domingo, 21 de diciembre de 2014

ONG, sin ellos no sería posible

El papel de estas entidades se dibuja fundamental para el desarrollo psicosocial de los discapacitados. Y no solo por la coyuntura. Celebramos diez años de éxitos

PATRICIA PEYRÓ | El País | 09/12/2014
                  
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), se estima que en el mundo existen actualmente más de 1.000 millones de personas que viven con alguna discapacidad. Esto significa que hasta el 15% de la población está limitada, siendo la prevalencia aún mayor en los países en vías de desarrollo. En el año 1992, la Asamblea General de la ONU decretaba el día 3 de diciembre como el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, después de 10 años conocidos como el Decenio de las Naciones Unidas para los impedidos. El fin de esta década ha sido contemplar y aplicar medidas que proporcionaran un marco de protección basado en la igualdad de oportunidades y en la integración social de estas personas. En 2014, se ha buscado un “desarrollo sostenible” en la intervención psicosocial de los discapacitados, y se otorga una función especialmente relevante al avance de las tecnologías de la información y a su impacto en la vida de estas personas, muchas de ellas sin acceso a estos recursos. Dentro de este desarrollo sostenible, será fundamental el papel de las organizaciones sin ánimo de lucro, especializadas en proporcionar una atención integral a las necesidades especiales de los discapacitados, que buscan eliminar barreras y normalizar las vidas de estas minorías que sufren un alto riesgo de exclusión social.
¿Quién ayuda a los discapacitados?
Los recursos públicos no son suficientes para atender la demanda de las personas afectadas por alguna limitación como pueda ser la mental, que precisa de conocimientos técnicos y de una intervención completa y en todas las áreas: psicosocial, clínica, asistencial, familiar y laboral. Las ONG cumplen una labor fundamental en la vida de las personas con discapacidad y surgen como respuesta de las familias afectadas, que buscan soluciones a medida de la complejidad de su situación, que excede al individuo afectado y se convierte en una realidad familiar y social con la que hay que convivir.
Un ejemplo de estas entidades es AMAFE, Asociación Madrileña de Amigos y Familiares de Personas con Esquizofrenia, cuyo objetivo fundamental es “incidir positivamente en la vida de los afectados por este trastorno”, según explica Ana Cabrera Cifuentes, directora del equipo técnico. Los objetivos de esta asociación van en la dirección de favorecer la calidad de vida y la inserción de los discapacitados en la sociedad, buscando y generando los recursos necesarios para ofrecer, además de soluciones, esperanza para sus familiares, que se sienten amparados al percibir comprensión dentro de todo el espectro de variables que afectan a su situación. Entre otros servicios, asesoran sobre los recursos públicos disponibles, sobre trámites legales y burocráticos y ayudan en la inserción laboral. Proporcionan, asimismo, apoyo a las familias y ayuda a domicilio, además de en su centro de día, que tiene capacidad para 120 personas.
Según Ana Cabrera, ayudar a este colectivo pasa por intervenir en distintos aspectos como la prevención, el tratamiento y la reinserción. Pero eso no basta: “Hay que procurar ayudas efectivas, proporcionar información fiel a la realidad que sirva para orientar y generar esperanza a las familias, así como facilitar lazos sociales y relaciones de colaboración entre entidades que abunden en una asistencia efectiva”.
Recursos y financiación
Además de las cuotas de los socios y de tasas simbólicas por servicios ofrecidos, como el de asistencia psicológica, el coste y financiación de los proyectos de AMAFE se nutre de la aportación de entidades tanto públicas como privadas que colaboran con subvenciones que hacen posible la sostenibilidad de la organización. “A pesar de estas ayudas, AMAFE sufraga como mínimo el 50% del coste global de estos proyectos”, explica su directora.
Esto quiere decir que la colaboración ciudadana, ya sea por lo particular o vía empresa, es una fuente más de apoyo para continuar gestionando los recursos de ayuda a los afectados por esta enfermedad mental, la esquizofrenia: “De cada 100 euros que recibimos, 80 euros son para la atención asistencial, terapéutica y rehabilitadora, cinco euros se destinan a la investigación, y los últimos 15 euros al mantenimiento de la sociedad, que tiene a doce personas en plantilla, entre los que se encuentran psicólogos y terapeutas ocupacionales”.
¿Cómo es el perfil del trabajador con discapacidad?
Uno de los aspectos más importantes que afectan a la integración de los discapacitados pasa por su inserción en el mercado laboral, no solo como forma de normalizar sus relaciones sociales y su percepción de adecuación al entorno, sino como un modo de sostener una autonomía económica con la que minimizar las dependencias y el gasto público destinado a los recursos asistenciales derivados de su minusvalía.
Con motivo del Día Internacional de la Discapacidad, la empresa Capgemini, junto con la Fundación Adecco, han elaborado el informe de El Perfil del Trabajador con Discapacidad 2014. En él concluyen que en el 2014 las contrataciones a personas con discapacidad han alcanzado su máximo histórico, hecho que contrasta con la baja participación de estos colectivos en el empleo, manifestado en que un 63% de las personas que tienen edad laboral no tiene trabajo ni lo busca.
Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, altamente comprometido con la causa de la discapacidad, explica cómo estas personas “por encima de todo, buscan un trabajo que les proporcione estabilidad y autonomía y su productividad se eleva a cotas muy altas”.
Por su parte, Paulo Morgado, consejero delegado de Capgemini, refiere sus comentarios a la falta de conciencia social y a la necesidad de que las empresas adquieran un compromiso con la causa, con el fin de favorecer su integración en el mercado laboral: “Muchas personas con discapacidad siguen infrarrepresentadas en las diferentes esferas sociales debido a persistentes clichés sociales y culturales que debemos superar. Solo con el compromiso de las empresas y su cambio de mentalidad lo conseguiremos”.
Entre otras conclusiones, el informe arroja datos sobre la importancia que los discapacitados otorgan a la relación con sus compañeros y al clima laboral positivo, otorgando menor valor a los aspectos salariales y a las posibilidades de promoción.
Los resultados de este perfil del trabajador con discapacidad surgen a partir de la investigación propia de Adecco con Capgemini, cotejada con las estadísticas del SEPE, datos proporcionados por el INE, y una encuesta realizada a 300 personas discapacitadas que han conseguido un empleo en el año 2014.

