Judith del Río | lavanguardia.com | 14/01/2025
El doctor Álvaro Bilbao explica qué tienen en común las personas más resilientes
El cuidado de la salud mental es uno
de los aspectos más importantes para el bienestar y la calidad de vida. El
autocuidado es clave para garantizar que no aparezcan complicaciones o
trastornos en las rutinas diarias, pudiendo generar un gran impacto.
Un autocuidado que, a veces, no puede ser suficiente. En algunos momentos de la vida, las personas pueden verse superadas por los desafíos diarios o por otras complicaciones. Dificultades para concentrarse, sentimientos de tristeza e inquietud; emociones que debe tratar un especialista, pero que muchas personas optan por reprimir.
El neuropsicólogo y educador Álvaro Bilbao no solo
recomienda recurrir a los especialistas para tratar cualquier posible problema,
sino que revela la herramienta definitiva para poder ayudar a aquellos que no
se atreven a dar el paso de ir al psicólogo y se ven superados por sus
problemas.
El especialista, uno de los más seguidos en Instagram,
donde cuenta con más de 2.2 millones de seguidores; colabora con Aprendemos
Juntos 2030, la iniciativa de BBVA que cuenta con el el reconocimiento de
Naciones Unidas por su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS) para un futuro más verde e inclusivo a través de charlas con algunos de
los oradores más brillantes del momento.
“Tenéis que tener en cuenta que vosotros siempre sois
más grandes que vuestros problemas”, recuerda el psicólogo. “A veces los
problemas se hacen enormes. Sentimos que no vamos a ser capaces de superarlos,
pero cuando nos ponemos con ello, cuando buscamos la ayuda adecuada, nos damos
cuenta de que sí, que somos capaces de superar muchos de esos problemas”.
El neuropsicólogo da la herramienta para poder superar
este tipo de situaciones. “Las personas más resilientes son aquellas que,
cuando están pasando un mal momento, cuando están pasando una situación
difícil, son capaces de llamar a un buen amigo”, explica el sanitario. “Son
capaces de contar lo que les ocurre y permiten que los demás les echen una
mano”.
Desahogarse y ser capaz de pedir ayuda es el primer paso
para poder sanar y liberarse de esos problemas que impiden seguir adelante. “En
todos los momentos, en todas las situaciones angustiosas, vais a tener la
oportunidad de alzar los brazos y pedir ayuda. Contar lo que os pasa,
preguntar a alguien si os puede echar una mano”, dice el neuropsicólogo.
Para Bilbao, el hecho de
ser capaz de pedir ayuda y aceptarla es el paso más importante. “Eso es lo que
os va a permitir superar muchas situaciones difíciles, angustiosas y muchos
problemas en la vida”, insiste. “No os quedéis nunca con un problema, porque
esa pequeña conversación puede ser la diferencia entre quedarnos con la
angustia y la preocupación”, asegura. “Sentir que os seguís ahogando o sentir
que tenéis un salvavidas que os permite tomar aire y seguir adelante”.
Es importante tener a alguien con quien contar los
problemas. Para muchos, no obstante, es muy complicado hablar de sentimientos y
emociones; más aún cómo comenzar este tipo de conversaciones.
Lo importante es encontrar a alguien con quien uno se
sienta cómodo al hablar abiertamente y que sepa que nos va a escuchar. Todos
tenemos razones por las cuáles nos cuesta pedir ayuda, pero debemos ser
conscientes de que no estamos solos. Una vez se comienza a pedir ayuda, uno se
da cuenta de una realidad: somos miembros de una comunidad más grande.