.
Una persona con autoestima alta es quién se valora de
forma positiva, pero también se acepta, y no se siente mal por el tipo
de persona que es. De manera que se identifica con sus habilidades e
incapacidades, y puede diferenciar cuales de estas deben ser aceptadas o
modificadas en busca de mejorar.
En este
sentido, se espera que alguien con autoestima aceptable se sienta capaz
de enfrentar los problemas y retos que la vida presenta. Por otro
lado, alguien que se valora de forma negativa, se auto rechaza y auto
desprecia, se siente incapaz de resolver con éxito alguna situación.
Los 4 tipos o niveles de la autoestima
Comúnmente se
utilizan los términos alta o baja para
calificar la autoestima. Sin embargo, hay otros niveles que proporcionan una
mejor visión y pueden ser útiles para el auto reconocimiento. No se trata de
buscar cuál es el que te define, pues puede que no haya uno exacto; es más
sobre conocer diferentes aspectos de la autoestima, y cuales has experimentado.
Embárcate en la aventura de pasar por los niveles, conocerte y aceptarte.
Autoestima reactiva
También
conocida como superficial, es la falsa autoestima. Es cuando la propia
valoración e imagen depende de cómo los demás lo perciban; es etiquetarse
según las opiniones externas. De manera que es un sufrimiento que no le agrades
a alguien, luego te quiera y después te odie; tu autoestima variará según lo
que los demás decidan.
En este caso
deseas que todos te quieran, pero sin motivo existente. Algunas veces buscas el
porqué de merecer lo que te pasa, no para reflexionar y cambiar si es
necesario, sino para justificar el comportamiento de los otros.
Para estas personas, la autoestima se siente como algo no propio, una carga que no se puede controlar y es ajeno a la propia decisión.
Autoestima activa
Esta requiere
un nivel psicológico un poco más alto que el de la reactiva. A diferencia del
nivel anterior, la persona no espera ser aceptada sin esfuerzo alguno, sino
que intenta al máximo convencer a todos, incluso a sí mismo, de algo
que no es.
Es algo similar
a usar una máscara todo el tiempo, tanto que se olvida que hace parte de un
disfraz y esconde algo debajo. Como consecuencia, se pierde la identidad y
verdadera personalidad. Estas personas también le dan más importancia a las
opiniones ajenas que a las propias.
En este nivel es posible que haya un interés en mejorar la autoestima, e inicie la experiencia de la autoconciencia.
Autoestima interna
También se le conoce a este nivel como la búsqueda del auto reconocimiento porque desparecen las etiquetas y las máscaras. Es en donde finalmente comienzan a ser más importantes las propias valoraciones que las externas.
Inicia un
dialogo interno sobre aquellas cosas que te molestan de ti mismo, sean físicas
o personales. Luego analiza si realmente es malo o es lo que te han hecho
creer; si es la primera opción, piensa como lo puedes mejorar. Esto va
encaminado hacia la autoestima profunda.
La llegada a este nivel normalmente está impulsada por una crisis, ya que el dolor es el que nos mueve hacia el cambio.
Autoestima profunda
En este punto, se conocen y aceptan las falencias, de manera que no son impedimento para querer o sentirse querido. La persona se siente plena, en todas las capacidades de enfrentar cualquier situación venidera porque no hay una sensación de estar en el momento inadecuado, o peor aún, ser la persona inadecuada.
Este máximo nivel no está separado de los otros niveles; todo lo contrario, es una combinación. Si ya posees este nivel de autoestima notarás que disfrutas de la estima de los demás y que siempre fue normal el tratar de proyectar una imagen amable.
Nathaniel propone prácticas imprescindibles para mejorar la autoestima. Algunas de estas son:
La práctica de la aceptación de sí mismo
La práctica de la autorresponsabilidad
Es evidente que todas las practicas se deben realizar por sí mismo; nadie
puede mejorar la autoestima de otra persona. Es posible una
orientación, pero si no estás dispuesto a cambiar, no pasará.
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Lectura recomendada: Los 6 pilares de la autoestima
Si quieres reforzar tu autoestima, este libro es el indicado para ti. Escrito
por Nathaniel Branden, es uno de los más capacitados en el tema, quien está
seguro de que muchos de los problemas psicológicos son causados por una
autoestima inadecuada. También asegura que la autoestima está fundamentada en
la eficacia personal y el respeto a sí mismo, por lo que si alguna condición
falta, la autoestima se deteriora.