Diez cosas que sólo las personas con depresión pueden entender verdaderamente

ActiveBeat | El País-Buena vida | 30/09/2014

La depresión es una enfermedad compleja que afecta mucho más que su salud mental y emocional; puede afectar todos los demás aspectos de su vida, de forma física, social y profesional. La depresión puede impactar a cualquier persona y, aunque puede ser fácil darse cuenta de que alguien está deprimido, muchas personas lo esconden bien. De forma sencilla, aunque la enfermedad sea todo menos eso, realmente es agotadora, altera totalmente la vida y a veces puede ser mortal.
Para aquellas personas con depresión, comenzar cada día puede ser un desafío y puede ser muy difícil aceptar la ayuda de seres queridos y profesionales de la salud. Esta lista de diez cosas que sólo las personas con depresión pueden entender bien puede ayudarle a apoyar de una mejor manera a personas con la enfermedad. Y si usted padece depresión, esperemos que pueda darse cuenta de que no está solo.
1. Las tareas normales toman más tiempo

Todos tenemos rutinas y responsabilidades – trabajo, familia, tareas y compromisos, entre otras cosas. Y hacerse cargo de ello puede ser extremadamente difícil si tiene depresión. Todo parece exigir más energía y requerir más tiempo para ser completado. Las tareas mundanas y simples se vuelven difíciles y abrumadoras, lo cual añade un plus de estrés y ansiedad al tardar más tiempo en terminarse. Resulta difícil concentrarse en lo que se tiene que hacer y la incapacidad para completar éstas tareas lo hace sentir anormal. Muchas personas que están deprimidas a menudo llegan hasta el punto de dejar o de evitar completamente algunas tareas y responsabilidades diarias.
2. Las palabras positivas a menudo no ayudan
Que le digan continuamente que mire el lado positivo de las cosas o escuchar la típica frase “vea la copa medio llena”, no sólo no puede hacer nada por ayudar a alguien deprimido, sino que puede empeorar las cosas. Muchas personas que están deprimidas ya sienten que no son diferentes y al ser impulsados por palabras positivas pueden sentirse frustrados y molestos. Si la depresión fuera tan fácil de superar como mirar todo positivamente, no sería una enfermedad tan debilitante. Eso no quiere decir que los amigos y familiares deban ser negativos; pero evitar esas típicas frases trilladas y, en lugar de eso, simplemente estar ahí para apoyar puede ser de más ayuda.
3. La depresión es devastadora
Cuando sufre de depresión, se ve afectado en cada aspecto de su vida. Los días, semanas, meses e incluso años pueden irse junto con los sentimientos perturbadores, lo cual puede afectar negativamente su salud en general, las relaciones con familiares y amigos y su ámbito profesional. Para algunos, los síntomas de la depresión pueden consumirlos completamente – cada pensamiento, elección y sensación parece amplificarse. Se pueden experimentar muchas cosas a la vez, como frustración, tristeza, incapacidad de concentrarse, ansiedad, insomnio, auto desprecio y desafortunadamente, a medida en que la depresión se arraiga cada vez más en la mente y el cuerpo, la perturbación puede ser más intensa.
4. La depresión puede ser dolorosa a nivel físico
Mientas que su estado mental y emocional es obviamente impactado cuando tiene depresión, el dolor físico puede ser extremo. Para algunas personas, es lo que más afecta la vida en comparación con los otros síntomas tienen que afrontar. Dolor de espalda, calambres estomacales, dolores de cabeza, dolor en articulaciones y extremidades y malestar general en todo el cuerpo son síntomas extremadamente comunes de la depresión. Según la Clínica Mayo, las personas con depresión podrían no experimentar los síntomas físicos, lo cual hace que se vuelva muy difícil de diagnosticar. Además, el dolor y la depresión a menudo van de la mano – las lesiones y discapacidades pueden provocar depresión, pero también puede generar dolor, lo cual se convierte en un círculo vicioso.
5. No se puede superar de manera simple
