Síndrome 'burnout'.
- De 167 futbolistas jóvenes, un cuarto sufría "a veces"
síntomas de burnout.
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Psicólogos españoles afirman que también son normales los casos en España.
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Aseguran que los equipos cada vez dedican más recursos a paliar este tema.
Silvia
R. Taberné | Madrid | El Mundo | 18/02/2013
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Están en los parques, en algunos descampados y en muchas plazas. Sus 'armas'
son un balón, dos latas de refresco como límites imprecisos de una portería,
diversión y mucha ilusión. Tanta, que algu-nos niños se 'convierten' en
improvisados Casillas o Falcao por unos minutos mientras que otros cha-vales, y
no pocos padres sueñan con que la afición se convierta en una forma de ganarse
la vida mien-tras miran, en los posters de Cristiano Ronaldo o de Messi, a sus
referencias. Sin embargo, ¿cuántos de ellos llegarán a emular a sus
ídolos? Lo que no tendría que ser más que un entretenimiento de la infancia,
una manera de desestresarse con amigos y entender los valores del juego en
equipo, puede llegar a significar una tortura para muchos niños cuando la
diversión se toma demasiado en serio y no deja paso al disfrute. Y he ahí
el problema:'síndrome del burnout', lo que en español significaría
'estar quemado'.
Jugar para disfrutar
- José
Carrascosa, psicólogo deportivo y director de Saber
Competir, lleva 20 años tratando a dece-nas de jóvenes futbolistas, algunos
de ellos con síntomas de burnout. "Este problema es en realidad un proceso
que se desarrolla poco a poco y que está relacionado con las
expectativas que se perci-ben desde el entorno sobre uno mismo y, en
menor medida, entre las expectativas personales y los recursos con los que
cuentas".
- Por
ello no se sorprende de los resultados del último estudio publicado en 'Journal
of Sport and Exercise Psychology', donde de los 167 futbolistas juveniles de
ocho academias y centros de exce-lencia de clubes profesionales ingleses, un
cuarto de ellos experimentaba "varias veces" los sín-tomas de este
síndrome, según explica el principal autor del trabajo, el doctor Andrew
Hill, profesor de Ciencias del Ejercicio de la Universidad de Leeds. En su
análisis, el doctor Hill encontró que "el miedo a cometer errores o no
llegar a superarse era mayor en aquellos que confesaban sentir presión
de su entorno familiar o sus entrenadores.
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"Entre sus síntomas más comunes se incluye fatiga crónica, la
ineficacia y la negación de lo ocu-rrido. Además, también son
característicos el agotamiento emocional y físico, un descenso del
rendi-miento, llegando incluso a la despersonalización y el abandono
deportivo", añade Alejo García Na-veira, coordinador del grupo de
trabajo en Psicología del Deporte del Colegio Oficial de Psicólogos de
Madrid. Carrascosa incide en el último punto señalado por su compañero.
"Esta forma de estrés, inculcada como señala el estudio mucha veces por
padres y entrenadores, pasa por ser la causa prin-cipal de abandono en
el deporte de los jóvenes".
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"Los niños son dados a hacer suyas las expectativas de su entorno y
el problema viene cuando le cuesta llegar a cumplirlas", comenta
Carrascosa, un problema que para este psicólogo es más co-mún de lo que parece
entre los jóvenes futbolistas españoles. Por otra parte, otro aspecto de
desgaste es no saber desconectar del fútbol. Carrascosa señala como
imprescindible que el joven futbolista, "tenga otras inquietudes más allá
del fútbol, como sus estudios, amigos, aficiones... Tener actividades
alternativas ayuda a desconectar y a descansar a nivel emocional respecto a la
exigencia del fútbol".
El secreto: disfrutar como niños.
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Precisamente, ese 'disfrute' a la hora de chutar el balón es en lo que inciden
todos los expertos. "Desde hace unos años, se está trabajando
bastante la psicología no sólo en las categorías de pri-mera división,
sino también en el fútbol base", afirma Carrascosa, que señala que el
principal trabajo se realiza con los padres y avisa sobre la necesidad de
centrarse también en el niño para que sea capaz de defenderse de expectativas
exageradas. "Yo intento que entiendan que, en cosas de fútbol, sus pa-dres
no saben gran cosa", comenta.
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"Hay que jugar siempre, siempre para disfrutar, si no esto no tiene
sentido", afirma rotundo Carlos Moreno, actual jugador del filial del
Hércules. Este joven jugador de 19 años no recuerda que el fútbol le haya dado
más quebraderos de cabeza salvo cuando no ha cuajado un
buen partido.
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Los psicólogos de las canteras de los clubes juveniles explican su
trabajo. "Se trabaja en dos vertientes. La primera de manera preventiva,
donde nos preocupamos por mantener una comunicación fluida con los padres y
también con los pequeños quitándoles presión. Además, también hay una buena
comuni-cación con el equipo técnico, cuentan. La segunda vertiente es la
de intervención, "donde ya trabaja-mos la capacidad de
trabajar y mejorar el control y la ansiedad tanto si hay problemas como si
no".
- ¿Y
cómo evitan que surja este síndrome? García Naveira indica que es prioritario
conseguir que el joven tenga "la cabeza bien amueblada" y que familiares
y entrenadores vean en este deporte un buen medio para el desarrollo físico,
psicológicos y social del chico. "Ya que en categorías infe-riores,
sólo llegan entre el 1% al 3% de los jóvenes al fútbol profesional, por lo que
hay que reflexio-nar sobre las expectativas que proyectamos en nuestros
hijos".
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"Por ello, nosotros introducimos a los más pequeños en una dinámica de
juegos. No hay presión y las competiciones son amenas, no se busca ser el mejor
sino disfrutar e inculcar aspectos para su vida personal como el esfuerzo, el
sacrificio y la responsabilidad. Nosotros incidimos en que piensen en disfrutar
y en el día a día. Ellos están en un club importante y a muchos chicos les
gustaría estar en su lugar, ese es el premio. Así que insistimos en que no
piensen en llegar a primera división o en ser un jugador “cotizado”, todo eso
queda muy lejos. Lo importante es ir mejorando por ellos mismos tanto deportiva
como personalmente y disfrutar de lo que hacen", señalan.
Nota.-
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