ACyV | elconfidencial.com | 11/02/2025
La tendencia a enamorarse de forma rápida y frecuente está transformando nuestra comprensión del amor, destacando riesgos emocionales y la necesidad de mayor reflexión para construir relaciones más saludables.
El concepto de
amor a primera vista, tan presente en historias románticas como las de Romeo y Julieta podría
tener una explicación científica: la emofilia (no confundir con la
hemofilia). Este término, acuñado
en 2011 por Daniel Jones, profesor asociado de la Universidad
de Nevada Reno, describe una inclinación a enamorarse rápida y
frecuentemente, como explica IFL Science.
Aunque parece un rasgo anecdótico, está despertando el interés de la psicología
por sus implicaciones en la manera en que las personas forman vínculos
afectivos.
Jones define
la emofilia como un
“proceso de deseo, no de necesidad”. Según su
investigación, quienes experimentan esta tendencia disfrutan del subidón
emocional que supone un nuevo romance, sin que esto necesariamente responda a
un miedo a la soledad. Aunque algunos expertos inicialmente cuestionaron su
teoría, argumentando que podría tratarse de una variante del apego ansioso, Jones
defiende que la emofilia es un rasgo independiente.
Un estudio reciente respalda la
necesidad de ampliar las investigaciones en esta área. Aunque la emofilia no es un
trastorno, podría llevar a ciertos riesgos. Por ejemplo,
personas con esta inclinación podrían ser menos cautas ante señales de alarma
en posibles parejas. De hecho, investigaciones previas de Jones han encontrado
que los emofílicos tienden a sentirse atraídos por individuos con rasgos de la
llamada "Tríada Oscura": maquiavelismo, psicopatía y
narcisismo, características que rara vez contribuyen al
éxito en una relación
Otro hallazgo significativo es la
posible correlación entre la emofilia y comportamientos como la infidelidad, según
Jones. Aunque no se ha establecido una relación causal, la rapidez con la que
estos individuos desarrollan sentimientos románticos podría dificultarles
mantener relaciones duraderas. De hecho, investigaciones apuntan a que suelen casarse a edades más
tempranas, pero con mayor frecuencia de divorcios entre medias.
¿Te
sientes identificado?
A pesar de los
desafíos, hay estrategias para manejar esta tendencia. El psicólogo Mark Travers, en un
artículo para Forbes, sugiere herramientas como
establecer criterios claros para elegir pareja, escuchar las opiniones de
amigos y familiares sobre posibles señales de alarma, y adoptar un enfoque más
reflexivo. Actividades como escribir un diario sobre experiencias pasadas o
analizar patrones de comportamiento podrían fomentar una mayor autoconciencia.
La emofilia no define el éxito o fracaso en el amor, sino que refleja una forma distinta de vivir las relaciones. Para quienes deseen saber más sobre este rasgo, el grupo de investigación de Daniel Jones ofrece un test en su página web que permite calcular el nivel de emofilia personal, abriendo una puerta al autoconocimiento en un ámbito tan complejo como el del amor.