De vez en cuando, las personas recurren a métodos más duros si no notan ningún tipo de progreso en el proceso de ayudarlo ni apoyarlo. Cuando aquellos que lo rodean no tienen depresión y como resultado, nunca podrán entender realmente por lo que está pasando, pueden frustrarse porque de verdad quieren ayudarlo. Mientras que tener un sistema de apoyo ayuda a muchas personas con depresión, presionar demasiado y decirles a los pacientes que deben despertar o superarlo puede aumentar la frustración y la ansiedad. Si fuera tan fácil como poder de repente dejar que todo fluya y avanzar, la depresión no sería una enfermedad compleja y difícil de tratar.
6. Es difícil obtener energía
Ya que la depresión afecta física, mental y emocionalmente, puede ser extremadamente agotadora en cuanto a los niveles de energía. Es mucho más que tener un lunes aburrido o estar agotado debido a un día o un fin de semana ajetreado. Cada día es un desafío y si está teniendo más días malos que buenos, obviamente esto va a tener repercusión en todo su cuerpo y va a sufrir un gran desgaste. Como resultado, muchas personas con depresión duermen mucho y se sienten cansados todo el día. Además, sus niveles de energía tienen un impacto directo sobre su estado anímico; entre menos energía tenga, peor se sentirá y dicho ciclo puede ser difícil de romper.
7. La depresión no es sinónimo de tristeza
Los sentimientos y pensamientos causados por la depresión a veces pueden ser relacionados con tristeza, pero estar deprimido es una cosa muy distinta. De hecho, puede tener depresión pero no sentir tristeza en absoluto. Algunas personas se sienten deprimidas durante momentos difíciles en sus vidas, como la pérdida de un ser querido, problemas familiares y la pérdida de un trabajo. Es importante reconocer la diferencia entre tristeza y depresión: la última es una patología mental. La falta de comprensión de que la depresión es más que un sentimiento minimiza la enfermedad y crea expectativas poco realistas para aquellos que tratan de superarla o que están tratando de ayudar.
8. El paciente disfruta de las cosas de manera diferente – o no las disfruta
Las cosas que solía disfrutar – escuchar música, ir a la playa o al cine, pasar tiempo con sus seres queridos y tener pasatiempos – pueden parecer poco atractivas cuando tiene depresión. Lo que solía dibujar una sonrisa en su rostro y darle alegría a su vida puede ser una experiencia desagradable y puede no tener ningún interés en hacer lo que antes le generaba placer . La depresión afecta su vida en general, y las cosas sencillas que le hacían feliz pueden ahora hasta serle indiferentes. Y si reconoce que esas cosas son desagradables, puede causarle aun más ansiedad a medida en que intenta comprender y hacerle frente a su nueva realidad.
9. La depresión es diferente para cada individuo
Según la Organización Mundial de la Salud, 350 millones de personas en el mundo sufren de depresión. Parte de los motivos por los cuales la depresión puede ser difícil de tratar es debido al efecto que tiene sobre la gente – no hay ningún procedimiento simple, ni un medicamento o tratamiento específico que funcione para todas las personas como en el caso de muchas otras enfermedades. A veces, la gente necesita medicación o terapia o una combinación de ambas y otros cambios en el estilo de vida para ayudarles a superar la depresión. Ya que todos la experimentan de forma distinta, lo mejor que un sistema de apoyo puede hacer es mantener la empatía durante el proceso de tratar la enfermedad.
10. Hablar es difícil y molesto
Una reacción común a la depresión es esconderla y fingir que no existe. Pero nadie puede lograr esto con éxito para siempre y, eventualmente, se producirá la comunicación con un confidente o un profesional de la salud – no es fácil. Existe todavía mucho estigma alrededor de la depresión y una vasta falta de comprensión sobre la complejidad de la enfermedad. Esto hace que su lucha e impacto sean incluso más difíciles de expresar. No obstante, muchas personas que logran abrirse y hablarlo, sea con un amigo o un profesional, se sienten apoyados y comprendidos.
Nota.- El núm. 4 en mi caso casi no me afecta, el 7 cuando es de larga duración si que aporta muchísima tristeza, lloros, y el 9 es obvio. Los demás los suscribo totalmente, pero esperanzada porque “no estamos solos”. M. Carme Samaranch.